Buscando el imposible de vencer a Estados Unidos y meterse en octavos de final, Ucrania comenzó completando un magnífico inicio de partido. Con su habitual seriedad defensiva, los europeos cerraron el aro a unos americanos demasiado despistados y tras cinco minutos de partido estaban dominando 9-4.
En ataque Ucrania salió buscando sus opciones interiores. Sabía que los pívots rivales son más livianos y quisieron que el peso y corpulencia de Kravtsov (siete de los 13 puntos iniciales) y Natyazhko se hicieran sentir en el partido.
Al Team USA le costó mucho entrar en el partido y no fue hasta que Stephen Curry anotó un triple a cuatro minutos del descanso que no pudo tomar el control del partido (cierto es que se adelantó con un 0-2, única ventaja previa) y comenzar a minimizar el daño interior ucraniano.
Viendo que no estaba siendo el mejor día de los interiores fueron los aleros americanos quienes decidieron dar un paso al frente y con ocho puntos de Curry y siete de James Harden (acabó con 17), Estados Unidos logró afianzar su ventaja antes del descanso (32-44).
Ya en el tercer cuarto, los norteamericanos sintieron que tenían el control absoluto de la situación y vivieron plácidamente en rentas que rondaban los 15 puntos. Cierto es que Pooh Jeter y compañía pelearon por que la diferencia no se les escapara con la esperanza de tener una última opción para la épica, pero también no era menos verdad que Estados Unidos jugó con algo más que el freno de mano echado y las acciones puntuales de Cousins o Irving era más que suficientes para que el partido fuera por el camino marcado por los de Kryzewski.
Ya sin historia, el último cuarto fue un homenaje para los combativos ucranianos (el lesionado Gladyr jugó 28 segundos), mientras que los norteamericanos terminaron un nuevo entrenamiento con marcador, con el susto de la fuerte caída de Irving (sin presumibles consecuencias) y en espera de que Barcelona le presente nuevos retos en esta Copa del Mundo.
BOXSCORE
Fuente: ACB.com
Foto Gentileza: FIBA
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