El juego aún no había terminado y desde las gradas del estadio Ciudad bajó el cantito: "... que de la mano de Santander...".
Silvio esperó recién hasta el final para saludar a Lamas y para agradecer tanto cariño. El entrenador de Quimsa entró en la historia del club con la obtención del Súper 8 y tras la victoria ante Obras, puso de relieve al esfuerzo de los jugadores.
"Antes del partido les dije que teníamos que ser nosotros. Teníamos que tomar el ritmo de nuestros mejores partidos e imponernos desde allí más allá de las circunstancias. A veces los dejo jugar y veo que están formando una identidad que no quiero alterar. Ellos son responsables de este gran presente", dijo Santander, en diálogo con EL LIBERAL.
Respecto de los líderes del grupo, el coach puntualizó: "Este equipo tiene diferentes tipos de líderes. Tintorelli puede ser un líder afectivo. Puede ser un líder desde la profesionalidad y la personalidad Robert Battle. Puede ser un líder por su frescura Diego García y también lo puede ser "Penka" porque todo lo que quiere es jugar aquí. Tenemos distintos tipos de líderes. A los demás, los tengo que parar a veces je. No es tan fácil hacerlo. Hay un reparto de liderazgo. Yo aprendo de los jugadores y ellos demostraron que deber dar todo por un bien común". Al mismo tiempo".
Santander habló de la final de ayer. "Nosotros queríamos que no se ordenen en la defensa, jugando bolas largas contra la zona. Los jugadores estaban muy efectivos y preparados. Me parece que en los primeros treinta minutos que hicimos, el plan defensivo más la carrera, estuvo en un nivel muy alto. El cierre fue esperar que el reloj corra ante un rival que necesitaba convertir rápido y que logró achicar el resultado".
Seguidamente, expresó: "Yo a veces soy de contar más los perdidos que los ganados. Cuando ganamos creo que el séptimo juego consecutivo, ya se hablaba de la racha porque habíamos conseguido la mejor marca del club en Liga Nacional. Antes de llegar a este Súper 8, que organizamos en nuestra casa y que debíamos ganar porque si no era una catástrofe, jugamos los dos clásicos ante Olímpico. Y antes de esta final jugamos ante Peñarol, que era el último campeón. Venimos asumiendo responsabilidades todo el tiempo, sabiendo que debemos trabajar porque no nos sobra nada. Ahora tenemos una final con Atenas el 27. Esa es la meta próxima", finalizó el entrenador de Quimsa.
Fuente: El Liberal
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