Se puso el mameluco para ganar


Está donde quería estar. Peñarol sumó ayer su segundo triunfo en el cuadrangular por la primera fase del III Torneo Interligas, tras imponerse a Paulistano de Brasil, por 68 a 56. El "milrayitas" enfrentará hoy a Obras Sanitarias (ayer superó a Baurú de Brasil, por 88 a 72, desde las 20, y el ganador accederá a la final del certamen, ante Pinheiros de Brasil.

No fue bueno el comienzo para el equipo de Sergio Hernández y Paulistano, tal como había sucedido en su primer juego ante Obras, se adueñó de las acciones. Su base, Elinho, manejó las ofensivas con criterio y paciencia, y defendió correctamente a las principales vías de gol de su oponente.

Ese desvío en el arranque motivó un pedido de "tiempo muerto" a Hernández antes de cumplirse 2 minutos de juego. Pero aún así, los brasileños se distanciaron 9-2 a falta de 4 minutos para la finalización del primer cuarto. Peñarol extrañó su acostumbrada precisión desde el perímetro (0 de 5 en triples en esos 10') y cuando el paraguayo Guillermo Araujo se complicó con las faltas, lo reemplazó muy bien Felipe. Entonces, la victoria parcial brasileña fue indiscutible.

Pero así como figura en el ADN brasileño la receta de correr y tirar (aunque Paulistano se aparta bastante de esa identidad), en el de Peñarol figura con fuerte presencia el tiro de tres puntos. Ese que apareció en el segundo segmento y por única vez en el partido. De la mano de Selem Safar y Leonardo Gutiérrez el "milrayitas" hizo extender a la defensa rival y entonces hizo irrupción la segunda parte del plan: capitalizar los espacios para abastecer a Martín Leiva. El pivote anotó 11 puntos en ese cuarto y fue uno de los pilares en el cambio de rumbo del encuentro.

El tercer cuarto ofreció los peores momentos de básquet. Arreciaron las defensas y ambos volvieron a fallar seguido. Allí emergió la capacidad atlética de Marcos Mata como rasgo distintivo en 10 minutos en los que Peñarol encestó sólo el 22% de sus tiros de cancha y Paulistano apenas el 15%. El parcial favoreció a los marplatenses 11-6.

Apremiado por la realidad del juego, los paulistas forzaron el ritmo en el comienzo del cuarto final, con presión sobre el balón, una defensa muy aguerrida, un buen pasaje anotador de Elinho y Pedro y el dominio de Felipe en el rebote. Después de una corrida y anotación de Pedro, el visitante se acercó a sólo un doble (52-50).

El gran mérito de Peñarol radicó en no perder la calma. Se puso firme atrás en tres ataques consecutivos de su adversario y lo rubricó adelante con un triple de Matías Ibarra y un contraataque con volcada incluida de Mata. A llegar a la mitad del cuarto, la ventaja ya era de 61-50. Entonces sí, Paulistano empezó a quedarse irremediablemente. Y pese a que no se entregó atrás, tuvo que resignarse porque arriba Peñarol no le permitió casi nada. Dos jugados, dos ganados y apenas 55,0 puntos en contra de promedio frente a dos equipos brasileños. Nada mal. Ahora le toca Obras, su karma de la temporada, con el que perdió los cuatro partidos por la Liga Nacional y sólo le ganó en el Súper 8.

Síntesis

Peñarol (68): F. Campazzo 6, K. Lamonte 8, M. Mata 13, L. Gutiérrez 8 y M. Leiva 17 (FI). S. Safar 7, M. Ibarra 8, P. Barrios 0 y A. Reinick 1, F. Giorgetti 0. DT: Sergio Hernández.

Paulistano (56): Elinho 13, Betinho 2, Alex Oliveira 3, Renato Carbonari 9 y G. Araujo 2 (lesionado) (FI). Felipe 8, Pedro 10, J. Addai 4, Adriano 5, Luiz Henrique 0, Erick 0. DT: Gustavo De Conti.

Estadio: Obras Sanitarias.
Arbitros: Héctor Uslenghi (Uruguay), Patricio Menares (Chile) y Adrián Vázquez (Uruguay).
Progresión: 12-17, 35-29 y 46-35.

Fuente: La Capital

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