La chapa del campeón



Peñarol le hizo sentir todo su poderío al líder Regatas Corrientes y lo aplastó en el Polideportivo ante un marco importante. El elenco marplatense recuperó su mejor versión y redujo a su rival a una expresión mínima.

Se debía una actuación así Peñarol para enterrar las dudas que había sembrado su irregularidad. Sucede que a cualquier seguidor asiduo del básquet argentino le comenzaba a extrañar el rendimiento que, a esta altura, posiblemente el mejor equipo en la historia de la Liga Nacional, había mantenido a lo largo de ya un buen tramo de la temporada.

Pero Peñarol se calló a sí mismo. Calló a esas voces que se atrevieron a cuestionar su contemporaneidad. Peñarol es así mismo un conjunto residuable. En su peor versión en largo tiempo, mostró su mejor versión, esa maquinaria basquetbolísta tan difícil de conseguir por estos tiempos. Ya lo saben todos a esta altura, en su pico: NO HAY QUIÉN LE GANE. Lo que también quedó notificado para todos los interesados, este viernes en la noche en el Polideportivo, es que no hay equipo que en su pico, pueda superar el mejor pico de rendimiento de Peñarol. (Archívese).

El tricampeón dejó en claro que está más pleno que nunca y mandó un mensaje para que lo escuche toda la Liga, al derrotar por 90 a 77 al líder Regatas Corrientes en el Polideportivo. Brillante actuación del elenco marplatense, que dio una exhibición de alto vuelo y defendió hasta frustrar y desdibujar al mejor equipo de la competencia.

Cuando Leonardo Gutiérrez está enfocado no hay cómo pararlo. Y este viernes en la noche, en uno de esos partidos que tanto le gustan, el cordobés arrancó decidido a marcar el camino de Peñarol. Lo logró muy rápido, con una notable planilla (15 puntos, con 4/4 en triples y 1/1 en dobles) que le permitió a su equipo distanciarse del líder en el primer cuarto. Con su estrella activa para anotar y pasar, el elenco de Sergio Hernández dominó las acciones, contó con una efectividad de ensueño en triples (8/11 desde 6,75 metros) y ganó el primer cuarto 31 a 18.

Regatas se puso más duro en defensa en el inicio del segundo cuarto y, luego de que Peñarol sacara la máxima (36-20), los correntinos forzaron 5 pérdidas del local y descontaron a partir de Romano y Gerlero (36-26). Pero el “Milrayitas” restableció su supremacía de inmediato. Con una gran defensa y un Campazzo brillante (anuló a Paolo Quinteros), el elenco marplatense se distanció para irse al descanso largo ganando 49 a 32.

El tercer cuarto tuvo un único dueño: Facundo Campazzo. Fue integral la tarea del base de Peñarol, que se ganó la ovación de todo el estadio. Defendió, manejó los tiempos y definió de contraataque para evitar cualquier tipo de reacción correntina. La defensa peñarolense frustró a Regatas para demolerlo a triples en las réplicas y cerrar el tercer cuarto con un lapidario 75 a 48.

Ya sin Kammerichs (se dobló un tobillo) en Regatas, Peñarol se tomó un respiro en el cuarto final y los correntinos maquillaron el resultado. Pero el “Milrayitas” logró un resonante triunfo, que le alimenta la confianza para encarar el tramo final de la temporada con la voracidad de siempre. Esa que probablemente al final del camino, sea otra vez suya.

Síntesis

Peñarol (90): Facundo Campazzo 22, David Teague 11, Marcos Mata 8, Leonardo Gutiérrez 25, Martín Leiva 6 (FI) Selem Safar 9, Lisandro Rasio 2, Lucas Tischer 2, Matías Ibarra 0, Fernando Podestá 2, Julián Morales 3. DT: Sergio Hernández.

Regatas (77): Javier Martínez 5, Paolo Quinteros 7, Tony Washam 6, Federico Kammerichs 15, Jerome Meyinsse 13 (FI) Nicolás Ferreyra 3, Nicolás Romano 2, Miguel Gerlero 12, Nicolás Brussino 11, Miguel Buendía 3. DT: Nicolás Casalánguida.

Parciales: 31-18, 49-32, 75-48 y 90-77
Árbitros: Ramallo-Mendoza.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (Mar del Plata)

Fuente: El Atlántico
Foto Gentileza: ligateunafoto.com

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