Francia sufrió pero pasó a cuartos





Francia, después de un sufrido partido, derroto a Croacia por 69 a 64 y se ha clasificado para cuartos de final de la Copa del Mundo. Los galos, no salieron bien, pero reaccionaron en el segundo cuarto y aguantaron el empujón de una Croacia muy dependiente del trabajo de Bogdan Bogdanovic y Ante Tomic, autores de 27 y 17 puntos.


Precisamente el alero salió muy enchufado y Croacia pisando fuerte. Quiso sacar ventaja de los nervios de Francia (al descanso sumó ocho balones perdidos) y del desacierto de Diaw (0/4) y Batum (2/5), pero esa intención sólo se tradujo al marcador en el primer cuarto.

Luego llegaron sus errores en el triple (1/ 6 en el segundo cuarto) y la aparición de los reservas franceses. En especial Evan Fournier quien sumó siete puntos seguidos para remontar el partido y darle una nueva vida a la segunda parte.

Una nueva historia que tuvo a Batum como protagonista. El alero logró ocho puntos en el cuarto y con tres acciones seguidas de recuperación y canasta rompió el partido hasta darle a Francia una renta de 16 puntos (46-30).

Desde entonces Tomic y Bogdanovic se pusieron manos a la faena y entre los dos llegaron a recortar 14 puntos. Sólo les quedó por anotar una canasta y a menos de medio minuto para el final Bogdanovic tuvo el triple que hubiera redondeado su remontada. Éste no llegó y Francia obtuvo el premio de la victoria.

Croacia no escondió nada y su primer ataque fue en situación de rombo para acabar en aclarado para Tomic. El pívot croata debía tener ventaja a priori con Lauvergne y así quiso hacérselo saber a Francia desde el principio. Lo malo es que ni esa acción ni el siguiente ataque acabó con canasta de Tomic y este tuvo que esperar al último cuarto para demostrar esta supremacía.

Era un inicio frío. La competición en Madrid se acababa de abrir y pese a la mayoría de aficionados galos, el ambiente era frío para dar contraste a la temperatura ambiente de estos días en la ciudad madrileña.

Con casi tres minutos de juego el 3-3 era demasiado bajo para lo que se esperaba de estos conjuntos. Es verdad que en juego había mucho, pero no menos cierto que las pérdidas de balón (tres para cada equipo) y malos lanzamientos eran excesivos. En cualquier caso, si había una propuestas más valiente era al croata que buscaba presionar y correr mucho más que una Francia que también jerarquizaba sus ataques con Batum (1/3) y Diaw (0/4) asumiendo los tiros. Eso se tradujo en el marcado y a tres minutos para el final de cuarto una canasta de Bogdanovic estiro el marcador (5-11).

El alero (autor de nueve de los 11 primeros puntos de su equipo) era la cara agradable de unos minutos muy erráticos y que llevaron una rápida preocupación al banquillo galo en visto el desatino evidenciado (al final del cuarto Bogdanovic sumó más puntos y valoración que toda Francia). La canasta de Tomic no hizo más que hacer realidad lo evidente: Francia necesitaba un tiempo muerto para respirar leer el partido y ajustar un punto de mira desviado (3/16 en el primer cuarto).

No hubo transferencia a la cancha de lo mandado por Vincent Collet y Croacia acabó el primer acto del encuentro con una renta de ocho puntos que eran el reflejo de lo visto durante los primeros 10 minutos (7-15).

Por ver algo malo en el partido de Croacia es que viendo el panorama, la renta podía haber sido mayor y apenas dos acciones positivas de Gobert y Diot apretaron el marcador llevando el enfado a Jasmin Repesa. No eran las estrellas sino el banquillo el que apareció para apretar las cosas en defensa y despertar la anotación.

El mismo efecto quiso encontrar Croacia y Damjan Rudez lo logró en parte con un triple que colocó seis arriba (12-18) a los croatas. Sin embargo, el espesor del juego era cada vez más palpable en el ambiente y eso benefició a una Francia que, minuto a minuto se fue aproximando a su objetivo. La defensa fue el camino del que partió el equipo de Collet y siete puntos seguidos de Evan Fournier, el tercer mosquetero del banquillo galo, cambió la cara al partido y al marcador. Francia había despertado de un modo imprevisto y ya mandaba en el marcador (19-18).

No fue una renta muy duradera y la respuesta croata llegó de un Oliver Lafayette que a su tercer intento daba con el aro. Momentáneamente se deshizo el atasco permitiendo a Bogdanovic sumar una nueva canasta y devolver el control a una Croacia que, eso sí, ya sentía no tener el control de un partido... y tampoco del marcador al descanso (23-22).

Francia estaba cada vez más cómodo en el partido y que sus tres puntales: Lauvergne, Batum (14 puntos) y Diaw comenzaran encontrando el camino del aro fue la mejor noticia. La traslación en el marcador fue una exigua renta de cinco puntos que Tomic trató que no fuera a más. El problema es que después del fuerte inicio de Bogdanovic, éste sólo había sumado a canasta final de primera parte y, consumidos cinco minutos del tercer cuarto, seguía sin producir para la ofensiva croata.

Y es que si en la primera parte Croacia corría y anotaba, ahora era Francia quien lo hacía gracias a esa defensa sobre Bogdanovic y al cierre de sus interiores sobre Tomic y compañía. Por su parte, Fournier (13 puntos) seguía haciendo mucho daño cada vez que jugaba cerca del aro y un nuevo parcial 7-2 consiguió que Francia adquiriera una primera ventaja de dos dígitos (37-27).

Fue el momento para matar el partido y así lo entendió Fournier, pero de manera precipitada y sus dos siguientes ataques fueron un acto de egoísmo colectivo aupado por un buen momento anotador. Eso era algo que no necesitaba Francia como quedó demostrado después cuando tuvo otra vez el balón en ataque y esta vez dio el pase extra para el triple Lauvergne.

Tres balones perdidos de Croacia y tres contraataques de Batum pusieron a Francia 16 puntos arriba (46-30), la máxima de un partido que al que más que un tiempo muerto croata le hacía falta la aparición de sus estrellas. Sin ellas, la condena croata estaba anunciada.

Era tan evidente que Bogdanovic (27 puntos y seis rebotes) y Tomic debían entrar en escena que los siguientes dos ataques acabaron en sendas canastas suyas. El baloncesto es tan sencillo que si le das el balón a los buenos, normalmente te irán bien las cosas. Croacia no lo había conseguido (en parte por la gran defensa interior francesa) y eso lo pagaba en el marcador (46-34).

Y es que por mucho que Bogdanovic hiciera más grande su figura en el partido con cinco puntos seguidos y Tomic rentabilizara con puntos los balones que recibía, Franci llevaba mucho camino recorrido encontrando, además, refugio en su juego interior y superioridad reboteadora.

En el toma y daca en el que entró el duelo Francia era claro vencedor. Apenas perdía ventaja y el tiempo, en cambio, sí avanzaba en su favor. Aún así Collet no quiso bromear mucho con el partido y cuando la dupla croata colocó a su equipo a siete puntos (52-45) paró el partido para recordar a sus jugadores que el camino correcto seguía siendo la defensa interior.

Gelabale y Markota, intercambiaron golpes triplistas en mitad del dueto que seguían interpretando las estrellas croatas y eso dio una nueva alegría a un marcador que, poco a poco, fue olvidando las penurias del inicio de encuentro. Eso se tradujo en una mayor animación de la grada, sobre todo de la francesa que ante el recital de Tomic (11 puntos en este cuarto) celebró con alegría un nuevo triple de Gelabale.

A falta de tres minutos para el final la cuestión se simplificó en saber si Croacia tendría tiempo suficiente para descontar los siete puntos de déficit que tanto tiempo llevó en su mochila deportiva. Por momentos, el triple de Heurtel y la canasta de Pietrus convirtieron en una misión imposible la reacción croata, empero si en tu equipo cuentas con jugadores como Saric o Bogdanovic nada es imposible. El primero, mucho más metido en trabajo defensivo y poco brillo en ataque, robó un balón y permitió que su compañero lograra su tercer triple poniendo el 66 a 62 a 50 segundos del final.

Ahora convenía un ataque largo y un buen movimiento de balón. Francia siguió estas indicaciones y encontró a Diot solo en la esquina, pero su triple no tuvo el premio de la ortodoxia táctica. Croacia, después de tanto tiempo yendo por detrás, tuvo un ataque para ir por delante. Como era lógico la oportunidad recayó en Bogdanovic quien intentó repetir fortuna con el triple... pero no la encontró. Francia, mediante dos tiros libres de Heurtel, acabó cerrando el partido y sellando su presencia el miércoles en semifinales.

BOXSCORE

Fuente: ACB.com
Foto Gentileza: FIBA

Comentarios