Peñarol derrotó 86 a 59 a Libertad y empató la serie. Herido por la derrota del miércoles, el equipo marplatense salió decidido a no dar ventajas y maniató al rival con su defensa. No le dio la menor oportunidad. Y lo aplastó con un tiro exterior contundente. Gutiérrez fue el goleador y Mata la figura con 11 puntos, 14 rebotes y 5 asistencias. El tercer partido será el miércoles próximo en Sunchales.
No le gusta a Peñarol que le mojen la oreja. Enojado por la caída en la primera semifinal, anoche se puso entre los dientes el cuchillo que se dejó en el vestuario en el primer partido. Decidido a defender y a no dar ventajas, impuso el ritmo del partido y con una muy buena actuación aplastó a Libertad por 86 a 59 para empatar en uno esta serie semifinal de la Liga Nacional de Básquetbol.
Esta vez, Peñarol fue Peñarol. El equipo marplatense recuperó su agresividad defensiva y de atrás hacia delante construyó una tarea sólida y un triunfo indiscutible.
El equipo marplatense salió a jugar a cara de perro. No hubo concesiones defensivas como en la primera semifinal. Y Libertad ayudó con sus magros porcentajes de tiro (1/9 triples y 2/8 libres a lo largo de toda la primera mitad), muy por debajo de sus reales posibilidades.
En general, salvo el duelo Lamonte-Graves, todos los duelos individuales que propuso la defensa milrayitas se saldaron a favor. Marcos Mata acaso haya sido el punto más alto puesto que limitó la importancia del mejor atacante de los visitantes, el ex Peñarol Josh Pittman.
A partir del acierto anotador de Leonardo Gutiérrez (9 puntos en el cuarto inicial, 15 en el primer tiempo, con cuatro triples) el conjunto local obtuvo sus primeras ventajas. Bien pronto, como el último miércoles, se encontró siete puntos arriba (15-8) promediando el cuarto inicial.
Pero su juego ofensivo no estaba del todo fino y Campazzo alternó alguna buena decisión con varias equivocadas y se fue al banco. Enseguida Ibarra salió a la cancha para poner un poco de orden. Pero no lo hizo y, como si fuera poco, Treise se le escapó varias veces y anotó siete puntos consecutivos que le permitieron a los sunchalenses igualar en 17 poco antes del final del cuarto. Sin embargo, un triple de Gutiérrez le permitió a Peñarol ganar el primer chico 20 a 17.
La forma en la que el elenco de Sergio Hernández salió a jugar el segundo cuarto marcó el primer quiebre importante en el partido. Un parcial de 8-0, con dos bombas más de Gutiérrez, le permitieron superar por primera vez en la serie la barrera de los 10 puntos de diferencia.
A diferencia de partidos anteriores, supo manejarla con autoridad. La intensidad con la que defendió lo puso a resguardo de cualquier susto. Campazzo lo mantuvo frenado a Treise, Mata continuó ejecutando a la perfección la tarea de eclipsar a Pittman (apenas 6 puntos en toda la primera parte) y el dominio del rebote local fue abrumador. El propio Mata capturó once en ese primer parcial y Libertad no logró jamás inquietar con segundas instancias.
En síntesis, Peñarol le dejó marcar a los santafesinos nada más que diez puntos en todo el segundo cuarto. Y aprovechó para engrosar la diferencia. Más allá de que Mata interpretó bien que había que pasar el balón y herir también en el poste, el gran arma ofensiva peñarolense fue el tiro de tres puntos. En ese segundo cuarto funcionó mejor que nunca. A la buena noche de Gutiérrez se plegaron Campazzo, el propio Mata y también el pibe Georgetti, de gran ingreso. En total, fueron seis los mazazos de tres puntos (el 75% de la producción ofensiva en el cuarto) de Peñarol en ese segundo parcial. Y al descanso el equipo local se fue con una tranquilizadora renta de 17 puntos: 44 a 27.
En el segundo tiempo, más allá de un pasaje de sequía inicial, Peñarol no corrió ningún tipo de riesgos. Libertad, que el miércoles había hecho un culto del pase extra, atacó de manera demasiado individual. Y le hizo el caldo gordo a un equipo cuyas ayudas defensivas funcionaron a la perfección. Forzó una situación tras otra y recibió un sopapo por cada error.
El equipo local le sacó máximo brillo a su producción. Alimentó bien a Leiva, tiró de tres puntos con eficacia y hasta se dio el gusto de correr el contraataque como hacía mucho no ocurría. Y encontró un punto máximo de consistencia colectiva con otro feliz ingreso de Giorgetti al partido. Con cuatro tipos de más de dos metros, y ágiles, dentro de la cancha terminó de desfigurar a Libertad. El 70-40 con el que cerró el tercer cuarto es el fiel testimonio de esa superioridad.
Peñarol lavó su orgullo herido y se dio una inyección de moral para el decisivo viaje a Sunchales. Y el equipo visitante, bastante antes del final, pareció ya estar pensando en la batalla del próximo miércoles, como si ya estuviera hecho con lo que consiguió en el primero de los partidos.
Ahora, en el Hogar de los Tigres, deberá Peñarol dar una nueva prueba de juego y carácter para conseguir lo que le ha costado bastante esta temporada ante rivales de parecido nivel: ganar de visitante y así, por lo menos, aspirar a traer esta semifinal a un quinto partido a Mar del Plata.
Síntesis
Peñarol (85): Facundo Campazzo 10, Kyle Lamonte 11, Marcos Mata 11, Leonardo Gutiérrez 18 y Martín Leiva 10 (FI) Franco Giorgetti 11, Selem Safar 8, Pablo Barrios 0, Matías Ibarra 5, Julián Morales 0 y Alejandro Reinick 1 - DT: Sergio Hernández.
Libertad de Sunchales (59): Jonathan Treise 7, Josh Pittman 13, William Graves 12, Fernando Calvi 4 y Alejandro Alloatti 3 (FI) Jorge Benitez 2, Juan Fernández Chávez 3, Sebastián Ginóbili 11, Marcos Saglietti 4, Emanuel Sayal 0 y Franco Vieta - DT: Fabio Demti
Parciales: 20-17, 44-27 (24-10), 70-40 (26-13) y 85-59 (15-19)
Arbitros: Pablo Estévez, Fabricio Vito y Mario Aluz.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”
Crónica: La Capital
Foto Gentileza: ligateunafoto.com
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