El Puma se siente identificado con el entrenador que llevó a Argentina al oro olímpico en Atenas 2004. Como los técnicos no reciben medallas, tomó está decisión que emocionó al cordobés.
"Cuando gané mi primer título con la Selección, en Cadetes, me tocó subir a mí solo al podio a recibir la Copa", recordó Alejandro Montecchia, por entonces, en 1989, capitán del equipo argentino que se consagró campeón Sudamericano.
Después de 15 años y un rico recorrido con la celeste y blanca, el "Puma" se vio nuevamente en el primer escalón, esta vez junto a otros 11 guerreros que acababan de lograr la hazaña en los Juegos Olímpicos de Atenas.
Desde el piso, el entrenador Rubén Magnano, con su bajo perfil, dejaba sobresalir a ellos en lo más alto. Todos tienen la medalla, menos el cordobés, actual técnico de Brasil. A ocho años de la conquista, Alejandro Montecchia tomó la iniciativa de reconocerlo personalmente. Y le adelantó a "La Nueva Provincia" que está averiguando para hacerle una réplica de la presea.
- ¿Definiste de qué tipo de material se puede hacer? Quedáte tranquilo que la medalla tiene menos del 2% de oro, je.
- Sí, je. Tendré que ir a un buen joyero. Tiene que ser una réplica bastante buena.
El gesto de Montecchia demuestra, de alguna manera, lo que significó el DT en su carrera.
- ¿Qué te movilizó?
- Escuché una nota que le hicieron recientemente en ESPN y pensando un poco en estos años, fui tomando real dimensión de lo importante que había sido él. Aunque muchas veces se habla más de los jugadores que del técnico, lo que hizo fue fundamental.
- ¿Ya se lo comunicaste?
- Le mandé un mail hace una semana. Hacía mucho que le quería escribir. Inclusive, en el Preolímpico me quedé con ganas de hablar con él.
- ¿Lo notaste sorprendido?
- Qué se yo... Por lo que me contestó, noté que se había emocionado. Me lo agradeció.
- Así como los jugadores impusieron su nivel para cumplir el sueño de Atenas, ¿qué transmitió Magnano desde que comenzó su proceso al frente de la Selección?
- Siempre transmitió trabajar duro.
- ¿Algo que de alguna manera costó imponer?
- No.
- Había cultura de trabajo.
- Sí. La diferencia es que para él todos éramos iguales. Puso a todos a la misma altura y marcó el camino. El que no quería seguir, más allá de quien fuera, podía bajarse. Además, el tipo sigue siendo el mismo. Mantuvo los valores, cosa que no ocurrió con otros entrenadores. No se casa con nadie, es frontal.
- ¿Te sentís identificado con él?
- Sí, mucho.
Rubén Magnano fue campeón olímpico como entrenador jefe de la Argentina. Desde 2000 hasta 2004, siempre estuvo al frente de la Selección, cosechó seis títulos y tres subcampeonatos.
Para leer la nota completa hacer click aquí.
Fuente: Diario La Nueva Provincia
Comentarios