La victoria más festejada

Para festejarlo toda la noche. Contra todos los pronósticos, Quilmes logró anoche un resonante triunfo frente al vigente campeón de la Liga Nacional "A" de Básquetbol, Regatas Corrientes. Lo superó por 79 a 76, por la 28ª fecha de la segunda fase, en el estadio de Once Unidos, que vivió una noche inolvidable. El "tricolor" volvió a parecerse al de sus mejores momentos en la temporada en curso, y con la victoria logró varias cosas en una sola.

La principal, asegurar su clasificación para los play-offs. Pero además, volvió a ganar dos partidos seguidos después de mucho tiempo; también, después de mucho tiempo, consiguió derrotar a un equipo ubicado en el Top-4 de la competencia. Y por añadidura, además de hacerse un favor a sí mismo, indirectamente benefició a Peñarol, en su particular lucha con los correntinos por el número uno en la fase regular. ¿El triunfo más importante de la campaña? Tal vez.

Tan convincente fue el rendimiento de Quilmes durante 32/34 minutos, que ni siquiera debió haber padecido algún sobresalto hacia el final. El cierre tendría que haber sido más desahogado, pero enfrente estaba un adversario de jerarquía, que no jugó bien y aún así asi le amarga la fiesta.

Es rigurosamente cierto que Regatas no estuvo a la altura de sus antecedentes. Pero eso no le importó a Quilmes, que de todas maneras también contribuyó a que los correntinos hicieran un partido flojito.

Sin restarle méritos al gran trabajo del "tricolor", no es frecuente ver un partido en el que Regatas convierta sólo 4 de 22 triples (18%), cometa 21 pérdidas y en el que Paolo Quinteros se equivoque tanto. Aunque Quilmes haya contribuido a esa incomodidad con la que su rival afrontó el juego.

En principio, quedó la sensación de que los de Nicolás Casalánguida no afrontaron el inicio del juego con la misma energía que el local, que arrancó firme en un cuarto inicial de rachas, lo que propició cambios drásticos en el resultado.

Las muy buenas respuestas otorgadas por los relevos del local abrieron la primera brecha importante en el segundo cuarto (43-33), gracias a la defensa (con gol) de Tayavek Gallizi, el volumen de juego de Luca Vildoza y el orden de Maximiliano Maciel. Y la reaparición a pleno del contraataque.

Regatas había encontrado una veta con la conexión entre Javier Martínez y Matías Bortolín, casi como única línea de producción.

A un rival como el actual campeón no se le puede aflojar ni un instante. Quilmes lo hizo en el arranque del tercer cuarto, sometido por el gran pasaje defensivo del visitante, que erigió a Miguel Gerlero y Bortolín como definidores exclusivos, las únicas opciones que permitió el equipo de Leandro Ramella, que repartió mejor sus tiros.

La supremacía se transformó en fiesta completa a los 4' del último cuarto. La defensa anticipó y el contraataque fue un vendaval. Estaba para el golpe de nocaut (72-57), pero aparecieron las dudas. Quilmes no pudo o no supo congelar el ritmo. Se apresuró, se equivocó, se quedó sin gol y hasta regaló una falta técnica sancionada contra Fabián Sahdi.

Parecía que se venía la noche, pero el propio base fue el encargado de su autoredención: provocó una falta ofensiva de Quinteros -en una de las peores noches de su carrera- y después anotó los dos libres que garantizaron una victoria inolvidable.

Síntesis:

Quilmes (79): Fabián Sahdi 7, Walter Baxley 11, Federico Marín 12, Mario Ghersetti 11, Diego Romero 5 (formación inicial); Luca Vildoza 16, Maximiliano Maciel 7, Federico Piñero 3, Lucas Ortiz 0, Tayavek Gallizzi 7. DT: Leandro Ramella.

Regatas (76): Phillip Mc Hopson 17, Paolo Quinteros 4, Miguel Gerlero 20, Ricky Sánchez 7, Pedro Calderón 5 (formación inicial); Matías Bortolín 14, Nicolás Romano 3, Javier Martínez 2, Nicolás Brussino 4. DT: Nicolás Casalanguida.

Progresión: 20-19, 43-35, 62-55 y 79-76.
Arbitros: Fabricio Vito y Julio Dinamarca.
Estadio: Once Unidos.

Fuente: La Capital

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