¿Por qué aceptó García la propuesta de Atenas?

"La familia, la Selección y el regreso al país", enumeró. El Che explicó cómo divide las aguas entre Lábaque padre e hijo. Y negó, además, que se le haya cruzado sumar a Román González.

Se lo notaba feliz. Está frente a otro importante desafío en su carrera: sacar a Atenas del fondo de la tabla en la Liga Nacional de Básquetbol. Para eso la dirigencia del griego invirtió toda su confianza --y algo más-- en la experiencia del entrenador bahiense Néstor Rafael García, quien llegó en reemplazo de Sebastián González. Ayer mismo se puso al frente del plantel cordobés.

¿Cuál fue el semblante que notaste en el equipo?

Es un equipo que sufrió por las derrotas. Es una situación nueva, por lo que no puedo emitir juicio.

¿Y cómo notaste a la dirigencia que lleva muchos años y recién se están tuteando con una situación así?

Los noto bien, tranquilos y confiados. Me recibieron muy bien en Córdoba. Con mucho respeto y cariño.

¿Qué significa para vos, un trotamundo que conoce mucho, estar adentro de un club que viste y sufriste siempre desde afuera?

Primero, estoy disfrutando mucho la vuelta a mi país. Ya me pasó con la Selección, pero sabía que era temporal. Y ahora, otra vez regreso, y a un equipo con la historia que tiene Atenas, realmente no me puedo quejar. Estamos en una situación muy particular, cosa que me gusta y me alerta más todavía.

¿Hubieras aceptado en una situación similar y de no tratarse de Atenas?

Depende cuál hubiese sido el equipo.

¿Cuál por ejemplo?

No, sería poner equipos en una situación que no le gustaría a nadie.

Pero ante esta posibilidad de Atenas ni siquiera dudaste.

No. Aparte, me hablaron mis representantes del aspecto económico y ni se discutió.

¿No se discutió porque era Atenas?

No. Y la propuesta la hicimos nosotros. Fue aceptada en su totalidad. Es muy difícil que en las negociaciones, cuando proponés algo, se acepte todo.

¿Económicamente resignás regresando a la Liga?

Posiblemente sí, comparando con algo que tenía para concretar afuera. Creo que Atenas hizo un gran esfuerzo.

¿Y por qué el regreso?

En realidad hay tres situaciones: la familiar, la Selección y que se trata de mi país.

¿Llegás para quedarte y volver a ser un argentino más?

Creo que sí.

¿Considerás que recabaste todo lo que fuiste a buscar al exterior?

No. Porque estaría negando mi forma de vivir en los últimos años.

¿Se puede decir que 2011 marca un antes y un después en tu carrera?

Posiblemente fueron varias cosas que uno fue viendo. Mucha gente me hizo saber la importancia que tendría mi regreso, entonces, uno va tomándolo como algo positivo dentro de una decisión.

¿El regreso te limita para seguir creciendo?

Los crecimientos uno los va teniendo en cualquier lado. Lo que pasa que ser extranjero y entrenador de básquet significa una combinación explosiva, porque no estás en tu hábitat, y porque más allá que los entrenadores en la mayoría de los casos somos un mero resultado, cuando sos extranjero eso se agiganta.

En principio, después de tantos años afuera, ¿serás un técnico extranjero en nuestra Liga?

No. Para nada. En todos lados soy el argentino Néstor "Che" García y en mi país, el Che García.

¿Es otro Che García el que dirigirá la Liga?

Creo que sí.

¿En qué se notará el cambio?

Uno ha vivido situaciones bastante complicadas, y con un núcleo de personas reducidas, en este caso mi familia. Y eso te va generando distintas maneras de actuar y anticuerpos ante determinadas situaciones. Entonces, cuando uno sale a la calle enfrenta un montón de cosas y el paredón, para la contención, hay que hacerlo más alto, más ancho y más grande. Eso te lleva a mejorar mucho en la rapidez mental, en cómo tratar diferentes personalidades e idiosincrasias. También en las relaciones y te va creando un desarrollo, más allá de lo basquetbolístico, en lo que tiene que ver con las relaciones humanas y de grupos.

Las relaciones siempre fueron tu fuerte.

No sé si es algo destacado en mí. Lo que más me gusta es el juego, disfruto mucho haciendo cosas en el juego y poniéndole retos a los jugadores. Ahí se envuelve todo y entra la relación, la competitividad y el compromiso.

¿El mayor desafío es sacar a Atenas de esta situación?

Hoy en día no hay mayor desafío que ese en lo profesional.

Tu principal vínculo dirigencial es el padre del máximo referente del equipo. ¿Esa parte del ovillo es la que debés desenredar?

Para mí no. Hoy (por ayer) hablé con Felipe Lábaque como presidente y con Bruno Lábaque como base del equipo.

¿Y si tenés que meter mano a algo deportivo están bien diferenciados los roles?

En realidad, me han traído con toda la confianza y me dieron todo el respaldo y responsabilidad. A partir de ahí son mis actos. Aparte, en este caso puntual, tiene que ver con dos grandes líderes: el presidente del club que ganó muchísimo y Bruno, el emblema de Atenas en los últimos años. Y me parece que lo logró por sus cualidades.

¿Un sueño con Atenas?

Ganar el viernes contra Sionista. Empezamos con metas cortas. Así se acepta la realidad.

¿Habrá cortes? ¿En lo estrictamente deportivo evaluaste algún cambio?

No. En el entrenamiento de hoy (por ayer), vi algo de lo que estaban haciendo y ya vamos pensando en Sionista. Hay que potenciar esto lo más que se pueda para el viernes.

¿Se te cruzó sumar a Román González?

No.

¿Los extranjeros están aún en período de adaptación?

Y... Llegaron hace poco, así que están en plena adaptación y evaluación.

¿Podrían ser el fusible?

Sí.

Fuente: La Nueva Provincia

Comentarios