Estados Unidos tuvo un plácido estreno en la Copa del Mundo después de imponerse por 114 a 55 en un duelo que sirvió para ver la enorme calidad de los americanos y que tuvo el interés de comprobar el buen estado físico de Derrick Rose.
Como vendrá a ser tónica en todo el campeonato, el rival de Estados Unidos salió al duelo con un punto extra de motivación. Eric Murphy (jugador de Chicago Bulls) representaba esa ilusión por medirse al ogro del Mundial y gracias a ese plus de emotividad Finlandia aguantó en el partido gracias a su efectividad en los tiros a media y larga distancia (8-11).
Finlandia planteó un partido de ritmo bajo y cuando erraba en ataque paró los contraataques americanos a base de faltas. Sin ritmo pero acertando desde la personal, Estados Unidos se escapó en el marcador con un parcial (4-17) para irse 16 arriba antes del final del primer cuarto.
El desorden finés permitió que los americanos se adueñaran del partido en poco más de cinco minutos. Las siete pérdidas de balón que sumaron al final del primer periodo y el escaso 32% de efectividad en sus lanzamientos dejaron despejado el paseo hacia la victoria americana.
Con ocho jugadores sumando ya en el inicio, la anotación se la repartieron entre Faried, muy intenso en el inicio, James Harden y un Derrick Rose (12 puntos y tres asistencias) al que se le vio muy intenso y rápido... aunque es cierto que delante encontró poca oposición. O ninguna porque el segundo cuarto de Finlandia fue para enmarcar en el museo de los horrores baloncestísticos.
Perdió 10 balones, encajó un parcial de 2-29 y fue incapaz de meter ninguna canasta en juego (0/17) durante los segundos 10 minutos. Frente a ello, Anthony Davis hizo camino y acompañó con 11 puntos (acabó con 17) el buen hacer de Harden. Con 18 a 60 en el marcador, ya no hubo más historia que contar tras la primera parte.
Finlandia, después de 19 intentos y más de 12 minutos de juego, logro sumar puntos en acciones de juego vivo. Fue con una canasta de Kotti y fue una excepción dentro de las dificultades generales que se encontraron los fineses para pisar la pintura y sumar puntos.
Su primer triple llegó al decimoquinto intento, pero por entonces USA estaba a años luz en el marcador (29-72). Por entonces, Estados Unidos levantó su presión y Finlandia pudo disfrutar minutos de intercambio de canastas en un momento de juego donde el baloncesto se convirtió en un correcalles donde los triples de Klay Thompson (4/7 para 18 puntos) o las penetraciones de Rose ponían gotas de calidad en un choque que no tuvo más historia que la que quiso Estados Unidos.
BOSCORE
Fuente: ACB.com
Foto Gentileza: EFE
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