La Banda de la AdC anoche tocó fondo

El vuelo que trasladaba a los árbitros no pudo aterrizar, modificó el recorrido y no llegó a tiempo. Existió absoluta desprolijidad. La decisión se modificó en cuatro oportunidades. Una verdadera falta de respeto y seriedad.

Levantar la persiana de la habitación y ver la persistente garúa que caía en esta ciudad pareció una bendición, después de un sábado donde la temperatura alcanzó los 38,4 grados.

El plantel de Bahía Estudiantes desayunó, fue a la cancha de Olímpico a entrenar, almorzó, descansó y, con el buen ánimo que genera este presente deportivo, durante la merienda acortó los minutos hasta que, a las 18.30, irrumpió en la confitería un hombre que se presentó como Román Guantay. Solicitó hablar con el jefe de equipo, Facundo Durand.

“A las seis menos diez me hablaron los árbitros (Juan Fernández y Oscar Brítez) y me comunicaron que el avión que salió a las 15.30 no había podido aterrizar aquí, por problemas climatológicos, por lo tanto habían regresado a Buenos Aires”, explicó el hombre.

Inmediatamente, Durand llamó al técnico José Luis Pisani, lo interiorizó del tema y después sumaron al capitán, Pepe Sánchez, porque Guantay le dio dos posibilidades: jugarlo a las 24 o, bien, a las 10 de la mañana de hoy.

La hoja de ruta del plantel se había planificado con la salida desde Santiago a las 4.30 de hoy rumbo a Tucumán, para tomar el vuelo hacia Buenos Aires a las 8.20, haciendo conexión para Bahía a las 16.55. En consecuencia, el trío que se encargó de tomar la decisión --junto, a la distancia, con el dirigente Mariano Grippo--, se inclinó por aceptar el primer turno.

En medio de estas deliberaciones, los jugadores ya habían regresado a sus habitaciones para empezar a prepararse, por lo tanto, a las 19.30 el jefe de equipo los fue poniendo en conocimiento de la situación.

Cambio de planes y momento de decidir el cuerpo técnico. Había que planificar otra merienda, ¿o qué?, se preguntaron.

Con toda la bronca, básicamente después del itinerario que había hecho el equipo, jugando el jueves en Córdoba y aguardando hasta el partido, era momento de reacomodar la cabeza y no desconcentrarse. ¡Imposible!

A las 19.50, Eduardo Bellón, responsable del área técnica de la AdC, se comunicó con Durand y le dio la posibilidad de adelantar para las 23 o directamente suspenderlo, porque la dirigencia de Olímpico no aceptaba jugar a las 24, argumentando que se sentiría en la recaudación (¿?).
También, Bellón consideró como alternativa altamente factible que el plantel permaneciera acá y jugara hoy, viajando directamente mañana hacia Mar del Plata para afrontar el Súper 8, recibiendo como respuesta un “imposible”.

A esta altura, sorprendentemente, el equipo bandeño había emitido un comunicado confirmando la suspensión. ¿Cómo se entendía?
Paciencia... Debía aguardarse una definición...

Mientras tanto, Durand se comunicó en tres oportunidades con el jefe de equipo bandeño, quien le apuntaba que no tenía noticias del presidente de su club. Al mejor ritmo empresario estresado, Durand corría de un piso a otro con teléfono en mano. Hasta que irrumpió en la habitación 249, a las 20.35, donde se había congregado el cuerpo técnico: “Me acaba de llamar el jefe de equipo de Olímpico, jugamos a las 22.45”.

¿Y ahora? ¿Quién decía la verdad?
“A las nueve salimos para la cancha”, dijo Pisani.

Rápidamente hubo que montar el operativo traslado hacia el estadio. Todo muy desprolijo. En definitiva, el partido se jugaba. Por eso, el equipo dejó el hotel y subió al micro. Eran las 21.10 y Grippo llamó a Durand.
“No se juega”, avisó.

Desconcierto total. ¿Qué hacemos? Llamadas cruzadas y, repentinamente apareció el comisionado, al pie del micro.

“Creo que el avión estará llegando a las 10 o a las 11 y son dos horas hasta aquí”, dijo, textualmente.
“A mí me dijeron que se jugaba a las 22.45”, le recordó Durand.
Interrumpiendo, “La Nueva Provincia” pudo hablar con el comisionado.

--Por lo que usted dice los árbitros están volando en este momento.
--Sí, llegan acá a las 12 más o menos. Aparentemente se ha vuelto a atrasar el vuelo.

--¿Qué le dijo Bellón?
--Me dijo que esperemos hasta las 11 como hora tope.

Los jugadores, en medio del desconcierto y después de ¡subir y bajar dos veces del micro!, evaluaban alternativas de reprogramación y el almanaque no es favorable. El regreso a esta zona es en febrero, cuando jueguen sucesivamente con Regatas Corrientes, La Unión (Formosa), Libertad (adelantado, al menos ya lo solicitaron) y Quimsa (SdE). Ahí podría sumarse, pero serían cinco partidos y poco antes de los playoffs.

Habrá que evaluar la decisión de la AdC. Impredecible.

Fuente: Fernando Rodríguez - La Nueva Provincia.

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