“Gane o pierda, después de esta serie voy a ser mejor entrenador”


Sergio Hernández destacó la exigencia que demanda el duelo ante Estudiantes de Bahía Blanca. “Es un desafío y me gusta porque te obligan a estar a la altura de las circunstancias”, dijo “Oveja” en un diálogo imperdible con El Atlántico. Este mièrcoles, quinto y definitivo partido

La serie entre Peñarol y Estudiantes de Bahía Blanca por los cuartos de final de la Liga Nacional de Básquetbol es rica por donde se la mire. Dos equipos valientes, jugadores hechos a medida de las instancias decisivas, circunstancias emocionales que han influido en el juego y variantes tácticas para todos los gustos, constituyen condimentos que transforman a este playoff en el más apasionante del momento. La mala noticia para los amantes del buen básquetbol es que este miércoles, en el Polideportivo, uno de estos dos equipos quedará eliminado.

El entrenador de Peñarol, Sergio Hernández, ha vivido varias de estas batallas en sus 20 años de Liga. Sin embargo, en diálogo con El Atlántico, reconoció que no deja de aprender al enfrentarse a rivales de la jerarquía de “Pepe” Sánchez y Juan Espil.

“Estoy viviendo esta serie con mucho gusto, es apasionante. El rival es muy difícil, tiene muchísima jerarquía individual y colectiva. Es un desafío y me gusta porque te obliga a estar a la altura de las circunstancias y a mejorar. Gane o pierda, sé que después de esta serie voy a ser mejor entrenador”, explicó “Oveja”.

-Después de un buen comienzo de Liga, Estudiantes había tenido una segunda fase con altibajos tras la salida de Mojica. ¿Esperabas que el cruce sea tan parejo?

-Sí, no tenía ninguna duda que al que le tocara Estudiantes iba a sufrir mucho. Es un equipo preparado para estas instancias, con jugadores que saben en qué momento se juega la Liga al máximo. Si bien seguramente ellos hubieran querido hacer una serie regular mejor, estaba clarísimo que cuando llegaran los playoffs iban a ser un equipazo y así lo demostraron. Ganaron cinco partidos y perdieron dos. Pero a mí no me extraña nada, no entiendo por qué la gente pone tanta diferencia entre un equipo y otro, cuando no la hay. Un equipo con “Pepe” Sánchez, Stanton, Meyinsse, “Ricky” Sánchez y un recambio como Espil, más todo lo que le dan los jugadores de rol, que son buenos también, como Faggiano, Aguerre, Zago y Ruiz. Es un equipo que tiene que aspirar a campeón. No me sorprende que esa sea la mentalidad y que sea eso lo que ellos busquen.

-¿A Espil y a “Pepe” Sánchez los disfrutás además de sufrirlos?

-Sí, obviamente, es un orgullo y un honor jugar contra ellos. Te hacen crecer como profesional, porque son tipos que tienen una respuesta inmediata a cada situación que vos le planteás. Ellos tienen un muy buen entrenador como Pisani, pero es muy diferente jugar contra equipos en los que los jugadores son los que leen rápidamente las situaciones. Más allá de que paralelamente lo haga, el entrenador tiene que pedir minuto y esperar el momento. El jugador, en cambio, lee la situación y la aplica al instante. Entonces, le pongas la respuesta que le pongas, ellos pueden perder una vez contra esa idea. A la próxima vez ya te la atacan de manera diferente. Es un desafío permanente. A mí ya me ha pasado en otras temporadas, con otros equipos. La que más recuerdo fue la final a siete juegos contra Atenas (NdeR: “Oveja” dirigía a Estudiantes de Olavarría), con Milanesio y Campana enfrente. Era lo mismo, ninguna propuesta defensiva u ofensiva te duraba más de un ataque o una defensa, porque automáticamente te la vulneraban y te obligaban a hacer otra cosa diferente. Por eso te digo que, si bien uno quiere ganar siempre, como el otro día dijo Leandro García Morales: “A veces se gana y a veces se aprende”. Y es así, porque son tipos que te permiten convertirte en mejor entrenador o en mejor jugador si sos rival o colega de ellos.

-Peñarol ya lo vivió el año pasado ante Regatas Corrientes, pero es raro para este equipo estar a una derrota de ser eliminado. ¿Cómo lo toman?

-Absolutamente normal, dentro de una Liga que demostró tener una paridad tremenda, donde el último le ganaba al primero, donde un equipo como San Martín de Corrientes trajo a García Morales y a Jack Michael Martínez y así y todo no pudo salvarse del descenso. También el primero, que es Obras, debe pelear tremendamente para pasar al último de los clasificados que fue Boca. Entonces, que estemos 2 a 2 con un muy buen equipo como Estudiantes me parece absolutamente normal y lo tomamos como parte de una competencia súper pareja y como lo hicimos siempre. Nunca nos creímos los mejores del mundo ni invencibles, simplemente jugamos siempre para ganar. Pero sabemos que todo puede pasar: podemos seguir y lograr el tricampeonato o podemos quedar eliminados. Las dos opciones están abiertas, como estaban abiertas cuando nos habíamos puesto 2 a 0.

-¿Tienen que corregir más en la defensa que en el ataque?

-Sí, nosotros nos fuimos bajando a Estudiantes 14 puntos de su promedio habitual. Pusimos la serie 2 a 0 en casa con 66 puntos en contra. Y de visitante tuvimos más de 85 en contra. Lo que pasa es que la serie ahora se traslada a una cancha en donde ellos se sienten más incómodos y les cuesta anotar con fluidez como lo hicieron allá. Fue así toda la temporada. Pero obviamente que ahora que desciframos un poco su defensa, debemos mejorar la nuestra. Nosotros tuvimos el mismo promedio en ataque tanto acá como allá, con 79,5 puntos. En el tercer partido nos complicaron con una zona parecida a la que hicieron acá y en el cuarto partido, a esa misma zona, le convertimos 33 puntos en el primer cuarto y después tuvieron que cambiarla por otra defensa más convencional. O sea que nosotros ya tenemos recursos para atacar esa zona y para atacar el hombre. Tenemos que buscar llevar a Estudiantes a un partido de menos puntos para intentar ganar la serie. Si lo ponemos otra vez arriba de los 80 va a ser más complicado.

Fuente: El Atlántico

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