Brasil derrotó a España en un extraño partido



España cae derrotada en la última jornada de la primera fase de los Juegos Olímpicos y termina tercera del Grupo B. Brasil se queda con la segunda plaza, tras vencer por 82-88, ante un conjunto, el español, que incompareció en el último periodo. España había ido por delante durante 35 minutos, en un encuentro que careció de intensidad de principio a fin, y que se resolvió en los últimos cinco minutos, donde Brasil logró un elocuente parcial de 9-21 (16-31 en el total del último periodo).

Con esta derrota, España termina tercera de grupo y se enfrentará a Francia en cuartos de final, si una abultada victoria de Argentina sobre Estados Unidos no lo remedia. Brasil, por su parte, se hace con la segunda plaza, que le enfrentará –presumiblemente– a su bestia negra, Argentina.

Antes del partido, sorprendía la baja de Nene Hilario, por una fascitis plantar, según informaba el periodista de la ESPN Guillermo Gorroño vía Twitter. El pívot de los Wizards ni siquiera había realizado la rueda de calentamiento.

Para empezar, España buscaba con descaro a su juego interior y, de la mano de los hermanos Gasol sumaba sus primeros puntos (6-1). Los de Sergio Scariolo se movían con comodidad, ante una selección brasileña no especialmente intensa en la defensa de su aro. Los sudamericanos, en ataque, jugaban largo ante una defensa especialmente flotante, que permitía canastas relativamente fáciles a Tiago Splitter y Anderson Varejao.

El hito de Pau Gasol

Con 13 de los 18 primeros puntos de España, Pau Gasol parecía encontrar un partido propicio para acrecentar su leyenda individual. El hito era doble: por un lado, con 18 puntos, superaría a Epi como máximo anotador olímpico español; por el otro, una buena marca anotadora le acercaría a liderar el torneo en puntos, los que serían sus terceros Juegos Olímpicos como máximo encestador, igualando de ese modo al mítico tirador brasileño Oscar Schmidt, que lo logró en Seúl’88, Barcelona’92 y Atlanta’96.

Con cuatro puntos seguidos de Serge Ibaka, la selección ibérica se marchaba por nueve al final del primer periodo, que terminaba 26-17, con la inapelable sensación de que ninguno de los dos equipos se estaba empleando a fondo.

Con la baja de Nene, Rubén Magnano sacó ya en el primer cuarto a Caio Torres, que solo había disputado dos de los cuatro partidos anteriores, los mismos que Raulzinho Neto, que pisaba el parqué en el minuto 11. Ante la segunda unidad española, Brasil reducía distancias, hasta el 30-26 del minuto 14 (o el 35-31 del 16), pese a que Ibaka se mostraba contundente tanto en la finalización ofensiva como defensiva (8 puntos y 3 tapones en poco más de cuatro minutos). La intensidad defensiva de los europeos había caído, lo que permitía a Brasil moverse con mucha facilidad en ataque y, además, capturar prácticamente la mitad de sus rebotes en campo de ataque.

Las pérdidas de los españoles se multiplicaban, disminuyendo su anotación de manera ostensible con respecto al periodo anterior. Aunque, con un par de acciones consecutivas de Marc Gasol, conseguían maquillar su segundo cuarto, en el que terminaron anotando 18 puntos para un 44-38. Al descanso, Scariolo ya había empleado a todos sus jugadores, con un mínimo de 3:53 para Víctor Sada, circunstancia completamente inhabitual. Del mismo modo sucedía en Brasil, donde todos habían jugado (excepto Nene, claro), con Marcelinho Machado marcando el límite, en 5:32.

Transcurrido un minuto y 41 segundos del tercer periodo, Pau Gasol logró el hito al que este partido estaba destinado. Anotando su punto número 18 del encuentro superaba a Epi para convertirse en el máximo anotador de España en unos Juegos Olímpicos.

Siempre por delante...

El dúo Gasol anotaba todos los puntos de España en el periodo, de forma que su poderío otorgaba una pequeña ventaja (55-47). Nada más pisar la pista, Ibaka tomó el relevo, con cuatro tantos consecutivos que compensaban las facilidades de Marquinhos Vieira y Leandrinho Barbosa para ver aro. Pese a su tibiez defensiva, España lograba su máxima del encuentro, con el 62-51. Pero ninguna ventaja había de durar demasiado y, con cuatro puntos rápidos y fáciles, Brasil volvía a situar la desventaja por debajo de los 10. Y así terminaría el periodo (66-57), confirmando las rarezas de un encuentro que España mantenía sin vida y Brasil frenaba cada vez que encadenaba varias canastas consecutivas. El desequilibrio español era palpable: al inicio del periodo decisivo, 56 de los 66 puntos españoles los habían anotado jugadores interiores.

Marquinhos parecía querer darle algo de vitalidad al encuentro, anotando dos triples consecutivos que acercaban a Brasil (67-63) y acortaban un partido con ataques tan eternos como efímero será el recuerdo que su juego dejará en la memoria del aficionado. Y es que la segunda mitad ni siquiera había presentado la anotación de la primera.

...hasta que llegó el momento de ganar

Tocados los cinco últimos minutos de partido, este parecía entrar en sus momentos decisivos, a juzgar por el punto de intensidad extra aportado por Brasil en defensa... y, sobre todo, por el único que –más que nunca– cuenta en este partido: el marcador. Por primera vez en el encuentro, Brasil se colocaba por delante (73-75, minuto 36), con dos triples consecutivos (ocho puntos, de hecho) de Barbosa ante una selección española que andaba lejos de presentar en pista a su quinteto titular (Sada-Llull-San Emeterio-Ibaka-Pau Gasol). Tras el tiempo muerto de Scariolo, ponía en pista a Navarro y Marc Gasol, disponiendo algo más de potencial.

Una vez los americanos se hicieron con la ventaja ya no la dejaron escapar. España encadenó dos pérdidas de balón (una de Pau y una falta ofensiva de Marc) y Brasil se distanció (76-84), entre el desconcierto por el cambio brusco de dirección que había tomado el partido. España había desaparecido. El parcial brasileño en cuatro minutos era brutalmente visual: 3-17. La segunda mitad del último periodo solo tuvo un equipo sobre la pista.

Con cinco puntos de ventaja brasileña (79-84) y 43 segundos por jugarse, España defendió el ataque largo de su rival, que anotó y, sin que los españoles se diesen prisa para anotar, cogió el rebote defensivo y anotó el 79-88 al contraataque. Sergio Llull acabaría anotando un triple sobre la bocina para cerrar el 82-88 final y, sobre todo, el elocuente 16-31 con el que finalizó el último periodo. España es tercera.

Fuente: ACB.com - EFE

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