“El objetivo es ir partido a partido”

Si bien nació en Capital Federal, a Juan Siemienczuk bien podría catalogárselo como un paranaense por adopción al cual las cosas le están saliendo bien. Tras su paso desafortunado por Tucumán BB, el ex entrenador de Echagüe empezó con un nuevo proyecto en Unión de Santa Fe, junto al diamantino Francisco Blanc, su asistente, y un plantel que ganó los ocho partidos que jugó por el nuevo Torneo Federal que reemplazó a la Liga Nacional B. De los 55 clubes que intervienen en el certamen, solo La Unión de Colón, Pérfora de Neuquén y el tatengue son los únicos invictos. “Planteamos en el grupo ser competitivos e ir partido a partido”, confesó el coach de 30 años, que también se está dando el lujo de dirigir a Carlos Delfino.

-¿Esperabas semejante comienzo de temporada?
-Tuvimos una pretemporada donde el equipo mostró cosas positivas, comportándose bastante bien en muchos aspectos del juego y nuestra intención era poder ser competitivos. La realidad es que el plantel empezó con el pie derecho y fue tomado confianza más allá de una cantidad de cuestiones que nos fueron pasando pero que no afectaron el resultado de los juegos.

-Se habló mucho de este Torneo Federal que reemplazó a la Liga Nacional B. ¿Cómo lo viste en estas primeras fechas?
-Es un certamen raro, en el sentido que tenemos cuestiones como de una Liga como la NBA, por el hecho de tener que disputar cuatro juegos contra los mismos rivales en un período de tiempo muy escaso, algo muy diferente a lo que estábamos acostumbrados. Es como estar en un play off constantemente. Pero después los equipos son iguales, mejores y peores que los del año pasado en la Liga B, no hay una gran diferencia. Lo raro es la forma del certamen.

-En lo personal tuviste la chance de empezar de cero con el proyecto, algo que no te pasó nunca salvo en algún torneo de APB con Echagüe. ¿Fue clave esto para este presente?
-Creo que sí. Iniciamos un proceso totalmente de cero, donde la dirigencia en el momento que arregló con nosotros para que nos hagamos cargo del básquet del club, no solo de las inferiores como estábamos hasta ese momento, y poder dirigir el equipo principal, nos brindó toda la confianza para tomar las determinaciones que creamos correctas. Ya sea en el armado del plantel como luego cuando el equipo ya estaba conformado.

Tener una dirigencia que lo que te dice lo cumple es muy importante, y que te da la libertad de trabajar no solo desde el aspecto verbal sino que te lo manifiesta y lo cumple es de destacar. Nunca nadie se ha metido en nuestras decisiones y eso te da tranquilidad, más allá de los resultados obtenidos.

-¿Vivís esto como una revancha por lo que te ocurrió el año pasado en Tucumán BB?
-Sinceramente no. Cuando pasó lo de Tucumán tuve que cerrar un ciclo. Yo soy entrenador de básquet y a mí el básquet me trajo a Unión a dirigir formativas y la realidad después hizo que vuelva a estar en el básquet profesional, así que no lo tomo como una revancha. Sí estoy contento de la actualidad y disfrutando este momento.

-¿El objetivo de Unión pasa si o si por el ascenso al TNA?
-El objetivo nuestro siempre fue y será el mismo. Planteamos en el grupo ser competitivos e ir partido a partido. Cuando vaya avanzando el torneo se pondrán nuevas metas. Hoy en día, entre la primera y segunda fase son 30 partidos, donde te puede ir muy bien pero no te garantiza nada. Si nos mantenemos, nos haremos cargo de pelear el ascenso.

-¿Se siente en Unión, uno de los pioneros de la Liga Nacional, el peso de su historia basquetbolistica?
-Mucha gente volvió a la cancha. Unión venía jugando con poco público en las ligas provinciales y hoy por hoy, por el presente y por el hecho de estar participando en una división Nacional la gente ha vuelto. Jugamos con un número importante de alrededor de 1100 personas por partido.

EL APOYO DE DELFINO

“Después del Preolímpico de Mar del Plata se sumó a entrenar dos o tres veces a la semana con nosotros”. Carlitos Delfino no se olvida de sus raíces y cada vez que puede se da una vuelta por Unión. Para Siemienczuk, el hecho de que el lancha este con ellos “es una motivación, a los chicos les enseña mucho y a uno también, ya que aprende con el solo hecho de hablar y charlar cuestiones del juego con él. Es un plus que tenemos día a día. Aparte es una persona muy correcta, que siempre está lista para hacer lo que uno le diga, más allá de ser un jugador con la trayectoria y la calidad que tiene”.

La NBA está sin un futuro cierto y, porque no, los tatengues podrían soñar con que el escolta se ponga la camiseta, como en sus comienzos. “Nadie se lo planteó. Que él juegue en el básquet argentino debe nacer de él”.

Fuente: El Diario

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