El base uruguayo estuvo muy cerca de Peñarol de Mar del Plata pero su respuesta fue negativa y en la vorágine su determinación se esfumó en el mercado de pases. Sin embargo, todo tiene un motivo.
Sin problema, habló sobre su decisión y explicó por qué tomó la opción de continuar un temporada más en Defensor Sporting. Su grado de madurez deportiva le resulta insuficiente como para salir al exterior y tomar el desafío de vestir la camiseta del campeón de la Liga Nacional.
¿Por qué rechazaste la oferta de Peñarol de Mar del Plata?
La oferta fue concreta e irrechazable en la parte deportiva porque sabemos lo que significa Peñarol de Mar del Plata, un equipo con mucha gloria y muchos títulos en una ciudad que se respira básquetbol. Me costó mucho tomar la decisión y si hubiese sido otro equipo, quizás no me dudaba tanto. Pero resultó que tenía un acuerdo de palabra con Defensor Sporting y de repente me agarró mal parado porque ya había perdido un poco las expectativas de emigrar este año. No fue fácil tomar la decisión, tengo todos mis afectos en Montevideo y creo que para dar un salto semejante no hay que dudarlo, hay que hacerlo sin pensar y no me surgió así. Hablando y asesorándome con amigos y la familia opté por continuar un año más en mi club. Si más adelante surge otra posibilidad, debo hacerlo sin dudar.
¿Entonces por dónde pasa la decisión, por lo deportivo o lo personal?
Es una decisión personal por la comodidad que tengo en mi país y en mi club. Obviamente que en lo deportivo era indudable por lo que significa Peñarol. Simplemente fue personal porque creía que no era el momento conveniente de emigrar. Uno nunca sabe si tendrá otra chance de semejante magnitud. Espero que las haya y no dudarlo para tomar el desafío.
¿Te enteraste cómo tomaron tu decisión en Peñarol?
La verdad que estoy muy contento por la forma de proceder de mi agente y mía siempre fue respetando las dos partes. Intenté tomar la decisión lo más rápido posible para que mi club busqué un reemplazo y Peñarol pueda tomar otra opción. Nunca avance ni profundicé en la negociación antes de tomar una decisión para respetar las dos partes. Espero que lo hayan tomado bien porque no tengo nada contra
Peñarol, estoy orgulloso de haber recibido una oportunidad de semejante magnitud. Esperemos que me queden las puertas abiertas y en un futuro cuando vaya realizar las cosas de la mejor manera.
Por otro lado, te llamaron de la Selección Uruguaya por las ausencias de Jayson Granger y Panchi Barrera para el Sudamericano en Isla Margarita.
Sí, es un orgullo. Es el tercer año consecutivo que me toca estar representando en mi país. Hablando con Adrián (Capelli) me pareció una persona bárbara, con los objetivos muy claro para dejarlo todo por el equipo. Estoy feliz de volver a estar en la selección, eso me motiva mucho.
¿Y cómo juega en tu cabeza que te hayan llamado por algunas bajas?
Lamentablemente no podemos contar con esos jugadores. Serían fundamentales para nosotros por la clase y la jerarquía que tienen en sus clubes. En mi caso, lo tomo con mucho compromiso. A Bruno (Fitipaldo) ya le tocó estar en el Premundial como titular, es un caso más avanzado al mío. Hay que prepararse y aprender de los más grandes. Ahora tenemos la suerte de tener a Martín Osimani, un ejemplo verlo entrenar y constantemente está dando el ejemplo de cómo se hacen las cosas. Eso nos sirve a nosotros porque es un gran capitán y debemos aprender para cuando nos toque tener más participación dentro del equipo, estar preparados para el desafío.
¿Golpeó muy fuerte perder la segunda final consecutiva con Defensor Sporting?
Sí, fue muy duro. Esta temporada en inversión no estábamos entre los que podían llegar a las Finales pero eliminamos a Aguada con todo lo que logró este año a nivel internacional. Pese a perder la final, fue un gran año para nosotros. Nos quedó en el tintero tener un mejor rendimiento en las finales, ninguno se quedó conforme con lo que entregó y podríamos haber dado algo más. Todavía el plantel de Defensor Sporting, tiene mucho para aprender y si Dios quiere, la tercera será la vencida.
Fuente: Reloj de 24
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