Con el himno de Francia sonando, como si los acordes de la Marsellesa fueran capaces de hipnotizar también al rival más feroz, la sensación en el pabellón granadino era una: ahora sí, empezaba el Mundial. Pero, durante unos minutos, el partido pintaba más al Serbia-Egipto de minutos antes que al duelo en las alturas que este partido prometía ser, con Francia saliendo como un ciclón (6-0 en 2 minutos y 12-3 en 5) y Brasil pidiendo a gritos un cambio.
El cambio se lo dio la velocidad de Marcelinho y, pese a la precipitación en algunas jugadas, los de Magnano se reengancharon al partido pronto, a pesar de que Gobert se empeñaba en protagonizar mates de concurso. Un 18-11 adverso al final del primer cuarto era casi un premio para un equipo tan espeso en ataque que, a poco que despertó, se metió de lleno en el partido.
Un triple sobre la bocina de Leandrinho encendió la mecha y con Varejao replicando cualquier intento de respuesta, un triple de Marcelinho y una canasta de Neto le dieron la primera ventaja del partido al conjunto brasileño (24-26, m.18), que mantuvo su mínima renta hasta el descanso (29-32).
Partido nuevo. Brasil, lejos de salir tan espesa como en los compases iniciales del choque, prolongó su estado de gracia y su telaraña defensiva frente a una Francia incapaz de llevar el partido a su terreno. En el cuadro sudamericano iban desfilando jugadores tomando el peso an ataque. Primero Neto –sueña Murcia-, más tarde Alex Garcia, con dos aciertos consecutivos y finalmente Splitter, con un jugadón para poner la máxima en el luminoso: 34-40 (m.26).
Si hasta entonces el ritmo anotador era bajo, el encuentro entró en una fase en la que cada canasta era un mundo, con el marcador casi parado. Por eso, Marcelinho se sintió ganador cuando apareció con un triple letal a 7 minutos del final (43-51). Diaw intentó cambiar el guion con un par de acciones de pura clase –un 2+1 y una asistencia deliciosas-, mas el propio Huertas, con 5 puntos más seguidos, pareció finiquitar el partido a continuación.
Con Brasil celebrando casi la victoria tras un aro pasado explosivo de Vieira a dos minutos para el final (51-58), los de Magnano olvidaron por momentos que por delante tenían al campeón de Europa. Sin Parker, sí, pero con un oficio que muy pocos tienen en este Mundial. Con Heurtel de líder, los franceses llegaron a ponerse a 1 de su oponente a falta de segundo y medio, pero Vieira desde la personal (63-65) para conseguir un triunfo cuyo peso y simbolismo van mucho más allá del 1-0 en su casillero.
BOXSCORE
Fuente: ACB.com
Foto Gentileza. EFE
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