Sergio Hernández le puso fin a su exitoso ciclo en Peñarol. En el mismo lugar donde empezó la historia de amor, “Oveja” ofreció su corazón y una conferencia de prensa ante el clamor popular. “Tengo una casa más para disfrutar. Puedo venir y sentirme cómodo” sentenció
Se despidió en el living de su casa. Y rodeado de amigos y conocidos. Invitó a un montón de locos. Pero como hay confianza, no tuvo que cuidar nada. Nadie le robó el protagonismo. Fue la estrella que iluminó la noche en la sede de Peñarol, como hace seis años cuando asumió.
Claro que en ese entonces no eran familia. Hoy sí, Sergio Hernández puso pausa en su historia a la par del “Milrayitas”, cerrando el ciclo más ganador que incluyó 10 títulos.
Asistieron los dirigentes que fueron sus laderos y también sus últimos “soldados”. Jugadores y cuerpo técnico lo acompañaron en este hasta luego. Y los hinchas, también, colmando las tribunas.
Y respondió todo. Pensó cada sentencia como siempre. La elaboró y la soltó.
“Oveja” ingresó a las 19,16 al microestadio y disfrutó de su primera ovación. Habló durante un rato largo, también lo hizo el presidente Domingo Robles y después, llegaron las preguntas de la prensa.
A pesar de lo extenso, nadie se movió. Y el cierre fue a pura emoción. Tras la entrega de una serie de presentes, una camiseta con el “6 años de Gloria” en la espalda y un emotivo video, llegaron las lágrimas suyas y las de varios de sus jugadores. Luego los abrazos y un adiós muy sentido.
“Oveeeja, Oveeeja”, sonó primero desde los dos costados. Después un “muchas gracias de verdad. Esta hinchada nunca más te va a olvidar”, también el “Sergio no te vayas, Sergio vení. Quedate en la Peña te vas a divertir”.
“Peñarol y yo necesitamos una pausa. Vivimos un ciclo muy emparentado con el éxito. Fue muy difícil tomar la decisión, pero la uní a otra que es no dirigir en Liga la próxima temporada. Atravesamos un proceso muy largo, muy especial y muy fuerte. No me imagino en el banco de otro equipo. Tengo una identificación muy fuerte y va a ser muy difícil sacarme la camiseta de Peñarol”, sentenció Hernández en sus primeras palabras hacia los invitados. “Disculpen las pausas, pero tengo muchas cosas en la cabeza. Todo lo que iba a decir quedó en segundo plano. Me cuesta hablar. Gracias de corazón”, agregó el anfitrión.
Luego tomó la posta el presidente, Domingo Robles, y dijo: “es un día jodido. No es fácil. Estoy triste porque se va Sergio, pero es muy grande el legado que deja. Vino un entrenador y se va un amigo. Esta es su casa y cuando uno quiere volver, solo tiene que discar el teléfono. La familia peñarolense simplemente te dice gracias por todo”.
A LOS SUYOS
“Después del partido con Lanús no hablé con los jugadores. No los vi más. Estaba vacío, como si me hubieran sacado toda la sangre. No entendía nada, pero no por el fin del ciclo, fue por la derrota”, continuó “Oveja” mirando a su plantel, ubicado en las sillas sobre la izquierda de la mesa de oratoria. “Creo que es un buen momento para hablarles.
La elección del personal es clave para un entrenador. Somos el material con el que contamos. Y yo tuve unos jugadores increíbles, comprometidos con la camiseta de Peñarol, con un orgullo increíble”, agregó.
Y los elogios siguieron, ante la mirada y la emoción del plantel. Lisandro Rasio, Facundo Campazzo, Matías Ibarra, Martín Leiva, Marcos Mata, Selem Safar, Leonardo Gutiérrez, Franco Giorgetti y Fernando Podestá recibieron la última caricia. “Nos quedamos afuera en semifinales pero cualquier otro equipo, con todos los problemas que tuvimos, se hubiera quedado antes. No tuvimos más nafta, pero buscábamos sangre en cualquier lado para poder seguir. Llegamos con posibilidades por el espíritu competitivo que tienen estos tipos”, refirió Hernández. Y cerró sentenciando: “Prefiero perder con ellos y no ganar con otros”.
CON LA PRENSA
Después fue el tiempo de responder las preguntas del periodismo. “No tengo idea cómo es lo que va a venir. No estuve nunca fuera de esto que es mi trabajo desde los 15 años. Ahora me abocaré a algunos proyectos personales que tengo postergados, también quiero incorporar conocimientos, viajar y perfeccionarme. Quiero aprender”.
Luego fue consultado sobre lo que se llevaba del Mundo Peñarol. Y Hernández contestó: “este club es una parte muy grossa de mi vida. Siempre te llevan a hacerte hincha. Un club es su gente y Peñarol tiene un potencial como pocas veces vi en el básquet. Tienen un tesoro. Acá no te podés quedar, acá hay que seguir y pelear. Te arrastran. Eso me enamoró. Tengo una casa más para disfrutar. Puedo venir y sentirme cómodo”.
También, haciendo un análisis del ADN del club que lo cautivó, Hernández describió: “No se creen los mejores cuando ganan ni los peores cuando pierden. Disfrutan de las victorias y sufren con las derrotas”.
Sobre las cuentas pendientes, dijo que le faltó “insistir un poco más en algunas cosas que yo creo que Peñarol tiene que hacer para seguir creciendo, desde la experiencia que me dan mis 20 años de Liga”. Y sentenció: “y me quedó atragantado no haber salido tetracampeón”.
Además, el técnico que logró 10 campeonatos con el “Milrayitas”, se refirió a Fernando Rivero, quien fue su asistente y podría continuar en el cargo. “No me corresponde decir si tiene que seguir él o no. Pero sí puedo asegurarles que fue un gran asistente, que hizo el trabajo sucio. Tiene una forma de ser muy buena con los jugadores, pero fundamentalmente tiene compromiso con este club. Es otro enamorado. Es una persona noble y fiel. Ojalá que lo puedan seguir disfrutando”.
Como hace seis años, cuando alquiló la casa y le dieron la bienvenida, invitó a todos para una gran despedida. Claro que, la fisonomía suya y del resto cambió, incluso la de su casa. Más moderna, pero con el calor de siempre, su hogar esperará el regreso, cuando él quiera que la pausa llegue a su fin. Sergio Hernández ofreció su corazón.
SUS TÍTULOS EN PEÑAROL
Liga de las Américas 2008
Súper 8 2009
Liga de las Américas 2010
Liga Nacional 2009-2010
Copa Argentina 2010
Liga Nacional 2010-2011
Interligas 2010
Súper 8 2011
Interligas 2012
Liga Nacional 2011-2012
Recuerdos que no va a olvidar
“Lo de Mexicali siempre se me viene primero cuando me piden recordar momentos. Fue un festejo muy fuerte. Explotaron los que estaban ahí. Y yo me quedé sentado, mirándolos”
“Un momento que recuerdo es ver a estos tipos festejar como chicos, aunque habían ganado tantas cosas”
“La licencia fue otro. Todos tuvieron un costado humano muy valorable. Desde la dirigencia hasta los jugadores. Me sentí muy protegido”
“La presentación en 2007 ocupa un lugar importante pero creo que ahora será superado por el que vivimos esta noche”
Fuente: Diario El Atlántico
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