Peñarol derrotó a Obras 83 a 81 en otro final angustioso

El equipo marplatense sacó fuerzas de flaquezas y con defensa y coraje sacó adelante un partido que tenía muy complicado por la acumulación de faltas personales de jugadores clave. Un bloque monumental de Martín Leiva a Osimani en la jugada final aseguró

Volvieron los Caballeros de la Angustia. Esa historia de que Peñarol nada consigue sin sufrir dio vueltas por el Polideportivo una vez más, En otro tremendo partido, dramático como el del miércoles, el conjunto marplatense se impuso 83- 81 a Obras y logró meterse en la final del Súper 8 de básquetbol "Secretaría de Deportes de la Provincia de Buenos Aires".

El conjunto de Sergio Hernández, cuando ya tenía a Nocioni afuera por faltas personales y en la cornisa a Campazzo, defendió con una enorme actitud y una jugada defensiva, un tapón impresionante de Leiva a Osimani en la jugada final, le aseguró un lugar en la final de esta noche. Será desde las 22 ante Libertad de Sunchales, equipo que comparte con el local el privilegio de haber ganado dos Súper 8. Por lo tanto, hoy habrá desempate.

Sergio Hernández eligió comenzar con una formación alta, con Mata en lugar de Roland en relación al cotejo del último miércoles ante Estudiantes. Y la variante le permitió dos cosas: tener controlado a Mázzaro (lo tomó el propio Mata) y generar en ataque un emparejamiento con superioridad física para ir a tomar un tiro corto, de mayor porcentaje.

Así, recurriendo menos que otras veces al tiro de tres puntos, Peñarol manejó desde el vamos una pequeña luz con el argumento de atacar repetidamente el canasto rival. Hasta Leo Gutiérrez, generalmente más aplicado al lanzamiento de tres puntos, cortó con éxito tres veces hacia el canasto de Obras.

Pero, además de sorprender por esta vía, el equipo marplatense tuvo muy buenos porcentajes en las pocas oportunidades en las que eligió lanzar desde lejos. Nocioni, incluso, se dio el gusto de festejar su primer triple convertido con la casaca "milrayitas".

Obras, superado en ese arranque, aguantó como pudo con la jerarquía de Juan Gutiérrez (le ganó el duelo a Leiva) y con las bondades de su profundo banco. Pero no pudo hacer pie casi en ningún momento con su defensa y Peñarol le ganaba 28- 21 a casi cuarenta segundos para el final del cuarto.

La única mala noticia para el equipo marplatense en ese cuarto inicial fue que Campazzo se puso con dos faltas personales. Cuando Oveja decidió cuidarlo, en los últimos cuarenta segundos, Osimani le escapó dos veces a Castets y convirtió cinco puntos consecutivos que pusieron en el marcador un 28-26 mentiroso.

El conjunto de Lamas pasó a defensa zonal en el segundo parcial y confundió un rato a Peñarol. Así, y con otra muy buena tarea de Field, bien abastecido por Konzstadt, llegó a pasar fugazmente al frente.

Sin embargo, la zona de Obras no aguantó el bombardeo al que la sometieron promediando el cuarto. Leo Gutiérrez, fino como en sus mejores noches, metió tres bombas casi consecutivas, Safar otra y la ventaja peñarolense trepó a una máxima de nueve (44-35) promediando el cuarto.

Ese aire le permitió a Sergio Hernández cuidar a casi todos sus titulares antes del entretiempo. Y los relevos contribuyeron a mantener la ventaja, que fue de 48- 42 a la hora de ir al descanso.

Obras probó en el arranque del complemento con una defensa de cajón y uno con Smith sobre Leo Gutiérrez. Pero se lo rompieron con tiros de tres puntos el propio cordobés, Campazzo y Roland. Peñarol se fue a 59- 47 a falta de seis minutos y medio y Lamas no tuvo otro remedio que disponer el regreso al hombre. Entonces el conjunto local comenzó a alimentar a Leiva y sacó buenos réditos también por esa vía. En puntos y poniendo a Juan Gutiérrez con tres personales.

Pero Obras es un gran equipo. Si no responde con juego, también tiene mucha jerarquía individual a mano para sofocar incendios. Ese jugador fue Dartona Washam, quien anotó nueve puntos en el parcial y dejó a su equipo dentro del partido para el tramo final.

Lo peor para Peñarol fue que en una misma jugada le sancionaron una antideportiva y una técnica a Campazzo, cuya presencia para el resto del partido quedó condicionada por completo.

Otro triple de Washam en el arranque del último cuarto le puso máxima presión a Peñarol e instaló un escenario de cierre angustioso, como el del miércoles ante Estudiantes.

Efectivamente, la paridad se mantuvo hasta el epílogo. La quinta falta de Nocioni sobre el intratable Washam a falta de dos minutos y medio pareció abrir una perspectiva muy favorable para Obras.

Pero Peñarol tiene un corazón gigante. Y mantuvo sus pretensiones a pura defensa. Washam casi no tocó la pelota en ese cierre y un par de buenas apariciones de Roland hicieron entrar a Peñarol al minuto final con una luz mínima. Campazzo tuvo la oportunidad de liquidarlo todo a falta de nueve segundos, pero sólo anotó un libre de dos y dejó el marcador 83-81.

Martín Osimani se jugó la bandeja para igualar, pero surgió Leiva, el más grande de los Martines, con un bloqueo increíble. Y Peñarol, una vez más, les puso la tapa y pasó a la final.

Síntesis

Peñarol: Nocioni 14, Mata 5, Campazzo 11, Gutiérrez 24, Leiva 11, Safar 5, Castets 4, Barrios 0, Roland 9, Giorgetti 0. DT: Sergio Hernández.

Obras: Gutiérrez 11, Konsztadt 4, Elsener 2, Espinoza 3, Osimani 14, Washam 27, Smith 6, Field 14, Mázzaro 0. DT: Julio Lamas.

Estadio: Polideportivo Islas Malvinas.
Árbitros: Estévez – Sampietro - Rougier

Crónica: La Capital
Foto: Gentileza ligateunafoto.com

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