Después de los muy buenos años que le tocó en Peñarol de Mar del Plata, acostumbrándose a las definiciones importantes, Matías Ibarra volverá a ponerse la camiseta de La Unión de Formosa. Esta vez desde el día uno de la pretemporada formando parte de un equipo totalmente nuevo.
El base dice haber encontrado lo que tenía en mente con el arranque del trabajo: “en esta Liga ya nos conocemos, entonces una vez que entramos al vestuario, por referencia de uno o de otro, te terminas conociendo, sabés como es cada uno, pero bueno, cuando comenzás a trabajar te vas conociendo más profundamente tanto dentro de la cancha como en el mismo vestuario. Me encontré lo que imaginaba, lo que de cada uno ya sabía o me habían dicho y todo me lo reafirmó este tiempo de pretemporada que llevamos juntos y de momento hay buenas sensaciones en todo sentido, tanto en los profesional como personalmente así que espero que eso sirva. De momento es un grupo que se ha juntado, nuevo, totalmente nuevo, entrenador nuevo, jugadores nuevos, extranjeros nuevos, y va a ser importante ese vestuario, que lo antes posible creemos el ADN que es lo que nos va a identificar como grupo”.
El estar bajo las órdenes de Fabio Demti es una de las causas que atrajo a Ibarra hacia La Unión: “una de las primeras razones por las que me incliné para venir a La Unión de Formosa fue por el entrenador. Sabiendo que Fabio Demti era el técnico, me entusiasmó mucho, primero porque lo respeto mucho como entrenador y porque me parece una persona muy honesta, tenía muy buenas referencias y daban ganas de jugar para Fabio. Conceptos totalmente claros nos encontramos de él, con una comunicación muy clara, muy transparente, es lo que nos ha demostrado desde el primer día y eso habla de que clase de persona es él”.
La última edición de la Liga la jugó para Peñarol afrontando la final con Regatas Corrientes. Allí tuvo rivales que hoy son compañeros, como Javier Martínez y Fernando Martino. Con Martínez tendrá la responsabilidad de conducir a La Unión. Sobre este punto contó que “también fue una de las razones que me hizo entusiasmar, durante mucho tiempo tuve que sufrirlo, tenerlo en contra, todos sabemos de su calidad, de su lectura del juego, de su liderazgo y me ilusionaba jugar con él, compartir la base, cancha, vestuario. Juntos nos complementaremos para llevar un poco las riendas del equipo”.
En Formosa, los dos últimos años malos del equipo dejaron su huella y entonces se hace indispensable recuperar protagonismo. Más allá que este es un equipo nuevo, la incomodidad está pero Ibarra apunta a renovar todo: “Se habla mucho, así en broma, de que no se necesita tanto para mejorar lo que hizo La Unión los últimos dos años pero no hay que compararse, hay que ser distintos, es un equipo totalmente nuevo. Ahora es prematuro hablar de objetivos, de sí quedas entre los ocho, los cuatro, playoffs, por ahora lo más importante es transformar al grupo en un equipo lo antes posible más que resultados, a día de hoy lo que más nos hurgue es crear lo que decía, el ADN, las bases, que es lo que realmente nos va a llevar a ser realmente un equipo o ser uno más en la Liga. Después hablaremos, de acuerdo al transcurso, cuales van a ser los objetivos deportivos, pero de momento me inclinaría por armar un buen equipo”.
Fuente: Prensa La Unión
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