Esta vez no fue una exhibición. Estudiantes opuso su propia solidez colectiva y a Peñarol le costó mucho resolver la historia. Pero, como suele ocurrir, en el momento de mayor riesgo salió a relucir lo mejor del bicampeón. Corazón, las acciones propias de un conjunto que juega de memoria y otra gran noche de Facundo Campazzo, cerebro y ejecutor del ataque "milrayitas". Con esta receta, ganó 84-80 en otro partidazo por la undécima fecha de la Liga Nacional de básquetbol y sigue a tiro de Obras Sanitarias, líder del torneo.
Peñarol, con una muy buena defensa, se recuperó rápido de un 0-7 inicial. Enseguida ajustó la defensa sobre todos. Y una vez más se hizo fuerte en ese apartado porque logró controlar a Jerome Meyinsse. Claro que el equipo local se vio beneficiado por dos motivos: Pepe Sánchez, socio principal del extranjero, jugó poco en esa parte por un problema fìsico y el propio foráneo se puso enseguida con dos faltas personales y se fue al banco.
El trabajo defensivo, en consecuencia, se simplificó. Minimizada la amenaza interior del rival, Peñarol logró enfocarse en el perímetro bahiense. Con excelentes resultados. Provocó perdidas y malos tiros. Y, de ese 0-7 inicial, a dos minutos del final del primer cuarto, pasó a ganar 17-9. Con la receta de pasarse mucho la pelota, más allá de no disfrutar de una noche especialmente feliz con el tiro abierto, y con un buen cometido individual de Lamonte en el arranque.
No significó demasiado esa ventaja. Porque el equipo marplatense perdió tres balones seguidos en el cierre del primer parcial y lo pagó con otros tantos contraataques en contra. Estudiantes, en consecuencia, terminó cerca. Y metió un poco más de presión en la primera mitad del segundo cuarto con "Pepe" Sánchez en la cancha.
Recién logró Peñarol recuperar el control de la situación cuando encadenó tres triples consecutivos (Mata, Campazzo y Gutiérrez) promediando el cuarto. Y cuando Estudiantes amagó una reacción, le dio de beber su propia medicina. A puro robo y bandeja se fue al descanso al frente 45-36.
Los de Sergio Hernández mantuvieron las riendas firmes un buen rato más. Con la solidez defensiva de toda la etapa inicial y con los aciertos exteriores de Gutiérrez y Campazzo. La ventaja trepó a una máxima de catorce puntos (57-43) promediando el cuarto y parecía que la definición estaba cercana.
Sin embargo, enfrente estaba Estudiantes. Y no se entregó así nomás. Meyinsse apareció sobre el final del parcial y Pepe Sánchez, con un par de acciones de mucha calidad, en el comienzo del último. El temido circuito bahiense, a tiempo, entró en escena y a falta de cuatro minutos el partido estaba igualado en 69 puntos.
La victoria peñarolense se puso a dura prueba. Pero, por más presión que le metan, es difícil que el equipo marplatense pierda la línea. Y, ocurra lo que ocurra, va a luchar y a ejecutar cosas lógicas. De la mano de un Campazzo que siempre da la cara, a falta de un minuto y diez segundos había recuperado una delantera de seis puntos. Estudiantes todavía la peleó, pero a falta de 13´ dos tiros libres de Campazzo y una tapa posterior de Mata sobre Aguerre definieron el cotejo.
Síntesis
Peñarol (84): F.Campazzo 24, K.Lamonte 15, M .Mata 8, L .Gutiérrez 16 y M.Leiva 14 (x) (FI); M.Ibarra 4, S.Safar 0, F .Giorgetti 1y P.Barrios 2. DT: Sergio Hernández.
Estudiantes (80): L.Faggiano 4, J.Mojica 7, F .Aguerre 9, R.Sánchez 18 y J.Meyinsse 16 (x) (FI); A.Zago 4, E.Ruiz 3, J.I.Sánchez 14 y J.Espil 5. DT: José Luis Pisani.
Estadio: Polideportivo ?Islas Malvinas?.
Arbitros: Alejandro Chiti-Fabio Alaniz.
Progresión: 19-15, 45-36 y 58-50.
Crónica: La Capital
Foto: Gentileza ligateunafoto.com
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