A través de las redes sociales, el técnico bonaerense que hoy conduce a Lanús reconoció que enfrentarse en la final es una situación “incómoda” para él. No obstante, aclaró que “sea cual sea el resultado, sepan que mi respecto y cariño será el mismo de siempre”.En Regatas Corrientes ya es especial llegar a la final de la Liga Nacional de Básquetbol, aunque no deja de tener un condimento extra el hecho de dirimir el título ante el Lanús de Silvio Santander, el entrenador que forma parte de la historia rica del equipo del parque Mitre.
Es que el DT bonaerense supo conquistar logros importantes en sus dos etapas al frente de Regatas. La primera fue cuando en febrero de 2004 reemplazó a Jorge Caballero en el equipo que por entonces deambulaba por el TNA. En muy corto lapso, Santander logró imprimirle un espíritu ganador a los jugadores hasta alcanzar el triunfo 3 a 1 en la serie de semifinales contra Conarpesa de Puerto Madryn, revirtiendo la ventaja de localía. El premio de acuerdo al formato del torneo fue ni más ni menos que el ascenso a la Liga Nacional.
Después de dirigir una temporada en la máxima categoría, Santander y Regatas se tomaron un impasse. El técnico fue a trabajar a México y se consagró campeón en aquel país.
Pero el destino los volvió a unir, cuando promediando la temporada 2006/07, se subió a un barco que andaba a la deriva con Gonzalo García y él lo pudo guiar hasta semifinales (1-3 con Peñarol).
Así ya pasó a ser idolatrado por la afición regatense y también se ganó el derecho a diagramar un proyecto de mayor plazo.
Por eso, en la campaña siguiente, pudo confeccionar un equipo de excelente rendimiento (con Alejandro Montecchia, Javier Martínez, Chuckie Robinson, entre otros) y que comenzó a cosechar los primeros títulos, como ser la Copa Argentina 2007 y la Liga Sudamericana 2008. Si quedó en cuartos de final en el ámbito criollo fue porque disputó la serie contra Quimsa (3-1 ganaron los santiagueños) en simultáneo con la definición sudamericana ante Flamengo de Río de Janeiro.
Con el crédito abierto para la LNB 2008/09, Santander mantuvo un plantel competitivo y le dio más brillo de la “Generación Dorada” con el arribo de Federico Kammerichs. No obstante, pese a los nombres, no alcanzó la regularidad esperada Regatas. Eso sí, en el Súper 8 realizado en Capital Federal en 2008, no falló y se coronó frente al anfitrión Obras Sanitarias.
Un nuevo trofeo que pasó a engrosar los méritos de Regatas en la elite, aunque el desgaste -en el receso Santander también había dirigido a la selección de México- a la larga hizo mella y con una serie de resultados negativos, optó por dar un paso al costado (ocupó esa vacante Pablo D’Angelo, hoy técnico de San Martín).
Así fue como luego Santander encontró refugio en Lanús, su tierra natal. Oriundo de esas latitudes, el entrenador supo ensayar un rumbo ascendente con el “granate” al punto de llegar hoy a la final de la Liga Nacional, donde tendrá la chance incluso de tomarse revancha por la caída en la temporada pasada ante -casualmente- Regatas en el quinto juego de cuartos como local.
El mensaje
Con toda esta historia de festejos que los une, Silvio Santander expresó a través de las redes sociales su sentimiento por este cruce definitorio.
En su cuenta de Twitter (@SantanderSilvio), el coach bonaerense escribió: “Traté a través de Facebook explicar cuál es mi sensación de jugar esta final vs. Regatas Corrientes, no puedo en 140 caracteres por aquí. Gracias”.
Y en Facebook, el mensaje de Santander fue el siguiente: “A los hinchas de Regatas Corrientes que me saludan en estos días, sólo decirles, intentar explicarles, que me ha puesto muy contento que Regatas pueda acceder a la final de la LNB, de corazón lo digo.
Al mismo tiempo me ha tocado emocionarme a mí con llegar a la final con Lanús, que es mi lugar en el mundo y un club que también quiero mucho. A partir del lunes el destino nos junta en una Serie Final. No es lindo enfrentarnos, es hasta incomodo para mí, pero no lo elegimos. Sea cual sea el resultado, sepan que mi respecto y cariño será el mismo de siempre y que ambos haremos lo imposible por ganar, como corresponde. Gracias”.
Sin dudas, uno de los entrenadores que dejó su legado en Regatas (como también Fabio Demti, campeón de la Liga de las Américas en 2011 o ahora el propio Nicolás Casalánguida) y que siempre tendrá las puertas abiertas si el futuro en algún momento los vuelve a unir...
Fuente: Diario Época
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