Agónico 81 a 79 de Peñarol sobre Boca. El equipo marplatense a falta de dos minutos caía por seis y había perdido a Leiva por faltas. Pero tuvo el corazón caliente y la mente fría para cerrar. Un doble de Boccia, cuando restaban 4', consumó el vuelco.
Peñarol logró un triunfo con sabor a hazaña. Boca, sin Cequeira y Aguerre, lo tuvo al borde del nocaut. Pero el equipo marplatense sacó fuerzas de donde ya no había y ejecutó todo bien en el cierre. Clausuró su aro, encontró un triple angustioso de Sosa para igualar, recuperó la bola final cuando su rival tenía el cierre y Boccia, llegando en bandeja y de contraataque a falta de 4'', estableció el 81 a 79 final para el primer partido de una de las dos series semifinales de la Liga Nacional de Básquetbol. El segundo partido se disputará en este mismo escenario mañana a las 21.
Si Quilmes había sido duro para Peñarol, Boca lo fue mucho más. El equipo marplatense jugó más incómodo todavía que en el play-off anterior. Los de Carlos Duro lo tuvieron maniatado durante toda la primera parte con una defensa sensacional.
Más allá de las bondades defensivas del rival en el apartado defensivo, al equipo local, muy frustrado, nada le salió prácticamente en el primer tiempo. Campazzo cerró la etapa inicial sin puntos y con apenas dos asistencias. Boccia tampoco anotó. Leo Gutiérrez apenas un doble, con 0/4 más allá del arco de los tres puntos. Total del equipo en tiros de tercera dimensión: 1 de 10, apenas el 10%. De no creer.
Apenas Leiva, y costándole todo mucho, hizo algo de daño en el poste. Al menos, provocó faltas. Flowers y Battle, los dos extranjeros rivales, enseguida se pusieron con dos cada uno y vieron casi toda la primera parte de afuera. Pero ni eso pudo aprovechar Peñarol.
A Boca, es cierto, no le sobró mucho. El equipo local también opuso una defensa fuerte y efectiva. Puede decirse que tuvo los mismos problemas “milrayitas” para anotar cerca del canasto.
Pero encontró la llave con el acierto exterior de Selem Safar. Casi local en el Polideportivo, el zurdo anotó tres de sus cuatro intentos de tres puntos en la primera mitad. Esa, en definitiva, fue la única vía de gol natural que uno y otro abrieron en el cerradísimo primer tiempo.
Boca siempre manejó una pequeña diferencia. Con un doble agónico de Lucas Faggiano la llevó a 19-14 al final del primer cuarto. Y, más armónico a la hora de atacar, logró llevarla a una máxima de 27-16 cuando restaban poco menos de ocho minutos para el descanso.
Con un gran esfuerzo defensivo, con algo de gol de Sosa, Peñarol logró recortarla un poco. Pero, cuando estaba para poner presión, una acción clave le hizo perder casi todo el terreno. Con el marcador 30-25, Campazzo con un amague se abrió el callejón para atacar por el eje y, en lugar de poner una bandeja, falló una volcada. Boca, rápido, movió la pelota velozmente y Prato castigó con un triple desde la punta izquierda para poner un 33-25 final para la primera parte. Una linda diferencia en un partido de poco gol.
Pero poco duró ese estado de cosas. Increíblemente, en el tercer cuarto se mataron a pelotazos. Peñarol revivió, impuso su ritmo, encontró el tiro exterior y recuperó para la causa a Campazzo y Gutiérrez, que volvieron del vestuario en plan protagónico. En apenas dos minutos, de la mano de ambos, el equipo local emparejó la partida con un parcial de 10 a 2.
Pero no pudo torcerle el brazo a Boca, pese a que mantuvo la variedad y frescura de su ataque a lo largo de todo el parcial. El equipo visitante reaccionó pasando el balón a Flowers, quien mostró su gran jerarquía tomando, y con éxito, cinco tiros calientes prácticamente consecutivos para detener la escalada local. Y Safar apareció enseguida con dos bombazos en apoyo del moreno. Así el conjunto porteño recuperó, a duras penas, el control de la situación y se fue al descanso corto 58 a 55 arriba.
Después del fabuloso tercer cuarto, el último mantuvo la paridad e incertidumbre tres o cuatro minutos más. Pero Peñarol nunca pudo tapar a Safar y se le agregó el problema de las cuatro personales de Leiva. La circunstancia la aprovechó Battle para aparecer en toda su dimensión y Boca volvió a manejar ventajas de seis puntos a falta de tres minutos y fracción. Para colmo, en esa recta final, Peñarol perdió a Leiva definitivamente por infracciones. Parecía enterrado.
Pero la presencia de ánimo de todos y un triple de Sosa desde la punta derecha lo llevó a igualar en 77 a falta de 45 segundos. Y Campazzo estableció un nuevo empate en 79 a falta de 22 segundos.
El cierre le quedó a Boca. Pero Faggiano no lo manejó bien y entre Boccia y Campazzo le robaron la pelota y se fueron raudos al otro aro. Asistencia del cordobés y bandeja de Boccia a falta de cuatro segundos y una buena defensa sobre Safar consumaron el milagro. Peñarol está 1-0 cuando estuvo al borde del nocaut.
Síntesis:
Peñarol (81): Facundo Campazzo 12, Forrest Fisher 4, Adrián Boccia 12, Leonardo Gutiérrez 17, Martín Leiva 13 (x) (FI) Isaac Sosa 17, Franco Giorgetti 0, Gabriel Fernández 4, Axel Weigand 0, Matías Ibarra 2. Dt: Fernando Rivero
Boca (79): Lucas Faggiano 4, Selem Safar 28, Patricio Prato 14, Gary Flowers 13, Robert Battle 12 (FI) Alejandro Diez 3, Marcos Delía 5, Lucas Gargallo 0. Dt: Carlos Duró.
Progresión: Peñarol 14-19, 25-33, 55-58 y 81-79
Árbitros: Pablo Estévez-Fernando Sampietro-Leonardo Zalazar
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (Mar del Plata)
Serie: Peñarol 1-0.
Fuente: La Capital
Foto Gentileza: Prensa Peñarol
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