Quilmes venció a Bahía Básket, al que dejó sin invicto y, a la vez, alcanzó la cima de la Conferencia Sur de la Liga Nacional.
El estadounidense Walter Baxley fue anoche una especie de He-Man para contribuir de manera decisiva al triunfo de Quilmes, en Once Unidos, frente a Bahía Básket, por 83 a 78, en partido válido por la tercera fecha de la Liga Nacional "A" de Básquetbol 2014/15.
Impresionó favorablemente el "tricolor" en el arranque. Lució preciso Baxley en ataque y los problemas para convertir de Bahía Básket expusieron un correcto trabajo defensivo del local, que se distanció rápidamente (7-2 y 11-4). Sin embargo, con la segunda falta personal de Ariel Eslava, ingresó Omar Cantón y todo empezó a cambiar.
El relevo amenazó y dañó con su tiro exterior mientras Quilmes, entre una sucesión de pérdidas de balón y su baja efectividad, fue perdiendo terreno en el resultado y en el juego. Bahía Básket hizo pesar su mejoría defensiva, anuló a Baxley, sus compañeros no entraron en ritmo y los sureños encontraron espacios para las réplicas y puntos fáciles para empezar a equilibrar y luego a tomar distancia.
Cuando no pudo correr, tuvo paciencia y pase extra para encontrar buenos tiros, especialmente para Cantón, aunque en general, la rotación del plantel le dio muy buenos dividendos al entrenador "albo", Sebastián Ginóbili, un viejo conocido por la zona de Luro y Guido.
Esa rotación le permitió a Bahía Básket mantener la intensidad y poder arriesgar más atrás con una defensa agresiva, aún a costa de faltas personales.
De aquel 11-4 a favor, el "tricolor" se encontró abajo 13-21 y sin respuestas. Para peor, volvió a fallar muchos tiros libres.
La apertura del segundo segmento le deparó a Quilmes otro golpe: un triple de John Thomas para establecer la máxima ventaja del visitante (14-24). Algo tenía que cambiar urgente el local para frenar la drástica caída de su imagen.
Empezó por Baxley. El estadounidense se hizo cargo de todas las ofensivas y el equipo fue recuperando confianza. También fue oportuno el ingreso de Rubén Wolkowyski, quien en base a su experiencia aportó soluciones necesarias como auxilio de todos en defensa. De a poco, Quilmes empezó a asomar y se acercó 26-28, hasta allí con 17 puntos de su escolta extranjero. Para esta temporada, el entrenador Leandro Ramella apunta a una ofensiva con más variantes. En ese primer tiempo, el "tricolor" se exhibió como demasiado dependiente de Baxley, aunque pasó al frente con un triple de Rubén Wolkowyski (29-28, a 4m30s del descanso largo).
Así, Quilmes, que había disminuido su margen de error en las entregas de balón y recuperado puntería desde lejos, volvió a incurrir en errores consecutivos, tuvo un mal cierre de la primera mitad y se fue a los vestuarios abajo en las cifras, con 11 pérdidas en los primeros 20 minutos y derrotado en la lucha por el rebote. Bahía Básket, más armónico y homogéneo, se llevó su justo premio parcial.
En el arranque del complemento Quilmes buscó otras fórmulas en ataque, encontrándose Luis Cequeira y Diego Romero para obtener réditos inmediatos. El local equiparó las cifras de inmediato y, al mismo tiempo, atrajo la atención defensiva rival y se abrieron otra vez espacios para el incontenible Baxley, quien siguió sumando para su casillero personal (llevaba 24 puntos antes de la mitad del tercer cuarto).
Esa mayor participación de Cequeira en la conducción, sumado a que Bahía Básket tuvo que prescindir de Diego Gerbaudo, su conductor natural a causa de un golpe, aventuraban una lucha desigual, aunque el visitante se las ingenió para equilibrar.
El local estaba obligado a dosificar por las cuatro faltas de Ivory Clark y Maximiliano Maciel al empezar el último cuarto, y afrontó ese inicio con Tayavek Gallizi y Jeffrey Merchant en cancha como internos.
El encuentro estaba otra vez enredado y con pronóstico reservado cuando se produjeron tres impactos notorios del "tricolor". Primero, una tapa clave de Gallizi contra Ariel Eslava. En la réplica, triple de Luca Vildoza, y tras la reposición, robo y volcada de Vildoza. De la chance de quedar abajo en las cifras, Quilmes se escapó 63-57, generó el apuro y el desorden de su oponente, dispuso de opciones de correr a cancha abierta y sacó una máxima de 68-57, 7 minutos del epílogo.
¿Partido definido? En absoluto, porque el conjunto marplatense volvió a equivocarse en el contexto de un partido que registró 40 pérdidas combinadas entre los dos
equipos, y un triple de Cantón puso incertidumbre al resultado (72-70 a 3m48s). No obstante, en la noche de Baxley, nada podía interponerse para el triunfo de Quilmes, que terminó a toda velocidad con pases y volcadas para celebrar en su primer partido de la campaña en el lugar donde más cómodo siente.
Síntesis:
Quilmes (83): L. Cequeira 7, W. Baxley 32, F. Marín 6, I. Clark 4 (x) y D. Romero 14 (FI). T. Gallizi 6, M. Maciel 2, L. Vildoza 9, R. Wolkowyski 3, J. Merchant 0. DT: Leandro Ramella.
Bahía Básket (78): D. Gerbaudo 2 (lesionado), J. Mázzaro 11, M. Nocedal 2, L. Rasio 16 y A. Eslava 4 (FI). O. Cantón 15, M. Bryó 9,
G. Whelan 4, L. Redivo 2, J. Thomas 10, M. Fjellerup 1. DT: Sebastián Ginóbili.
Estadio: Once Unidos.
Arbitros: Juan Fernández y Leonardo Zalazar.
Progresión: 14-21, 35-41 y 56-54.
Fuente: La Capital
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