Vista fija en el piso, alejándose del entorno. Concentración al máximo. Doble para abrir el marcador y luego falta ofensiva recibida por parte de Stanton. Otra anotación y festejo agarrándose y estirando la camiseta 11 con las dos manos; y gritando con el alma. Aviso de “puño”, para marcar la ofensiva del rival. Dentro de la cancha, en las primeras acciones del juego, Martín Leiva guió al resto como siempre, pero con un plus. Con la experiencia de saber que era el momento de contagiar. Seguramente, también lo hizo antes, en los entrenamientos y la arenga previa a pisar el parquet.
“Sabíamos que había que ganar sí o sí, con toda la presión que eso conlleva, porque éramos los favoritos. Lo supimos ganar con mucha autoridad”, le dijo el jugador más determinante de la serie a El Atlántico, luego del triunfo en el quinto partido de los cuartos de final ante Estudiantes. “Cumplimos un pedacito del objetivo. Pasamos a semifinales que es lo que queríamos”, resumió el referente, contento pero enfocado en el propósito final planteado: las tres vueltas olímpicas consecutivas, algo inédito e histórico.
Además de llevar al resto desde su actitud, Leiva fue un hombre clave en la serie. En defensa aportó lo de siempre, pero en ataque recibió mucho juego y produjo.
Puso siempre la garra que lo caracteriza, apareció para sacar la cara por sus compañeros cuando eran dominados; se peleó con “Ricky” Sánchez en Bahía Blanca, se bancó los insultos de todo el Casanova, pero nada lo desvió, ni a él ni a sus laderos, del objetivo. “Sabía que se estaban abriendo mucho con las zonas que planteaban, para no dejarnos hacer nuestro juego en el perímetro. Tenía que atacar ahí, recibí muchos balones y traté de hacerme fuerte. Creo que lo logré en varios partidos. Pude dar una mano”, analizó el jugador que debutó en la Liga Nacional jugando para Ferro sobre su actuación individual.
Sobre el quinto partido, en el que el equipo “Milrayitas” disfrutó, luego de haber sufrido dos derrotas fuera del Polideportivo, sostuvo: “No es que se sufrió, porque sabíamos que iba a ser difícil. Uno quiere terminarlo lo más pronto posible. Pero ellos demostraron que son un gran equipo, que tienen mucha experiencia y nos costó bastante, porque nos hicieron cambiar la forma de jugar. Estuvimos cerca de llevarnos el cuarto, pero no lo pudimos manotear”.
Peñarol se ha transformado en un equipo moldeado para las instancias finales. Y si bien Estudiantes lo complicó, en extrema presión, el bicampeón respondió con autoridad, con las armas de siempre. Sobre esta situación, Leiva reflexionó: “lo que pasa es que preparamos toda la Liga para este tipo de presión. Siempre somos los favoritos y nosotros vamos preparando la cabeza. Eso ayuda en estas instancias. Rescatamos la serie con temperamento, coraje y juego”.
- ¿Por qué ganaron?
- Ganamos porque en todo play off al mejor de cinco juegos, siempre gana el mejor. Y nosotros lo fuimos. El básquet no es como el fútbol, donde por ahí un equipo mete un gol, se cuelga del travesaño y el rival es muy superior pero no le gana.
- ¿Imaginabas ganar un partido decisivo sin la participación estelar de Leo Gutiérrez?
- Siempre lo necesitamos eh. Él se lleva todas las marcas y nos hace jugar más libres al resto. Apareció Marcos (Mata), yo, Kyle (Lamonte) también, en el uno contra uno. Por más que no haga puntos, Leo se lleva mucha atención. Supimos aprovecharlo y eso demuestra que somos un gran equipo.
- Importante que haya reaparecido Lamonte en un quinto juego.
- Sí. Lo necesitamos. Tiene que jugar uno contra uno, que es su fuerte, para liberar al resto. Es lo que mejor hace. Tiene que sacarse la presión, porque no siempre se puede meter todo. A veces tiene que hacer otro papel importante también.
- En pleno festejo del bicampeonato, Leo y vos dijeron que querían el “tri”. ¿Ahora van a disfrutar de este pasaje o ya piensan en Libertad?
- Un poco vamos a disfrutar, pero ya saben cómo somos nosotros, y enseguida nos pondremos a pensar en Libertad.
Fuente: El Atlántico
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