Laprovíttola: Cuando me tropecé, pensé que había perdido el partido


“Me iba a ir con mucha bronca, pero por suerte tuvimos revancha. La jugada del final no era para mí, pero me quedó y lo primero que pensé fue en ir hacia el aro. Cuando terminó no lo podía creer”, confesó el armador de Lanús. 

Luego de anotar una acción clave que significó una agónica victoria ante Regatas Corrientes, el base de Lanús, Nicolás Laprovíttola, pasó por Uno contra Uno Radio. El armador del Granate explicó el desenlace del encuentro y reconoció que la jugada final fue de por más dudosa. Además, se refirió a Juan Pablo Cantero, habló de sus referentes y se animó a mirar el futuro.

–¿Cómo viste el final del segundo juego?

–La verdad es que fue un final de locos. Pasé de perderlo a terminar ganándolo en 10 segundos de diferencia. Cuando terminó el partido no lo podía creer. Sobre todo el final. Fue una jugada bastante dudosa para todos. Es más, yo también la vi varias veces.

–¿Y cómo la viste?

–Para mí, la bandeja toca el tablero y después la sacan. No sé si la pelota estaba bajando o no. Eso no lo sé porque no lo pude ver. En el video intento apreciarlo, pero no termino de verlo bien. Pero es dudosa, está claro.

–¿Qué pasa por la cabeza de un chico de tu edad cuando, como dijiste recién, casi perdés el partido y lo terminás ganando? ¿Qué sensaciones viviste?

–En el momento en que me tropiezo y me caigo solo al piso, lo primero que pensé fue que había perdido el partido. Y me iba a ir con mucha bronca. Por suerte tuvimos revancha y lo ganamos. La jugada del final no era para mí, pero me quedó y lo primero que pensé fue en ir hacia el aro. Sabía que tenían acumulación de faltas. Por eso, si sacaba una falta teníamos dos tiros libres.

–¿Para quién era la jugada final?

–Más que nada era para (Lorenzo) Wade, que debía salir de una cortina de (Diego) Guaita. Pero Jamaal (Levy) no lo vio y, después de que cambiaran (Paolo) Quinteros y (Javier) Martínez, tuve la ventaja de poder atacar al paraguayo.

–Estás en un momento terrible. ¿Lo percibís? ¿Te lo hacen saber?

–Sí. Cuando Juan (Cantero) tuvo la lesión, que fue un impacto grande para todo el equipo, ya me sentía preparado para poder mandar el equipo. En ese momento, tanto Silvio (Santander) como el resto de mis compañeros, me apoyaron y me dieron toda la confianza, que son las cosas más importantes para un jugador.

–Más allá del dolor y demás, ¿qué rol tomó Juan Pablo Cantero en esa situación?

–Las primeras semanas fueron durísimas para él. Ahora viene al club todos los días y, además, hace los trabajos de recuperación y kinesiología. Está muy metido con la lesión y con el equipo. Ahora va a viajar a Corrientes. Que esté fuera de la cancha, que es donde hoy puede estar, para nosotros es muy importante. Lo aprovechamos mucho. Él me habla en los entretiempos o en la mitad del partido, porque está en la tribuna gritando y saltando como puede. Él se siente parte del equipo y juega el partido desde la tribuna.

–El talento está, de eso no hay dudas. ¿Me parece a mí o estás mejor físicamente? Me refiero a la masa muscular, la fuerza y demás. ¿Hacés algo especial?

–Sí. En las anteriores Ligas, y también en el TNA, era muy pobre físicamente. No es que tenga los brazos muy fuertes, pero ahora me siento mucho mejor y a la par de todos los jugadores de la Liga. Chocar con los grandes es difícil porque cuesta aguantarlos, pero me siento bien en ese sentido. Creo que me faltaría mejorar un poco más, pero estoy bien.

–Te lo pregunto porque los bases de tu edad, que tienen mucha proyección, como es el caso de Facundo Campazzo o Alejandro Konsztadt, entre velocidad y fortaleza se van haciendo enormes jugadores.

–Seguro. Facundo está tremendo e intratable. Hace de todo en todos los partidos. Lo mismo que Alejandro en Obras, que está entrando muy bien. Eso, también, es una linda competencia para mí. Cada partido me motiva. Lo mismo que ahora con el paraguayo, que es un jugador que tiene mucha experiencia y sabe cómo poner el cuerpo. Intento aprovechar todo y eso me motiva para prepararme en cada juego.

–¿A quiénes mirás?

–En su momento, cuando llegó a Lanús, a Lucas (Victoriano). Lo miraba demasiado. En cada partido le preguntaba hasta el más mínimo detalle. Es más, en un partido me dijo que me ponga en tal lugar que me la iba a dar solo, lo hizo y quedé sorprendido. Siempre lo miré y es un amigo. Después, siempre lo miré a “Pepe” Sánchez. Es tremendo cómo maneja el equipo. A veces hasta maneja al rival. Ellos dos son los que más miré e intento ver.

–¿Llega un momento en el que uno deja de mirar tanto? Digo, porque también uno quiere mostrar lo que trae en sí mismo.

–Mirar básquet me gusta bastante. Intento ver a todos, más que nada a los bases. A su vez, creo que me faltan un montón de cosas. A la hora de manejar el equipo, creo que este año mejoré bastante. Además, en encontrar cierta regularidad. Cada tanto intento aprender algo o mostrarle algo a los demás de lo que intento aprender.

–¿Qué ves cuando mirás hacia delante? ¿Selección, Europa, Lanús?

–Intento no mirar mucho más allá. Desde chico me inculcaron los objetivos a corto plazo. A no apresurarme. Cuando era chico nunca pensé en irme afuera, sino en mejorar en donde esté. Las cosas se van a ir dando. A su vez, me gustaría irme afuera y jugar en la selección. Sería un sueño, pero intento no apresurarme y no pensar en eso.

Fuente: Recontravale Radio

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