Gustavo Miravet explicó que la idea del último partido fue repetir lo del viernes, con Machuca penetrando y con los “grandes” yendo a buscar un rebote ofensivo. Sin embargo, el base se la pasó a Malara quien quedó solo para el lanzamiento exterior. El DT se lamentó por la derrota, pero bancó a sus jugadores por la ejecución fallida.
“Tuvimos cinco partidos que se definieron por un simple y de esos juegos, ganamos sólo uno. Se dice que el equipo cierra mal los juegos, pero la misma jugada que hicimos ante San Martín y que nos terminó dando el triunfo, la hicimos ante Sionista con la diferencia que no se pudo porque se dieron otras circunstancias. El viernes se ejecutó como se había planificado y el domingo no. Si bien es cierto que el tiro de Malara pudo haber entrado, la idea táctica no era ésa, sino que Machuca penetre y llegue hasta el canasto”, explicó el “Zurdo” Miravet.
“La idea táctica de la última jugada era pick and roll central para jugar a dos tiros y que el único jugador que quede abierto sea Villares y que Machuca vaya al canasto. De Groat y Lloreda iban a llegar para tomar el rebote ofensivo y a su vez que lleguen las ayudas sobre el propio Machuca. De esta manera la posibilidad de rebote podía darse, como se dio ante San Martín. Jonatan (Machuca) se la pasó a Fernando (Malara) para que lance y por mala fortuna no entró”, agregó el coach.
Seguidamente, Miravet bancó a sus dirigidos. “No responsabilizo ni juzgo a nadie por la derrota, simplemente da bronca porque podríamos haber evitado que se llegue hasta esa situación. Faltaban 40 segundos y erramos un tiro, agarramos el rebote ofensivo y podríamos haber jugado esa pelota consumiendo 20 segundos más y tres puntos arriba. De contra nos meten un foul gol que se podía haber evitado. Da bronca cómo se dio todo porque tendríamos que haber cerrado antes”.
Con respecto al malestar de la gente por el traspié, Miravet declaró: “Como entrenador, no comparto los insultos. Nos fuimos aplaudidos ganándole a Peñarol por 30 y me fui después del partido a fumarme un cigarrillo para tranquilizarme y lo mismo hago cuando me toca perder. Soy entrenador y me abstraigo de la situación. Como persona, no entiendo que haya gente que vaya a una cancha a insultar a otra persona. Yo también soy hincha y voy a la cancha, pero jamás se me pasaría por la cabeza ir a insultar”, cerró el entrenador cordobés.
Fuente: El Liberal
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