Duelo de hinchadas en la grada, con las dos aficiones más numerosas del Grupo B. Filipinas, la sorpresa de este Mundial pese a no lograr las victorias, volvió a complicar la vida a otra gran selección. Scola condicionó el partido pese a las faltas personales y Alapag mantuvo la llama de la victoria hasta el último segundo con 5 triples.
Partido que reunía a las dos aficiones más numerosas de Sevilla y que no defraudó. Con un ambiente digno de final en la grada, los filipinos arrollaron a Argentina (2-12) pese a la segunda falta de Blatche en los primeros minutos. Herrmann y Campazzo hicieron reaccionar a su equipo y cortar la sangría con la que se vieron sorprendidos (12-17, min. 6). Por si fuera poco, Gabe Norwood, con minutos por la ausencia del NBA, posterizó a Scola con un mate para el recuerdo en la cara de Scola, y un 3+1 de De Ocampo remataron el sensacional cuarto (22-25).
El nuevo base del Real Madrid y Herrmann siguieron liderando la ofensiva argentina en el segundo período. Ambos se echaron el equipo a la espalda ante unos filipinos que ni siquiera necesitaban que Blatche regresara a la cancha (28-32, min. 15). La aparición de Scola y la ostensible mejora defensiva de su equipo fueron secando a Fillipinas, hasta colocarse por delante en el marcador acabando el segundo cuarto (43-38).
La tercera falta de Scola penalizó a Argentina, que sufrió sin su pívot en pista (48-46). Los primeros compases tras la salida de vestuarios estuvieron marcados por el baloncesto ofensivo. De nuevo, el conjunto de Lamas se olvidó de defender y fueron castigados por Filipinas. Norwood, on fire, repitió el póster, esta vez con Mata como víctima y su equipo igualó el partido (51-51, min. 25). Scola, jugándose la cuarta personal, tuvo que volver a la pista para cortar la masacre y Argentina rápidamente tomó el pulso al partido de nuevo (59-51). El pívot fue demasiado para el conjunto de Reyes y condicionó el partido, rompiéndolo definitivamente. Solo los triples de Alapag mantuvieron a Filipinas con vida (71-61).
A base de triples, con Alapag continuando su recital, Filipinas volvió al partido (71-69, min. 33). Un entonado Marcos Mata apareció para apoyar a Scola en la responsabilidad ofensiva y aplacaba cada intento de remontada rival. Pero si algo hemos aprendido es que un filipino nunca muere, y hasta el final presentó batalla el conjunto asiático, que jamás se fue del partido gracias a su acierto en la línea de 6.75 (79-76, min. 35). El quinto triple consecutivo de Alapag dejó el partido en un puño (82-81) a falta de solo 1 minuto. Alapag falló el triple del empate y Nocioni sentenció desde la línea de personal.
BOXSCORE
Fuente: Zona Dos Tres
Foto Gentileza: FIBA
Comentarios