Panamá debutó con una importantísima victoria en el Torneo de las Américas al vencer a Uruguay 78-71. El aporte anotador de Michael Hicks (21) y el dominio en la zona interior de Leonardo Pomare (17 puntos y 6 rebotes) y Jaime Lloreda (8 y 11) fueron las claves de su éxito.
Uruguay comenzó el juego por la misma senda que transitó en el triunfo ante Brasil. Fue agresivo y disfrutó de la debilidad defensiva de Panamá para un rápido 6-0. Panamá dejó de lado su comienzo anárquico y, más sereno en ataque, respondió con un parcial de 11-2 con el desequilibrio de Trevor Gaskins y la puntería de Hicks para pasar al frente. En un cuarto de rachas, con cinco cambios de liderazgo, los dirigidos por Adrián Capelli se escaparon 19-13 con una racha de 11-2 comandada por Bruno Fitipaldo (8 puntos en el período) y coronada por un triple de Nicolás Borsellino. Los caribeños, a pesar de las 11 pérdidas de balón, se fueron al primer descanso abajo 19-15.
En el segundo cuarto Uruguay lució desorientado en ataque porque Panamá le impedía lanzamientos cómodos, sobre todo a Fitipaldo. Ese ajuste defensivo también le posibilitó generar más contraataques, ámbito en el que los discípulos de David Rosario se sienten más cómodos. Por ese camino los centroamericanos nivelaron el juego y el marcador. El trabajo en ambos cestos de Borsellino y Mathias Calfani, sumado a las penetraciones de Fitipaldo le dieron a los celestes su máxima ventaja: 32-25. Con un parcial de 8-2 de la mano de Hicks, los caribeños se recuperaron pero un triple de Mauricio Aguiar en el cierre puso el score 39-34 para Uruguay.
A partir del tercer cuarto, con la precisa conducción de Joel Muñoz, Panamá empezó a controlar el partido. Pasó al frente cuando restaban 6.40 del período con un triple de su base suplente y nunca más perdió el liderazgo. Uruguay sumó pérdidas y se ahogó en una laguna ofensiva de 5 minutos en la que anotó solo 2 puntos. La defensa zonal de los centroamericanos sumada a las buenas decisiones en ataque le dio una ventaja de 8 puntos. Uruguay respondía apenas con el orgullo de Aguiar. El score de 55-51 pareció escaso para la diferencia de juego que ofrecieron.
El cuarto final se jugó siempre como quiso Panamá, con buenas ofensivas cerca del aro y dominio en los dos tableros (lucha que dominó 43-30). Uruguay se cargó rápido de faltas y sufrió en consecuencia. Pomare se puso el ataque panameño al hombro y con 5 puntos consecutivos rompió el partido con una diferencia máxima de 10. Los de Capelli sufrieron la amnesia ofensiva de Fitipaldo, quien recién convirtió sus primeros puntos de la segunda mitad a falta de 3.12 para llegar a 18 y darle la última esperanza achicando la desventaja a 6. Osimani la llevó a 4 pero nuevamente el juego interno panameño decretó el rumbo del partido.
BOXSCORE
Fuente: Fiba Americas
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