Venezuela sumó un triunfo clave ante Puerto Rico


Con determinación contagiosa, solidaridad evidente y una sed de triunfo que le brillaba con cada gota de sudor, el seleccionado de Venezuela sumó un triunfo clave, al derrotar a Puerto Rico 74 a 63, para hilvanar su segunda victoria en la primera fase y alcanzar a Argentina en la cima del Grupo B.

En un arranque vertiginoso, el equipo sudamericano ya exhibió sus credenciales: tiró su defensa muy arriba y, si no capitalizó esa situación, sólo fue porque Puerto Rico mostró buena capacidad anotadora, especialmente desde la línea de tres puntos. De todos modos, la Vinotinto dejó en evidencia su intenso despliegue en la custodia de su canasto y la tozudez para batallar en ofensiva. No obstante, los dirigidos por Rick Pitino cerraron el primer cuarto 22-20 arriba, porque Barea, Vassallo y Balkman se repartieron el goleo y aportaron a seis puntos cada uno.

Apenas largó el segundo cuarto, Venezuela metió un parcial de 6-0 y se puso 26-22, aunque Balkman se transformó en un dolor de cabeza. Así, el tablero electrónico de ese cuarto péndulo entre el despegue de Venezuela (33-28, con dos triples de José Vargas) y la remontada boricua, hasta igualar en 37 con un bombazo de Barea. Pero la balanza comenzaba a inclinarse. Sin duda.

El cierre de la primera mitad no pudo ser mejor para la Vinotinto: Graterol clavó un triple, Guillent sacudió la red desde el perímetro y, en la última, Colmenares le metió un tapón a Díaz. Ese “combo” hizo que Venezuela ganara la primera mitad 43-37 y, sobre todo, le dio la poderosa sensación de estar jugado el juego que más le convenía.

Puerto Rico salió a descontar y, de hecho, lo consiguió. Sin embargo, Venezuela siguió siendo pegajosa y molesta en defensa, lo que le dio puntos rápidos y, además, la transformó en un equipo dominante. Tan fuerte estaba de la cabeza, que tuvo un cierre de segmento casi soñado: Ruiz hizo un doble acrobático y luego le puso un bloqueo a Clemente, después Cox luchó un rebote ofensivo que transformó el doble, José Vargas anotó un triple sobre una esquina y, en la última, Guillent encestó una bandeja voladísima, que pegó en el cristal y le dio a la Vinotinto una brecha de 13 (62-49) antes de empezar el último cuarto.

Los últimos 10 minutos fueron acaso más mentales que basquetbolísticos. Venezuela tuvo una fortaleza psicológica notable, y buscó cada bola con un deseo demasiado evidente, mientras los boricuas no pudieron cambiar la imagen de equipo inconexo, que sólo rinde de a ratos y que se siente avasallado cada vez que vive situaciones desfavorables.

BOXSCORE

Fuente: Fiba Americas

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