El equipo "tricolor" se recuperó del duro golpe del viernes y venció . Sin jugar del todo bien, encontró respuestas anímicas y defensivas cuando lo pasaba mal, en el pasaje decisivo del último cuarto.
Por Sebastián Arana.- Debía ganar y lo hizo. Mientras acomoda la estantería, no está mal vivir de simplismos. Anoche Quilmes sufrió horrores para definir un partido en el que casi siempre fue al frente sobre un rival que perdió a su mejor jugador, Adrián Boccia, en el arranque del segundo cuarto. Pero, así y todo, con un pasaje defensivo sólido cuando más confundido parecía, logró imponerse 89 a 85 a Boca por una nueva fecha de la Liga Nacional de Básquetbol.
La capacidad goleadora de Walter Baxley fue gran protagonista de los primeros minutos del partido. Esa facilidad para anotar desarticuló las previsiones defensivas boquenses, aunque los visitantes intentaron resistir con su prolijidad característica y hasta llegaron a pasar fugazmente al frente.
Sin embargo, el elenco "tricolor" defendió en gran forma en los últimos tres minutos del primer cuarto, "secó" a Boca y, yéndose a ganar los puntos a la línea de tiro libre, estampó un parcial de 10-0 que le posibilitó llegar 23-15 al frente al primer descanso.
Boca se refugió en zona en el segundo parcial para intentar frenar el uno contra uno de Baxley. Su apuesta no le salió bien. No terminó de contener del todo al estadounidense y, como si fuera poco, le otorgó espacios a los tiros abiertos de Ruiz y Vildoza.
Quilmes se afirmó, de este modo, en el dominio del partido. Más todavía a partir de una tontería de Boccia, quien se "pasó de la raya" protestando fallos y se ganó dos faltas técnicas que lo eyectaron de la cancha.
Boca, sin su figura, parecía estar "al horno". Sin embargo, lo rescató del pozo su extraordinaria eficacia a la hora de tirar de tres puntos. Anotó en la primera parte 8 de 10 en ese apartado y se fue al descanso largo 39-48 abajo, aún en juego. Y, como si fuera poco, acertó también sus tres primeros envíos remotos del tercer cuarto para situarse apenas a una unidad, 48-49.
Quilmes, a esa altura sin tenerlas todas consigo, reaccionó con un parcial de 8-0, con la receta del dominio interior que Gallizzi estableció sobre Kevin Hernández.
Sin embargo, a esa altura, con un gran partido de Treise, Boca atacaba con mayor claridad. Y cuando el citado Gallizzi se fue al banco, visiblemente afectado por un golpe en las costillas, los de Capelli aprovecharon, atacaron fuerte el aro y, con una contra definida por Hernández, ingresaron al cuarto final 64-65 abajo.
El buen base boquense siguió metiéndole presión al equipo de Ramella en el cuarto final. Los visitantes llegaron a pasar fugazmente al frente y se mantuvieron con posibilidades hasta los cuatro minutos finales.
Hasta que Quilmes encadenó una serie de defensas sólidas, metió dos réplicas filosas y encontró un triple salvador de Vildoza para desenredar la madeja y estirar la ventaja a 84-75 a falta de tres minutos.
Después, volvió a sufrir. Y Boca, con Hernández muy crecido, se puso a tres (88-85) con 17" por jugar. Pero Ruiz provocó una falta, metió un tiro libre y definió la historia.
Así, con más nervio que ciencia, Quilmes resolvió un partido que debía ganar sí o sí. De jugar bien ya habrá tiempo.
Síntesis:
Quilmes (89): Luis Cequeira 4, Walter Baxley 23, Enzo Ruíz 18, Maximiliano Maciel 3 y Tayavek Gallizzi 13 (FI); Luca Vildoza 17, Diego Romero 6 (x), Fernando Calvi 5 y Bruno Sansimoni (-). DT: Leandro Ramella
Boca (85): Jonatan Treise 23, Adrián Boccia 2 (x), Axel Weigand 3, Fabián Ramírez Barrios 12 y Kevin Hernández 16 (FI); Jordan Collins 14, Nicolás Ferreyra 9 y Lucas Gargallo 6. DT: Adrián Capelli
Progresión: 23-15, 48-39, 65-64 y 89-85.
Árbitros: Fernando Sampietro y Javier Mendoza
Estadio: Once Unidos (Mar del Plata)
Fuente: La Capital
Foto: Llaiganacional.com.ar
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