En la conferencia de prensa estuvieron el presidente de la Asociación de Clubes de Básquetbol, Eduardo Bazzi, el presidente de Peñarol, Domingo Robles, los entrenadores Sergio Herández (Peñarol), Carlos Romano (Quimsa) y Fabio Demti (Libertad de Sunchales) y los jugadores Leonardo Gutiérrez y Andrés Nocioni de Peñarol, Sebastián Ginóbili de Libertad y Diego Lo Grippo de Quimsa.
El primero en tomar la palabra fue Bazzi, quien agradeció a las instituciones que participarán de este torneo, "en especial a Peñarol por haber tomado la responsabilidad de organizar la séptima edición del Súper 8, que ya es una tradición de la Liga Nacional". El titular de la AdC confirmó además que la final del Súper 8 fue programada para el sábado a las 22, con televisación hacia todo el país por TyC Sports.
Luego, Domingo Robles manifestó el orgullo que le genera a la institución marplatense organizar este certamen: "Más allá de los costos, que son muy elevados, Peñarol tiene bien aceitado el tema organizativo apoyado en el trabajo de toda su comisión directiva. Estoy convencido de que será el Súper 8 más importante y apasionante de todos los que se hicieron por la calidad de todos los planteles. Y es un orgullo muy grande poder organizarlo. Les quiero agradecer a todos los equipos presentes en la conferencia. Faltó Estudiantes de Bahía Blanca, es algo que no quiero remarcar pero me llama la atención que no estén aquí", dijo el directivo.
Sergio Hernández, por su parte, reconoció que el equipo no llega de la mejor manera: "Las expectativas para el torneo son las de siempre. Queremos ganarlo, más allá de que a raíz de las lesiones y los cambios que tuvimos que hacer perdimos un poco la identidad de equipo. Pero la jerarquía individual y el temple de los jugadores de Peñarol disimulan todo eso".
Todos los participantes destacaron lo difícil que fue clasificar al torneo, por lo que valoraron estar en Mar del Plata. Y, obviamente, resaltaron la presencia de Nocioni.
Justamente, el "Chapu" fue el último en tomar el micrófono en la conferencia. Y con la humildad de siempre, agradeció tantos elogios: "Estoy muy agradecido por las palabras de cada uno, son demasiados elogios. Nosotros vivimos en una nube, que es la NBA y Europa. Y cuando volvemos al país lo hacemos en forma temporal. Así que les agradezco a todos las palabras de reconocimiento".
"Ser parte de este torneo es un orgullo y es un agradecimiento hacia la Liga Nacional. Me hubiera gustado ser parte del proceso pero la situación se dio de esta manera. Mi ilusión es ganar este torneo con Peñarol", cerró Nocioni.
Lo empezaron antes, en la Peatonal
La idea de la presentación masiva para el Torneo Súper 8 resultó un completo éxito ayer al mediodía en la Peatonal San Martín, frente a la Catedral.
Allí, gente de la organización del certamen, que realizan en forma conjunta Peñarol y la Asociación de Clubes (AdC), presentó una minicancha de básquet con un solo aro, al estilo play-ground.
Con música de fondo y la presencia de jugadores y sponsors, enseguida se fue reuniendo una muy buena cantidad de público.
Por Peñarol dieron el presente Facundo Campazzo, Selem Safar y Martín Leiva; por Libertad de Sunchales, Marcos Saglietti y Jonatan Treise; y por Quimsa de Santiago del Estero, el puertorriqueño-estadounidense Jesse Pellot.
Ante la mirada de dirigentes de la AdC, allegados a Peñarol y el titular de la Asociación de Jugadores (AdJ), Michael Stura, con la conducción del periodista Fabián Pérez se formaron cuatro equipos de tres jugadores: un profesional y dos integrantes del público.
Así, Campazzo, por un lado, Safar, por el otro, Treise y Saglietti fueron los líderes de cada uno de los equipos. Los conjuntos de los dos hombres de Peñarol arribaron a la final, y por momentos, con intervenciones de Pellot (árbitro de dudosa ecuanimidad) y Leiva (comentarista de los relatos de Pérez), la definición se hizo muy divertida hasta el final, cuando ninguno quería perder. Finalmente, los de Campazzo se quedaron con el título, festejaron y se sacaron las fotos de rigor. Llegó el turno también de las entrevistas y el cariño de la gente.
Todos los participantes se llevaron regalos de los auspiciantes, y el cierre fue con tiros libres de todo el público (el que embocaba ganaba un premio) hasta que se agotaron los obsequios. La gente, feliz, se quedó con ganas de más. Ahora, la cosa seguirá en serio, esta noche adentro de la cancha y por el pase a las semifinales.
Fuente: La Capital
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