Grecia confirmó el favoritismo imperante en el Grupo B (Sevilla), imponiéndose a Senegal con un claro . Sigue la estela de Argentina y Croacia, que también lograron la victoria en la primera jornada. Kaimakoglou, con 14 puntos sin fallo en el segundo cuarto, mató un partido que nunca llegó a estar vivo.
Senegal comenzó intentando imponer su poderío físico a Grecia, pero la calidad de los helenos era incontestable para los africanos. Printezis causó estragos entre la defensa con sus movimientos al poste y lideró la primera ofensiva de su equipo (13-4, min. 7). Senegal, sin ideas en ataque, aguantó el cuarto como pudo. Justo cuando Grecia se atascó en los últimos minutos, apareció Vasileiadis para mantener el colchón (18-9).
El segundo cuarto fue demoledor para Senegal. Los griegos se entonaron con su segunda unidad en pista y amenazaron con romper el partido desde los primeros compases de período (29-11, ,min. 13). Kaimakoglou tomó el relevo en la anotación (14 puntos en el cuarto) y fundió a una Senegal completamente perdida. Grecia, fiel a las directrices de Katsikaris, realizó un tremendo despliegue de circulación de balón, defensa y concentración (45-17).
Los dos siguientes períodos no tuvieron misterio alguno. Grecia mantuvo la más que holgada ventaja obtenida y Senegal continuó intentando salvar los muebles, sin pensar en la paliza que les estaba cayendo. En ningún momento llegó a peligrar el partido y toda la segunda parte tuvo más de trámite que de juego real. Grecia continuó haciendo probaturas a gusto de Katsikaris que, apuntó también los tintes, no solo del juego de su equipo, sino de su esquema: rotaciones constantes.
Los dos siguientes períodos no tuvieron misterio alguno. Grecia mantuvo la más que holgada ventaja obtenida y Senegal continuó intentando salvar los muebles, sin pensar en la paliza que les estaba cayendo. En ningún momento llegó a peligrar el partido y toda la segunda parte tuvo más de trámite que de juego real. Grecia prosiguió haciendo probaturas a gusto de Katsikaris, que apuntó también los tintes, no solo del juego de su equipo, sino de su esquema: rotaciones constantes.
La principal y única conclusión que se puede sacar del partido, pese a la baja entidad del rival, es lo temible que puede llegar a ser el conjunto heleno. Ideas claras, variantes tácticas ricas y siempre con diferentes opciones; rotaciones, agresividad y una circulación de balón exquisita. Y, sobre todo, calidad. Mucha calidad. Cada hombre de Grecia tiene peligro en sus manos y Katsikaris lo explota hasta desquiciar al rival. Habrá que esperar a medirse con un rival de potencial similar para valorar su brillantez.
BOXSCORE
Fuente: Zona Dos Tres
Foto Gentileza: EFE
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