Cordobazo


Atenas se impuso en el Polideportivo. En el estreno y despedida de la camiseta floreada, el equipo marplatense defeccionó en el cuarto final. Así perdió como local por segunda vez en la temporada.

Un último cuarto errático, con problemas defensivos y mucho fastidio, le cerró a Peñarol las puertas de un triunfo que parecía encaminado en el primer tiempo. Atenas, con un gran Herrmann y Lábaque enfocado en el cierre, se recuperó y se impuso 93 a 83 por la decimoquinta fecha de la segunda fase de la Liga Nacional de Básquetbol. De paso, se puso a tiro de conseguir la Copa de Verano puesta en juego por la AdC entre los dos equipos.

No está claro si tuvo que ver el aflojamiento que sigue a un duelo tan tenso como el superclásico. O la temática de esta Copa, tan relacionada con el verano. Pero descontracturado es una palabra que le cabe perfectamente al arranque del partido.

Al menos, al primer cuarto. Un atractivo intercambio de gol y gol. Inaugurado por el poder de fuego de Atenas desde posiciones exteriores. Pero enseguida equiparado por el mejor juego de Peñarol.

Campazzo condujo mirando apenas el aro. Pero hizo jugar a todos. Sobre todo a Martín Leiva, gravitante en la porción inicial.

Peñarol utilizó además perfectamente el recurso del contraataque para ajusticiar reiteradamente el lento retroceso cordobés a defensa. Y los posteos de Franco Giorgetti, cuando quedaba emparejado con Lábaque. El conjunto marplatense, con facilidades varias, llegó a escaparse 24 a 17 cuando restaban dos minutos y fracción.

Pero, defensivamente, no dio garantías. Y no pudo casi nunca frenar a Herrmann, poco menos que incontenible, ni tampoco a Elsener, muy certero lanzando desde lejos. Por eso se llevó sólo tres puntos (29-26) de luz al descanso corto.

Los equipos (después de apenas cometer tres faltas en el cuarto inicial) se pusieron más duros en el segundo cuarto. Rivero aprovechó la situación de ventaja para dar ingreso a una rotación que no produjo ofensivamente. Pero que no desentonó en defensa. Atenas dependió exclusivamente del gol de Herrmann y, en menor media, Elsener. Peñarol pudo darse el lujo de hacer descansar todo el cuarto a Leiva. Las muy buenas producciones ofensivas de Boccia y Franco Giorgetti le permitieron llegar 46-41 al entretiempo.

El conjunto local llegó a obtener una máxima renta de ocho puntos (51-43) a los dos minutos del tercer parcial. Y sólo sufrió en todo el cuarto cuatro puntos de Herrmann. Pero la entrada en escena de Diego Guaita fue devastadora. El pivote aplicó cuatro triples y lo emparejó todo. Un triple de Leiva detuvo la escalada cordobesa y le permitió ingresar a Peñarol ganando 68-64 al cuarto final.

Ahí, con un parcial de 9-0, liderado por Lábaque, Atenas pasó 73-68 al frente. Por más firme que intentó ponerse, Peñarol no pudo. Falló lanzamientos factibles, también tiros libres y perdió la calma. Del otro lado, Lábaque, pícaro, jugó un gran cuarto final y Herrmann lo acompañó perfecto ganándose puntos en la línea. A uno y medio del final, un doble largo de Lábaque, autor de 17 puntos en el cuarto, le bajó el martillo al partido.

Síntesis:

Peñarol (83): Facundo Campazzo 4, Adrián Boccia 18, Franco Giorgetti 16, Leonardo Gutiérrez 18, Martín Leiva 16 (FI); Gabriel Fernández 0, Axel Weigand 3, Isaac Sosa 5, Matías Ibarra 0. DT: Fernando Rivero.

Atenas (93): Bruno Lábaque 24, Alexis Elsener 15, Walter Herrmann 30, Diego Guaita 13, Ryvon Covile 6 (FI); Juan Ignacio Brussino 2, Mariano Fierro 0, Nicolás Zurschmitten 3. DT: Marcelo López.

Arbitros: Alejandro Chiti y Rodrigo Castillo.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas.

Fuente: La Capital

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