El presidente de los Griegos asumió el fracaso como propio y anticipó que la Liga que viene volverán con un gran equipo. Y quiere que se vayan todos los jugadores... menos su hijo Bruno.
Dice estar tranquilo y sereno, pero ni bien empieza a hablar, uno adivina la bronca contenida para guardar las formas. Con tantos años al frente de Atenas, es por demás conocido que Felipe Lábaque es de los que deben tomar doble dosis de manzanilla o paratropina para digerir el mal trago de una derrota (su equipo quedó eliminado en la reclasificación de Liga Nacional). Y de los que no esperan mucho tiempo para ir a la carga tozudamente otra vez.
“No veía la hora que termine esta Liga, porque todo salió mal: mi suspensión, el cambio de técnico, estar en el fondo de la tabla, perder ocho partidos seguidos...”, arranca “el Felo”, aunque enseguida cambió el tono de la forma que más le gusta. “Pero no lo duden, vamos a resucitar de la mano de un gran equipo. Ya verán los jugadores que voy a traer... pero tendrán que esperar”, anticipa.
Sin vueltas: fue un fracaso
Habituado a hablar de éxitos, títulos y grandes proyectos, Lábaque habló esta vez desde la otra vereda.
–¿Qué autocrítica hacen en el club? ¿En qué fallaste personalmente?
–Bueno, yo soy parte de todo esto. Tenemos que ser honestos y sinceros: esto fue un absoluto y rotundo fracaso. Y soy parte de eso, porque al principio del torneo yo le di vía libre al técnico para que elija los jugadores y fallamos. Se hicieron las cosas así y no salieron. En el deporte uno gana y pierde y, honestamente, no le echo la culpa a nadie. Esto es un fracaso que no puede disfrazarse y yo soy parte de él.
–De los jugadores de este plantel, ¿cuántos siguen con contrato?
–Ninguno. Y para la próxima Liga, antes de dar cualquier nombre, lo primero que voy a hacer es buscar el técnico.
–Tampoco seguirá García.
–Yo creo que no, porque le ofrecí hace dos meses que siga y me respondió que no, que esperara y después no me dijo más ni una palabra, así que creo que no se queda. De todas maneras, si bien yo voy a armar el próximo equipo junto al técnico, en julio voy a dejar la presidencia. Estaré respaldando a quien sea, pero ya no seré presidente.
–¿Qué te gustaría cambiar para la próxima Liga?
–A todos los jugadores.
–¿Incluso tu propio hijo?
–No, no. Bruno y alguno más podrían quedarse. Los demás que se vayan. Seguramente se quedará Bruno, y después veremos con el técnico si quiere algún otro. Sobre los que podrían venir... hay jugadores que yo voy a querer traer y que todavía están jugando. Sería desprolijo que ya tire nombres. Cuando empiecen a quedar eliminados, podemos empezar a hablar. Es muy temprano.
–¿Y vas a insistir por Fabricio Oberto?
–No sé qué decir de eso. Él le ha dicho a mis hijos que la próxima temporada juega. De ahí en más, no sé más nada. Fabricio dijo que si arregla sus problemas, va a jugar, pero no sé. Yo tengo algunos anunciantes que aportarían el dinero para el contrato de Fabricio.
–¿Seguirás con la idea de jugar con tres extranjeros?
–Creo que no. Históricamente, no hemos rendido con tres extranjeros. En Atenas nunca funcionaron.
Sin culpas
Esta vez, Lábaque no le apuntó los dardos a nadie con nombre y apellido. Habló en general y sin buscar responsables. "Esto me motiva para hacer un equipo con grandes jugadores. No quiero sufrir de nuevo como este año
–¿Y este año no lo armaste con grandes jugadores?
–No. Por lo menos no lo demostraron dentro de la cancha. No sé qué les pasó a los muchachos, les faltó motivación.
–Era difícil imaginar un resultado así al inicio de temporada
–Sí, lo mismo cuando vino “el Che” García. No quiero cargarle las culpas a nadie, pero no sé que pasó. No entiendo por qué se desmotivaron, porque no estuvieron en su nivel.
Después de la “catarsis”, Felipe tiene un buen desafío por delante: volver a ser.
Fuente: Mundo D
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