Pablo Barrios, que vivió la etapa de reconstrucción de Peñarol, regresó para disfrutar de este presente glorioso y quiere darse el gusto de ganar su primera Liga Nacional de Básquetbol. En diálogo con El Atlántico palpitó la final, habló del plantel y recordó la historia reciente del club
Pablo Barrios fue partícipe de la etapa de reconstrucción de Peñarol. Se incorporó en la temporada 2004/2005 cuando el “Milrayitas” venía de salvarse del descenso e integró el plantel que, con Guillermo Narvarte como entrenador, empezó a poner de pie al “Milrayitas” en la Liga. Junto a Tato Rodríguez, Juan Manuel Locatelli, Claudio Farabello, Sherrell Ford, Emeka Okenwa y el recordado Alejandro Coronel, entre otros, ganaron los cuatro clásicos de la fase regular ante Quilmes y eliminaron al
“Cervecero” (3-2) en la reclasificación, en el último play off que se recuerde entre los dos representantes marplatenses. Luego fueron eliminados por Libertad de Sunchales en cuartos de final.
Ya en la 2005/2006, Barrios compartió equipo con Josh Pittman y Joseph Bunn. El resultado final fue el mismo, con eliminación en la misma instancia en manos de Regatas Corrientes. Pero Peñarol ya empezaba a dar pasos firmes y a consolidarse entre los ocho mejores. Al año siguiente, el ala pivote partió rumbo a Atenas y fue eliminado por el recordado equipo del “Negro” Carlos Romano, a la postre subcampeón de la Liga.
No podía haber sido en mejores condiciones el regreso de Barrios. A los 35 años, se insertó en el equipo más ganador del último lustro y va por su primer titulo de Liga. A su vez, conseguirlo representaría formar parte del único equipo que logra el tricampeonato en la historia de la competencia. “La verdad que es algo increíble, cuando vine por primera vez, Peñarol recién arrancaba con toda esta etapa”, dijo Barrios en el inicio de la charla con El Atlántico. Según comentó, él ya aventuraba este presente en aquella época. “Se sabía que esto iba a llegar, porque la verdad que los dirigentes siempre dejaron todo para que el equipo esté lo más arriba posible. En un momento me tocó irme y desde afuera veía que el club crecía muchísimo”.
Barrios sabe que está ante una oportunidad histórica y, después de haber logrado el Súper 8 y el Interligas, quiere llevarse el premio mayor. “Estoy muy contento por estar en este plantel viviendo esto, lo que va a ser mi primera final. He ascendido de la B al TNA, del TNA a la A y me faltaría salir campeón de la Liga que sería espectacular”, señaló el ala pivote, de 2.07 metros.
-Este momento te toma en una etapa de madurez y en un club en el que siempre te trataron bien desde tu primer paso.
-Sí, seguro, yo siempre voy estar agradecido a Peñarol, porque cuando me fui de acá pasé por Atenas y por distintos clubes, y cada vez que venía la gente me aplaudía y se me ponía la piel de gallina. Esta gente siempre acompaña y esto es algo que no se vive en otros lugares. Me encantaría cerrar todo esto con un título.
-Era otra realidad pero, ¿qué recordás de aquella primera experiencia en Peñarol?
- De mi primer año acá me acuerdo que fue algo espectacular, la gente nos seguía a todos lados porque el equipo venía de salvarse del descenso en la temporada anterior. Íbamos a Boca y viajaban dos o tres micros, lo mismo a Sunchales… algo que yo no viví nunca hasta el día de hoy. Por eso cuando volví en agosto pensaba en vivir este momento.
-Y, como dijiste, los hechos te iban marcando que Peñarol tarde o temprano iba a alcanzar el protagonismo actual.
-Sí, me lo imaginaba porque los dirigentes siempre hicieron de todo para que el equipo esté lo más arriba posible. Yo ya lo veía en aquel entonces porque buscaban por todos lados, ya que es un equipo que no tiene mucha ayuda por parte de la gobernación. Hay clubes que sí la tienen y por eso se le facilitan las cosas. Peñarol, en cambio, siempre la luchó hasta armar este equipo que viene dándole tantas alegrías a la gente. Es algo impresionante, a mí me toca vivirlo este año con ellos y desde que me llamaron en agosto me puse muy contento.
- Te toca ser el jugador que reemplaza a Leo Gutiérrez cada vez que descansa y a veces jugás pocos minutos. ¿Qué representa para vos esa situación?
-Cuando vine acá sabía que iba a estar detrás de Leo, que es un monstruo. No voy a descubrir nada, es el mejor jugador de la Liga desde hace años. Con él nos conocemos desde los 15 años, cuando estábamos en la Selección Argentina. Es cierto que a uno siempre le gusta jugar un poco más. Laburé todo el año para ganarme más minutos y ahora estoy disfrutando y, cuando me toca entrar, trato de hacerlo lo mejor posible y cumplir con lo que me pide el técnico. A veces no son puntos, sino son rebotes o defender a un rival. En esos minutos que me necesite voy a estar dispuesto siempre.
-¿Te sorprende Leo Gutiérrez en el día a día?
-Sí, siempre lo digo. Es un ganador nato, un capitán, el que lleva adelante al grupo. Siempre estamos unidos y siempre digo que podemos perder un partido, pero nos juntamos, hablamos y sabemos que al segundo partido no lo vamos a perder porque salimos a jugar con todo.
-¿Qué desarrollo creés que tendrá la final frente a Obras?
-Va a ser pareja. Lamentablemente perdimos los cuatro partidos de la fase regular pero les ganamos en el Súper 8 y en el Interligas, que eran importantísimos. Estamos dispuestos a dejar todo y estamos entrenando a full. Estos monstruos ya saben bien de lo que se trata, porque es la cuarta final seguida que juegan.
Fuente: El Atlántico
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