Richotti: "Tengo ganas de demostrar lo que hago año a año en Tenerife"


El escolta bahiense, Nicolás Richotti, asumió ayer "como una revancha" la chance de jugar con el seleccionado argentino en los próximos Juegos Panamericanos de Toronto, luego de quedarse "en las puertas" del Mundial de España, el año pasado.

"Llego en un buen momento al equipo y con muchas ganas de formar parte de esta Selección. Le puedo aportar dinámica y agresividad, dando el cien por ciento en la cancha, creo que es lo que nos va a dar un plus con respecto a los otros equipos", declaró el jugador, de 28 años.

El jugador de Baloncesto Canarias de España fue la noche del domingo, en el primer ensayo del combinado nacional frente a Uruguay, fue el máximo anotador con 17 puntos, y supo mostrar sus cualidades ofensivas con un 75% en tiros de tres puntos, un 77% en dobles, dos asistencias y dos robos.

Richotti jugó en distintos equipos de Europa desde 2005 y hace cinco años que forma parte del equipo de Canarias, con el cual ganó la Copa del Príncipe y ascendió a la Liga Endesa. "Tengo ganas de demostrar lo que hago año a año en Tenerife. Tomo esta convocatoria como una oportunidad. Este año tenemos dos torneros importantes, y me gustaría jugar en un gran nivel los Panamericanos de Toronto para que se me abran las puertas al Preolímpico de México", afirmó el ex jugador de Náutico Rada Tilly.

El hijo de Marcelo Richotti -ex jugador y DT de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia- debutó en la Selección mayor de básquet en el 2012, cuando la Confederación Argentina lo convocó para una gira por Angola. Pero finalmente, el DT Julio Lamas no lo tuvo en cuenta para formar parte del equipo de cara al Mundial de España.

"Esta oportunidad la tomo como una revancha y por eso vengo mentalizado. Es la primera vez que el 'coach' Sergio Hernández me ve en el día a día y todavía nos estamos terminando de conocer, pero estoy seguro que le puedo demostrar muchas cosas en esta oportunidad que me está dando", concluyó el bahiense ante la consulta de Télam.

Fuente: El Patagónico


Comentarios