El escolta rionegrino fue el primer integrante del plantel granate que aterrizó en la ciudad y ya se instaló en su nuevo hogar. El tirador contó sus primeras sensaciones como jugador de Lanús. “Me sentí bien, cómodo, recién hablé con Silvio (Santander) me contó lo que iba a ser el equipo, lo que esperaba y como quería jugar“.
Bajo los influjos de la expectación arribó a su nuevo hábitat, aquel que enmarcará este desafío en su recorrido. Con curiosidad estudia las peculiaridades y protagonistas de este entorno, mientras ajusta detalles para iniciar esta aventura.
Leonel Schattmann se adelantó a sus compañeros y se convirtió en el primer componente de la plantilla de Lanús, modelo 2012/13, en instalarse en la ciudad y el club. El oriundo de Viedma trajo su equipaje en la mañana del miércoles y comenzó su adaptación a la institución bonaerense. El escolta realizó sus primeros contactos con el entrenador Silvio Santander y la dirigencia granate, mientras aguarda el inicio formal de la pretemporada, que se producirá el venidero miércoles 1 de agosto.
El tirador cumplirá los estudios médicos reglamentarios el viernes, cuando lleve a cabo los análisis de sangre, orina y Chagas. Mientras que, en los primeros días de la semana que viene se someterá a los exámenes ergonométricos y antropométricos, junto a varios jugadores nacionales.
En su iniciática excursión por los recovecos del Club Lanús, el rionegrino atendió al Departamento de Prensa y se prestó al uno contra uno dialéctico. El perimetral comenzó el diálogo describiendo las primeras sensaciones de su contacto con el Granate al detallar que “me sentí bien, cómodo, recién hablé con Silvio (Santander) me contó lo que iba a ser el equipo, lo que esperaba y como quería jugar. Conocía a Lanús por venir a jugar, me parece que es cómodo, está todo cerca y el tema de adaptarme no creo que me cueste porque ya viví en Buenos Aires. Estoy expectante por lo que está por venir”.
El efecto golondrina que caracteriza a la Liga Nacional, ese que refiere al traslado de los basquetbolistas por diversas ciudades y provincias, no es un inconveniente para Schattmann, ya que explicó que “los primeros años de carrera son los que más cuestan, después pasa a ser parte de la rutina de ir a otra ciudad y conocer otra gente, te acostumbras. El básquet es como una familia, como yo tengo que mudarme a diferentes lugares, a los anfitriones ya les resulta natural recibir jugadores nuevos. En ese sentido me manejo tranquilo. Sí estoy ansioso esperando que arranque la pretemporada, porque todos tenemos ganas de empezar a entrenar y conocernos entre nosotros”.
Existen variadas opciones para atravesar el período de intervalo de la competencia, disímiles metodologías para la mantención del estado físico. Leonel develó las alternativas elegidas para el receso: “Estuve en Córdoba la mayoría del tiempo también un poco en Santiago del Estero. En general en esa época entreno más de lo que estoy descansando, si apenas termina la Liga me tomó 15 días de vacaciones, pero después largo a entrenar individualmente y mantenerme activo. Hice pesas, salí correr y fui con Mariano García (jugador de 9 de Julio) a Hindú en Cordoba, donde aprovechamos a tirar al aro y ponernos en forma”.
La tendencia se profundiza y cada temporada la Liga eleva su nivel de competitividad. En relación a esta temática Schattmann opinó que “el torneo se fue potenciando y levantando mucho el nivel porque muchos de Europa están volviendo y en buena forma. Eso le da prestigio a la competencia, así como a los jóvenes nos ayuda para esforzarnos el doble. La mayoría de los equipos son parejos, está para cualquiera y es difícil pronosticar. Esa incógnita la tienen varios planteles, va a estar bueno, dan mas ganas de competir y prepararse”.
Lanús ha logrado en las últimas temporadas codearse en el lote de los vanguardistas, en esa incursión a los primeros planos fue fundamental la capacidad defensiva. Incluso el Granate se ha convertido en el equipo con menos puntos de promedio recibido en el extendido de las recientes tres ediciones de la Liga. Este sello característico no pasa desapercibido en la consideración de Schattmann, quien expresó que “le comentaba a Silvio que cuando estuve en Obras, Julio Lamas le daba mucho importancia a las estadísticas y siempre respetó mucho a Lanús porque era un equipo que defendía mucho. Eso habla de la forma de trabajo y la predisposición de todos los jugadores. Es importante saber que vas a un club que trabaja duro y serio. Seguramente imprimiremos un estilo de defensa intensa, que está bueno porque es a la larga lo que te da de comer”.
Fuente: Prensa Lanús
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