Conferencia Sur - Peñarol.-Gimnasia - Semifinal - Juego 4


De la euforia por un triunfo de gran valor a la incertidumbre de tener que ganar para no quedar eliminado casi sin escalas. O por mejor decir, con una escala tras un viaje de 1.600 kilómetros. Desde aquel inicio venturoso para el "milrayitas" en el arranque de la serie, a esta obligación de no poder perder ningún juego más en lo que le resta al play-off.

A partir de las 21 de esta noche, en el Polideportivo Panamericano "Islas Malvinas", Peñarol recibirá otra vez a Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia, en el cuarto juego de la serie entre ambos. La consigna no tiene otro objetivo que la victoria, porque tal como está planteada la eliminatoria, el conjunto marplatense sabe que necesita obtener una victoria más como visitante para seguir con vida en el certamen. Claro que para ello, primero tendrá que ganar sí o sí hoy.

En caso que ello no ocurra, se registrará un hecho nada frecuente, ya que desde la temporada 2006/07 en adelante, Peñarol ha llegado como mínimo a semifinales (con cuatro títulos incluidos y dos subcampeonatos).

El martes, el "milrayitas" no pudo capitalizar una noche fabulosa de Leonardo Gutiérrez -convirtió 29 puntos, su mejor marca de la actual temporada-. Tampoco la mejor producción 2004/15 de Gabriel Fernández (13 puntos). Tuvo desajustes defensivos, se encontró con un Nicolás De los Santos desequilibrante y lo pagó caro. Tanto que se encuentra al borde del abismo.

La cuestión es que, tal como había pasado durante la fase regular, ambos conjuntos fueron capaces de derrotarse mutuamente en casa ajena. Son dos equipos con argumentos diferentes pero bastante parejos entre sí.

Es indudable que la ausencia de Adrián Boccia (Gimnasia afronta la de Pablo Orlietti) ha menguado el poder de Peñarol. Y más allá del esfuerzo de Franco Giorgetti, no es lo mismo el chaqueño entero que a media máquina. En un puesto sensible como el del alero (los sureños tienen talla y variantes allí, con el marplatense Diego Cavaco y Federico Aguerre), es una desventaja insoslayable.

Pero si algo ha caracterizado a este Peñarol ha sido su capacidad combativa, su carácter y, sobre todo, su experiencia en situaciones límite. Es cierto que la potencia interior de Sam Clancy plantea un problema -parece inevitable que los internos rivales se carguen de faltas-, pero hay otras cuestiones a tener en cuenta. Las variables en juego son múltiples. De hecho, Peñarol perdió como local un partido en el que encestó 15 de 29 triples, con un 52% de ensueño. Impensado pero cierto. Y ahora se encuentra en una situación sin retorno.

Fuente: La Capital

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