Lo planteó casi como una partida de ajedrez. Una suma de alternativas tácticas para esconder debilidades y potenciar fortalezas. Y unos movimientos incesantes, calculadísimos, para hacer más largo el plantel: cambios permanentes para cada situación, para cada momento.
Así, con dosis exactas de intensidad y lucidez, Atenas logró el jaque mate soñado, de película: defendiendo la última bola y sacando un grito de desahogo. Fue un triunfo en un cierre para comerse las uñas.
Un 65-64 de visitante sobre Boca Juniors, con una imagen nítida para graficar el valor del triunfo: el abrazo intenso de los entrenadores Martín López y Marcelo Arrigoni.
Después, en el vestuario de la Bombonerita, se oyeron retumbar chapas, al ritmo del “Soy de Atenas, es un sentimiento, no puedo parar…”.
¿Habrá empezado una nueva era para un plantel que hasta aquí no encontró una identidad en la cual reconocerse cuando se mira al espejo? Para llegar a buen puerto, el Griego trazó una hoja de ruta interesante. Largó con un quinteto mucho más “natural” que el miércoles frente a Obras (anoche arrancaron Lábaque, Elsener, Herrmann, Fierro y Guaita) y se empeñó, con gran despliegue en las ayudas y resultados innegables, en impedir que Battle o Delía hicieran pata ancha jugando bien adentro de la pintura y de espaldas al aro.
Y en ofensiva no cayó en el embudo previsible de Herrmann y disfrutó de alternativas. Un combo positivo, claro. De todos modos, tuvo que sufrir de lo lindo.
El Verde arrancó con todas las pilas (10-3 y 20-12), pero el Xeneize se fue al descanso 37-34, gracias a lo que produjo el trío Safar-Battle-Diez. La máxima de Boca (46-38) coincidió con la remontada griega.
Guaita metió ocho puntos seguidos bailando con la más fea y todo cambió. Y si Atenas llegó a los últimos 10 minutos 53-50 también fue porque consiguió que Herrmann zafara de la telaraña de Diez.
En el cierre, un 4-0 por doble de Guaita y corrida definida por Lábaque abrió la brecha (63-59), pero los libres verdes que boquearon en el aro (4 de 6 fallados en un ratito) le pusieron incógnita al final.
¿Cómo lo podía definir el Verde? Con una defensa que mordió y maniató al rival hasta el segundo final. Esa defensa que le hizo ganar el partido de principio a fin.
Síntesis:
Boca: Lucas Faggiano 6 Selem Safar 14 Federico Aguerre 11 Alejandro Diez 7 Robert Battle 15 Patricio Prato 7 Luis Cequeira 0 Marcos Delía 4 DT: Carlos Duro.
Atenas: Bruno Lábaque 8 Alexis Elsener 16 Walter Herrmann 16 Mariano Fierro 2 Diego Guaita 12 Juan I. Brussino 0 Nicolás Zurschmitten 2 Joel Smith 9 Cristian Rossini 0 DT: Marcelo Arrigoni.
Parciales: 1º: Boca 16-Atenas 22; 2º: 37-34 (21-12); 3º: 50-53; 4º: 64-65 (14-12).
Árbitros: Alejandro Ramallo y Julio Dinamarca.
Estadio: Luis Conde.
Fuente: Mundo D
Foto Gentileza: ligateunafoto.com
Así, con dosis exactas de intensidad y lucidez, Atenas logró el jaque mate soñado, de película: defendiendo la última bola y sacando un grito de desahogo. Fue un triunfo en un cierre para comerse las uñas.
Un 65-64 de visitante sobre Boca Juniors, con una imagen nítida para graficar el valor del triunfo: el abrazo intenso de los entrenadores Martín López y Marcelo Arrigoni.
Después, en el vestuario de la Bombonerita, se oyeron retumbar chapas, al ritmo del “Soy de Atenas, es un sentimiento, no puedo parar…”.
¿Habrá empezado una nueva era para un plantel que hasta aquí no encontró una identidad en la cual reconocerse cuando se mira al espejo? Para llegar a buen puerto, el Griego trazó una hoja de ruta interesante. Largó con un quinteto mucho más “natural” que el miércoles frente a Obras (anoche arrancaron Lábaque, Elsener, Herrmann, Fierro y Guaita) y se empeñó, con gran despliegue en las ayudas y resultados innegables, en impedir que Battle o Delía hicieran pata ancha jugando bien adentro de la pintura y de espaldas al aro.
Y en ofensiva no cayó en el embudo previsible de Herrmann y disfrutó de alternativas. Un combo positivo, claro. De todos modos, tuvo que sufrir de lo lindo.
El Verde arrancó con todas las pilas (10-3 y 20-12), pero el Xeneize se fue al descanso 37-34, gracias a lo que produjo el trío Safar-Battle-Diez. La máxima de Boca (46-38) coincidió con la remontada griega.
Guaita metió ocho puntos seguidos bailando con la más fea y todo cambió. Y si Atenas llegó a los últimos 10 minutos 53-50 también fue porque consiguió que Herrmann zafara de la telaraña de Diez.
En el cierre, un 4-0 por doble de Guaita y corrida definida por Lábaque abrió la brecha (63-59), pero los libres verdes que boquearon en el aro (4 de 6 fallados en un ratito) le pusieron incógnita al final.
¿Cómo lo podía definir el Verde? Con una defensa que mordió y maniató al rival hasta el segundo final. Esa defensa que le hizo ganar el partido de principio a fin.
Síntesis:
Boca: Lucas Faggiano 6 Selem Safar 14 Federico Aguerre 11 Alejandro Diez 7 Robert Battle 15 Patricio Prato 7 Luis Cequeira 0 Marcos Delía 4 DT: Carlos Duro.
Atenas: Bruno Lábaque 8 Alexis Elsener 16 Walter Herrmann 16 Mariano Fierro 2 Diego Guaita 12 Juan I. Brussino 0 Nicolás Zurschmitten 2 Joel Smith 9 Cristian Rossini 0 DT: Marcelo Arrigoni.
Parciales: 1º: Boca 16-Atenas 22; 2º: 37-34 (21-12); 3º: 50-53; 4º: 64-65 (14-12).
Árbitros: Alejandro Ramallo y Julio Dinamarca.
Estadio: Luis Conde.
Fuente: Mundo D
Foto Gentileza: ligateunafoto.com
Comentarios