Para edificar una base sólida con miras a un gran emprendimiento, no hay que comenzar por otra parte que no sean los cimientos. Para ello es fundamental trabajar con buen material y planos definidos. La idea, ahora, es apuntalar todo antes de que se desmorone por completo y pensar en objetivos ambiciosos. Nada menos que con ese desafío puso ayer manos a la obra el nuevo entrenador de Atenas, Néstor García. El “Che” se presentó al plantel por la mañana, se “arremangó” por la tarde y exigió a todos con su reconocida y tradicional propuesta agresiva. No dejó nada librado al azar.
“Yo tengo una confianza ciega. Tengo mucha fe en que a esto lo vamos a revertir”, dijo el entrenador mientras los jugadores ya sudaban sobre la madera bajo las órdenes de su asistente Gustavo “Lobito” Fernández. “Hay que apuntar a los disparadores. Tengo que saber en dónde activar y también dónde tapar... Por ahora no puedo dar una receta si no hago primero un diagnóstico”, agregó a sabiendas de que la dirigencia puso en sus manos el comando de esta nave y le dio vía libre para efectuar los cambios que crea necesario. ¿De nacionales o extranjeros? “Todos los que crea
convenientes”, afirmaron los popes “griegos”, en clara alusión de que no esquivarán el bulto en esta nueva “Era”.
Claro está que la preocupación del DT pasa por saber que sólo cuenta con tres recambios de extranjeros por hacer, como bien lo dice el reglamento de la Asociación de Clubes (AdC). Esto quiere decir que no deberá apresurarse y dar en la tecla cuando decida barajar y dar de nuevo. Y más allá que por razones lógicas aún no lo dio a conocer, sí arrojó algunos indicios que apuntan a variantes. De más está decir que suena más que lógico y necesario.
Por la mañana. A las 11 el “Che” fue presentado por Felipe Lábaque al plantel, y luego se hizo su tiempo para dialogar con sus jugadores durante casi 10 minutos. Luego, de manera individual, también mantuvo charla cerrada con algunos de los pilares fundamentales de esta estructura, tales los casos de Bruno Lábaque y Matías Lescano.
Por la tarde. Desde las 19 todos comenzaron a sudar la gota gorda; y a las 19.35 tomó el balón entre sus manos, ejecutó dos lanzamientos al cesto y ordenó los movimientos basquetbolísticos. Gritó, se enojó, aplaudió, arengó e impulsó un espíritu ganador y agresivo. “En cualquier cambio, a las trompadas...”, disparó en relación a la actitud, y todos obedecieron.
El primer volantazo ya fue dado; y ahora resta esperar que los resultados salgan a la luz. Mañana será el primer gran desafío, cuando el verde reciba a Sionista en el Polideportivo Cerutti. “Hay que ganar como sea. Después buscaremos ir afinando aspectos. Hoy la necesidad es sumar para salir de esta”, afirmó el entrenador mientras se hundía en el centro del rectángulo de juego.
Fuente: Diario La Mañana
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