Los nubarrones aún no se dispersan, aunque la tormenta no llega a su máxima exponencia y todos esperan que salga el sol. El presente de 9 de Julio de Río Tercero preocupa, pero no desespera. Todos se creen aptos para sacar el equipo de este mal momento, y eso es lo más importante. La voz del base Diego Gerbaudo denota justamente esa confianza, que creen es el motor de lo que vendrá.
“La verdad que el equipo, en los últimos partidos, mejoró muchísimo en actitud y también en juego. Con Atenas dolió perder sobre el cierre después de una levantada tremenda (86-83), luego le ganamos a Sionista (88-73) y con Regatas nunca pudimos entrar en partido (88-66). Pero a pesar de esto, vamos por el camino que queremos de aquí en adelante”, le dijo el base a PODIO mientras regresaba de un día de descanso en Embalse.
-¿Qué pasó para que se generara este cambio de actitud?
-En medio del bajón que tuvimos hubo una charla muy importante. Nos dijimos todo lo que había que decir. Cada uno aceptó la realidad y el compromiso para sacar esto a flote.
-¿Si bien muchos rivales adeudan juegos, no verse en el fondo ayuda psicológicamente?
-Ni hablar. Es muy importante, más allá de que sabemos cómo es la realidad. Todos tenemos muchas ganas de sacar esto adelante.
-¿Cuánto perjudican las constantes modificaciones en el plantel?
-Somos profesionales y a esto hay que asumirlo porque es así. En todos los equipos pasa, y no somos la excepción. Lo más importante es que quien se sume se amolde rápidamente al resto del plantel, y no que uno deba hacerlo a ellos.
Se viene Boca y Obras... Dos duros rivales a los que ya le ganaron.
Lo sabemos, y para nosotros es una motivación extra. Tenemos que jugar en equipo como lo venimos haciendo, porque individualmente no vamos a llegar a nada. No nos sobra nada, y por eso es que debemos trabajar el doble que el resto. Pero hay confianza para sacar esto adelante.
Fuente: La Mañana
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