Estados Unidos camina firme hacia la final del Campeonato del Mundo después de superar en cuartos a Rusia por 89 a 79. Los americanos no comenzaron con su habitual rodillo, pero tuvieron la suficiente paciencia para aguantar la efervescencia rusa. Como siempre en este campeonato, Kevin Durant fue el referente norteamericano y la estrella del encuentro. Tuvo una primera parte sensacional, manteniendo a su equipo cuando peor jugaba y acabó el encuentro con 33 puntos.
La teórica inferioridad de Rusia no fue tal en el comienzo de partido porque encontró el acierto desde la línea de tres. Dos triples de Sergey Bykov y uno de Andrey Vorontsevich (14 puntos y 12 rebotes) le dieron una inesperada ventaja en los primeros minutos (8-9). Estados Unidos comenzaba fría pero tenía un jugador on fire. Kevin Durant era el absoluto dueño del partido y hacía lo que quería con la defensa de Vorontsevich. El alero de los Thunder terminó con 13 puntos el cuarto y, sobre todo, dio la sensación de ser el único capaz de superar el entramado defensivo ruso.
Hubo un momento donde Rusia lo pasó mal y fue con la presión a todo campo de los americanos. Este cambio defensivo fue breve pero generó un parcial y aviso de escapada (15-9). Entonces la segunda unidad rusa entró para oxigenar las ideas del equipo y con Dmitry Khvostov en la dirección y, sobre todo, Vorontsevich reboteando se equilibró el marcador. Una faceta, esta la del rebote, que claramente estaba decantando el partido del lado ruso a pesar de su desacierto tirador. Y es que todo lo que le triple le daba se lo quitaba los tiros de dos (6/15). Desacierto de todos menos Timofey Mozgov que comenzó a hacer daño en la pintura. La igualdad en marcador era el resultado lógico del baloncesto de uno y otro equipo (25-25).
Lo que podía ser una relativa sorpresa se confirmó como una agradable sorpresa. Rusia no estaba de paso en el partido y cambiando el guión y subiendo la defensa encontraron la fórmula para recuperar el dominio del encuentro. Dos canastas seguidas de Bykov (terminó con 17 puntos) ponían cinco abajo a Estados Unidos y obligaban a Kryzewski a tomar cartas en el asunto 30-35.
De primeras, Durant (19 puntos antes del descanso) volvió al partido y éste encontró a Chauncey Billups a su escudero en el ataque. Dos armas afiladas que consiguieron devolver la razón al encuentro y a Estados Unidos al control del electrónico porque Rusia se atascaba de mala manera a pesar de seguir controlando el rebote. Si ya de por sí es difícil aguantar el vendaval anotador americano, hacerlo sin anotar durante cuatro minutos y 17 segundos es casi imposible. Ese es el tiempo que separó a la canasta de Bykov de la de Vorontsevich, en medio un parcial de 12-0 que allanó, a ritmo de tiro libre (14/18 por 1/3 en el bando ruso) el camino de los americanos antes del paso por los vestuarios (44-39).
Tras él, Estados Unidos dio una vuelta de tuerca en su dominio y cinco puntos casi consecutivos de Billups permitían escaparse a los americanos. Por primera vez en el partido Estados Unidos se iba más allá de los 10 puntos de ventaja y lo peor para Rusia es que, además, este momento coincidía con el de la señalización de la cuarta personal de Mozgov. El panorama era gris para los hombres de David Blatt y se tornaría negro con dos espectaculares mates de Russell Westbrook (65-50).
Rusia había aguantado 25 minutos, pero comenzaba a ser consciente de la cruda realidad y empezar a entregar la victoria. El equipo volvía a repetir fallos del pasado y caía en el error de jugar individualmente sin ser consciente que cada balón perdido (18), cada mal lanzamiento se tornaba en contraataque americano.
El partido estaba roto y visto para la sentencia porque los americanos ahora sí ya estaban metidos en faena y si Vorontsevich metía un triple, rápidamente era contestado por otro de Gordon. Si Vorontsevich hacía daño en la zona, Durant respondía. Pasara lo que pasara el marcador no cambiaba y Estados Unidos mantenía una ventaja entre los 10 y 15 puntos. Los últimos destellos de calidad de Kevin Durant remataban el partido y certificaban el pase norteamericano a las semifinales del campeonato sin apenas sufrimiento en dos semanas de torneo.
BOXSCORE
Fuente: Sitio Oficial Turquia 2010
La teórica inferioridad de Rusia no fue tal en el comienzo de partido porque encontró el acierto desde la línea de tres. Dos triples de Sergey Bykov y uno de Andrey Vorontsevich (14 puntos y 12 rebotes) le dieron una inesperada ventaja en los primeros minutos (8-9). Estados Unidos comenzaba fría pero tenía un jugador on fire. Kevin Durant era el absoluto dueño del partido y hacía lo que quería con la defensa de Vorontsevich. El alero de los Thunder terminó con 13 puntos el cuarto y, sobre todo, dio la sensación de ser el único capaz de superar el entramado defensivo ruso.
Hubo un momento donde Rusia lo pasó mal y fue con la presión a todo campo de los americanos. Este cambio defensivo fue breve pero generó un parcial y aviso de escapada (15-9). Entonces la segunda unidad rusa entró para oxigenar las ideas del equipo y con Dmitry Khvostov en la dirección y, sobre todo, Vorontsevich reboteando se equilibró el marcador. Una faceta, esta la del rebote, que claramente estaba decantando el partido del lado ruso a pesar de su desacierto tirador. Y es que todo lo que le triple le daba se lo quitaba los tiros de dos (6/15). Desacierto de todos menos Timofey Mozgov que comenzó a hacer daño en la pintura. La igualdad en marcador era el resultado lógico del baloncesto de uno y otro equipo (25-25).
Lo que podía ser una relativa sorpresa se confirmó como una agradable sorpresa. Rusia no estaba de paso en el partido y cambiando el guión y subiendo la defensa encontraron la fórmula para recuperar el dominio del encuentro. Dos canastas seguidas de Bykov (terminó con 17 puntos) ponían cinco abajo a Estados Unidos y obligaban a Kryzewski a tomar cartas en el asunto 30-35.
De primeras, Durant (19 puntos antes del descanso) volvió al partido y éste encontró a Chauncey Billups a su escudero en el ataque. Dos armas afiladas que consiguieron devolver la razón al encuentro y a Estados Unidos al control del electrónico porque Rusia se atascaba de mala manera a pesar de seguir controlando el rebote. Si ya de por sí es difícil aguantar el vendaval anotador americano, hacerlo sin anotar durante cuatro minutos y 17 segundos es casi imposible. Ese es el tiempo que separó a la canasta de Bykov de la de Vorontsevich, en medio un parcial de 12-0 que allanó, a ritmo de tiro libre (14/18 por 1/3 en el bando ruso) el camino de los americanos antes del paso por los vestuarios (44-39).
Tras él, Estados Unidos dio una vuelta de tuerca en su dominio y cinco puntos casi consecutivos de Billups permitían escaparse a los americanos. Por primera vez en el partido Estados Unidos se iba más allá de los 10 puntos de ventaja y lo peor para Rusia es que, además, este momento coincidía con el de la señalización de la cuarta personal de Mozgov. El panorama era gris para los hombres de David Blatt y se tornaría negro con dos espectaculares mates de Russell Westbrook (65-50).
Rusia había aguantado 25 minutos, pero comenzaba a ser consciente de la cruda realidad y empezar a entregar la victoria. El equipo volvía a repetir fallos del pasado y caía en el error de jugar individualmente sin ser consciente que cada balón perdido (18), cada mal lanzamiento se tornaba en contraataque americano.
El partido estaba roto y visto para la sentencia porque los americanos ahora sí ya estaban metidos en faena y si Vorontsevich metía un triple, rápidamente era contestado por otro de Gordon. Si Vorontsevich hacía daño en la zona, Durant respondía. Pasara lo que pasara el marcador no cambiaba y Estados Unidos mantenía una ventaja entre los 10 y 15 puntos. Los últimos destellos de calidad de Kevin Durant remataban el partido y certificaban el pase norteamericano a las semifinales del campeonato sin apenas sufrimiento en dos semanas de torneo.
BOXSCORE
Fuente: Sitio Oficial Turquia 2010
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