Si hay un nombres dentro del básquetbol argentino que se ha agigantado en límites insospechados en estos últimos tiempos es sin dudas el de Matías Bortolín. De rompe y raja el ala pivote de la selección nacional se puso en boca de todos y las pretensiones por contar con sus servicios llegaron una tras otra. Pero al final del camino el que se quedó con él fue Atenas, club que es su casa. En el que se formó de chico y pudo debutar en la Liga Nacional.
También el que le sirvió de trampolín para hacer sus primeras experiencias en el exterior desde ya hace cuatro años.
Ayer, cerrando e iniciando al mismo tiempo una nueva etapa de su vida, Bortolín se llegó por barrio General Bustos y estampó su firma con el Verde para vestir su camiseta durante la temporada 2014/15. Se presentó ante sus futuros compañeros, se lo vio feliz y también muy motivado por lo que le ha sucedido en tan poco tiempo.
“Nunca había entrado aquí, es impresionante. Es la primera vez”, dijo obnubilado al ingresar a la sala de trofeos de la institución para poner el gancho.
“No fue difícil. Quería volver a casa y poder estar más tiempo con mi familia”, le respondió Bortolín a PODIO sobre la complejidad que significó darle el sí a Atenas.
-¿Pesó mucho esta vez la necesidad de afectos?
-Este año sí, porque extrañé bastante y me perdí cosas que no van a volver a pasar. Por otra parte tenía muchas ganas de jugar en este club que es mi casa. Además, me gusta mucho el equipo que se ha formado, estamos armados para pelearla bien arriba. La verdad es que quisiera salir campeón.
- ¿Qué significa este club para vos?
- Mucho. Es el lugar en el que me formé y crecí. Ésas son cosas que uno nunca se olvida y que además me generan muchos recuerdos.
- ¿Hablaste con el entrenador Arrigoni?
- No mucho, pero sí fue claro. Me dijo que no me va a pedir nada que no pueda hacer, al contrario. Que juegue como yo sé.
Un presente de Selección
Hoy por hoy su nombres es de los apuntados como parte del gran futuro que tiene el básquetbol argentino, pero eso parece no marearlo. Al respecto, comentó: “Lo tomo tranqui, sabiendo que tengo que seguir trabajando, entrenando y siendo como soy dentro y fuera de la cancha”.
- No debe ser fácil saber que hoy todos los están mirando...
- No, para nada. Somos el recambio y eso es algo de lo que hace tiempo se viene hablando. Pero en este momento nosotros vamos a tratar de apoyar a los más experimentados para poder hacer un buen Mundial.
-¿Cómo tomaste lo elogios de Luis Scola para con vos y Marcos Delía?
-Obviamente te motiva y te da mucha confianza. Las ganas de jugar con ellos y para ellos son tremendas.
-Te ha llegado todo de golpe.
(Silencio) No es fácil. Pasó todo muy rápido. Desde la convocatoria a China, después el Pre Mundial (Caracas, Venezuela); volver a la Liga el año asado con Regatas... Estoy viviendo un lindo momento.
Fuente: La Mañana
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