Peñarol huele el riesgo y se potencia. Mete más y juega más. Sin Leiva y Gutiérrez en más de medio primer tiempo, le sacó una ventaja importante y controló a uno de los mejores equipos de la Liga. Después , cuando los referentes volvieron, sacó una gran diferencia. Y, cuando se complicó, volvió a tirar toda su jerarquía en la cancha. El equipo marplatense no le dio desquite a su vencido en la final del Súper 8 y se impuso 82 a 73 por la quinta fecha de la segunda fase de la Liga Nacional de básquetbol.
Después de ocho minutos iniciales muy parejos, eminentemente defensivos, en los que Leiva y Battle se anularon mutuamente, Peñarol jugó un primer tiempo estupendo.
De movida, insinuó tener más juego que un Libertad esta vez errático, confundido por una defensa colosal. Los tiros de Pittman, casi como único argumento, sostuvieron en el arranque a los de Demti.
Claro que, como los santafesinos también defendieron muy duro, apenas el equipo marplatense se imponía 12- 10 a falta de un minuto y medio para el final del primer cuarto. Por entonces, Hernández ya había decidido sentar a Leiva, con dos faltas personales. Pero la luz de alarma se encendió en ese punto con la salida del partido de Leo Gutiérrez, que además había comenzado bien, por un golpe en las costillas que lo envió directamente al vestuario.
Parecía demasiado handicap. Sin embargo, desde entonces, Peñarol se dejó la piel en la cancha. Y atacó con mucha inteligencia y sin referencia interior. Movió y movió la pelota con paciencia hasta conseguir un buen tiro de perímetro. Generalmente, lo consiguió. Entre Campazzo y Roland, por ejemplo, se combinaron para establecer un parcial de 5-0 para cerrar el cuarto inicial 17-10 arriba.
El propio estadounidense, encendido, fue el principal ejecutor de la ofensiva peñarolense también en el segundo cuarto. La disciplina con la que Peñarol atacó, más allá de algún lujo innecesario de Campazzo, le permitió absorber las bajas transitorias de Gutiérrez y Leiva. Y también el excelente aporte de sus relevos. Reinick lo controló bien algunos minutos más a Battle ?finalmente el pivote de Libertad terminó prevaleciendo- y entre Barrios, Safar y Giorgetti se combinaron para anotar 14 puntos en el segundo parcial.
Libertad, de todos modos, resistió gracias al buen ingreso del pibe Fernández Chávez y con la aparición en escena de Battle hacia el final del período, que terminó con triunfo marplatense por 39 a 33.
Para el complemento regresaron Leiva y Gutiérrez, recuperado del golpe. El pivote incidió notablemente en el juego y anotó 11 puntos en los primeros cinco minutos del parcial, en los que dominó claramente a Battle y lo puso con tres personales.
Demti sentó al poderoso estadounidense y Peñarol no lo perdonó. Condenó a Libertad a tener un tiro por avance (mandó claramente en el rebote en ese pasaje) y desde lejos. Y del otro le descargó todo su arsenal. De cerca y de lejos. Así le sacó 18 puntos de ventaja (67-49) y entró al cuarto final con un buen colchón.
Menos mal. Porque Libertad creció mucho atrás y le permitió sólo dos puntos en ocho minutos. Los sunchalenses se situaron 68-72. Entonces el equipo local olfateó otra vez el riesgo. Y creció cuando era menester. Gutiérrez metió un triple clave, sus compañeros encadenaron buenas defensas y el triunfo quedó asegurado.
Síntesis
Peñarol (82): Facundo Campazzo 15, Derrick Roland 16, Marcos Mata 6, Leonardo Gutiérrez 10, Martín Leiva 12 (formación inicial); Selem Safar 15, Pablo Barrios 6, Franco Giorgetti 2. DT: Sergio Hernández
Libertad (73): Jonathan Treise 11, Marcos Saglietti 3, Joshua Pittman 25, Jermaine Bucknor 8, Robert Battle 9 (formación inicial); Juan Fernández Chávez 11, Sebastián Ginóbili 5, Alejandro Alloatti 1. DT: Fabio Demti.
Progresión: Peñarol 17-10, 39-33, 70-54 y 82-73.
Arbitros. Alejandro Ramallo-Javier Mendoza.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas
Crónica: La Capital
Foto: Gentileza ligateunafoto.com
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