Dramático triunfo en dos alargues. Jugando bien o mal, en finales apretados se las rebusca. Anoche vio el cielo en el segundo suplementario con una falta y dos técnicas a Schattman que capitalizó con siete puntos consecutivos.
Otro delirio en Once Unidos. Quilmes se las volvió a ingeniar para sacar un partido adelante ante un muy buen equipo y se impuso 106-102 a Gimnasia de Comodoro Rivadavia en un duelo que lo tuvo todo, incluso dos suplementarios, en el marco de la Liga Nacional de básquetbol.
De los dos, Gimnasia siempre ejecutó con más naturalidad en la primera parte. Impuso las condiciones a partir de su mejor juego de pases, de lo mucho que lastimó con sus internos, de su solidez defensiva y del apoyo que significó para los suyos el tiro abierto de Diego Cavaco.
Tras ir ganando fugazmente 7-6, Quilmes estuvo seis minutos sin convertir. Los patagónicos, con un parcial de 10-0, aprovecharon ese pasaje y se fueron 18-9 arriba al descanso corto.
El segundo cuarto fue otra historia. Con mucho esfuerzo, el conjunto de Ramella fue acortando la brecha. Fue importante el ingreso de Vildoza, quien aportó una buena defensa en el perímetro. Y más todavía el de Maciel, el único interno local capaz de lastimar en la pintura. La mejoría ofensiva "tricolor" la completó el gran cuarto de Walter Baxley, quien anotó entonces diez puntos en el parcial.
Con esos argumentos, más una mejoría en la defensa de la línea de pase, Quilmes pudo situarse a sólo un doble (30-32) cuando restaba un minuto. Sin embargo, Gimnasia con el cuarto triple de Cavaco en la etapa se fue al entretiempo 37-32.
El alero marplatense siguió siendo un problema en el tercer cuarto, en el que anotó once puntos más, con otros tres triples. Pero pasó a ser el único sostén comodorense.
Fue el equipo de Ramella el que impuso su dinámica, su vivacidad. Por primera vez en el partido, pudo correr y hacer estragos con los cortes a canasta. Y pudo lastimar adentro con un Romero intratable, autor de catorce puntos en ese tercer parcial, lo mejor de los ?tricolores? en el partido.
De este modo, Quilmes entró al cuarto final 62-61 arriba.
Lentamente el equipo local pareció volcar la balanza en su favor con una formación baja y veloz. Con Piñero como ala-pivote. Diez puntos suyos en el parcial parecieron darle a los locales una ventaja decisiva.
Pero Gimnasia mantuvo su aplomo y Quilmes falló tiros libres claves. De los Santos igualó con un triple en 78 y el conjunto de Ramella no pudo aprovechar el tiro del final.
En el primer alargue repitió la película. Quilmes pareció que iba a imponer su vivacidad y sacó una ventaja de 7 puntos (85-78) a falta de dos minutos y medio. Pero Gimnasia volvió a cerrar con oficio, le empató a falta de 4? con un triple de Schattmann y luego Baxley falló el intento postrero. Otra prórroga.
Ahí la jugada decisiva llegó a falta de 2'51''. Cuarta falta a Schattmann, seguida de doble técnica. Baxley anotó cinco de los seis tiros libres. Y, de la reposición, anotó Marín un doble para llevar la renta a 98-89. Indescontable.
Síntesis:
Quilmes (98): Fabián Sahdi 18, Federico Marín (x) 9, Walter Baxley 29, Mario Ghersetti (x) 4 y Diego Romero 14 (fi); Tayavek Gallizi 4, Luca Vildoza 1, Maximiliano Maciel 8 y Facundo Piñero (x) 19.
DT: Leandro Ramella.
Gimnasia Indalo (88): Nicolás De Los Santos (x) 11, Leonel Schattmann (x) 14, Diego Cavaco 26, Byron Johnson (x) 11 y Samuel Clancy 19 (fi); Pablo Orlietti (x) 12, Santiago Scala (x) 5, Exequiel Cassinelli 2, Gonzalo Alvarez 2 y Leandro Valicenti 0. DT: Gonzalo García.
Progresión: 9-18, 32-37, 62-61, 78-78 y 98-88.
Arbitros: Diego Rougier y Mario Aluz.
Estadio: Once Unidos.
Fuente: La Capital
Foto Gentileza: El Patagónico
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