La participación de sus equipos en competencias de alto nivel refleja la seriedad y maduración que ganó el entrenador de Lanús desde hace ya tres temporadas.
Tal es así, que el granate vive por estas horas sus momentos más felices. Porque, más allá de quedar sin chances de jugar la gran final del Torneo Interligas –objetivo que el equipo vino a buscar a Uberlandia- demostró con creces estar a la altura de la competencia y de sus rivales.
Por eso, Santander no oculta la felicidad que le provoca esta participación internacional después de 34 años para el club del sur del Gran Buenos Aires.
Medido en sus palabras, pero certero y convencido de sus pensamientos, el ex entrenador de Peñarol, Regatas y de la Selección de México entre otros, afirmó que “la idea de la realización del Torneo Interligas es brillante”.
Además, continuó aclarando que “esto sirve muchísimo para mantener en ritmo al equipo. Estar parados dos semanas entre la finalización de la fase regular y el comienzo de los cuartos es bastante tiempo a esta altura del año. Estoy completamente a favor de los torneos internacionales”.
“Ha sido una experiencia positiva. Nos llevamos buenas sensaciones a pesar de no haber ganado los partidos. Tanto Uberlandia como Pinheiros han sido mejores que nosotros. Y nos llevamos, además, rendimientos individuales muy buenos que sirven de cara a lo que viene”, aseveró Santander.
En este camino de Lanús para afirmarse entre los mejores del país y encontrar definitivamente un lugar en el plano internacional, Silvio Santander recuerda su pasado que lo vincula estrechamente con la institución granate: “Fue un orgullo muy especial poder clasificar a estas instancias. En mi caso lo siento así por haber sido jugador del club y, también, por ser vecino. Cuando en la presentación de los equipos durante el primer juego cantamos el himno argentino nos empezó a caer un poco la ficha de lo que estaba pasando”.
Para finalizar, Santander fue claro y contundente respecto a su anhelo más preciado: “Mi sueño máximo es ganar la Liga Nacional. Debe ser la satisfacción más plena que pueda tener un entrenador”.
Fuente: Prensa ADC
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