El “Kily” Romero se ha convertido en el jugador más desequilibrante de Olímpico, que hoy atraviesa el mejor momento de la temporada.La gente lo quiere. Sus compañeros lo respetan. Y su entrenador lo respalda, porque tiene ese carisma que todo gran jugador necesita para estar en los momentos de mayor presión dentro de un juego o de una competencia.
Ayer, el alero cordobés visitó EL LIBERAL e intentó explicar este presente. “Se debe a la tranquilidad y la confianza que uno tiene para tomar decisiones. Físicamente estoy bien y mentalmente estoy muy tranquilo y confiado en que las cosas van a salir bien”, fueron las primeras expresiones del “Kily” en plena redacción.
-Cuando no salen las cosas colectivamente, Olímpico logró sacar adelante varios partidos individualmente.
-El juego es así. Cuando las cosas no salen, tenemos jugadores que tienen la capacidad de tomar las riendas y sacar el equipo adelante. En los dos juegos pasó eso…
-¿No te preocupa que esa situación se repita con tanta frecuencia?
-No, porque es parte del juego, es normal. Siempre tenés que tener un jugador con explosión y que tome decisiones en los momentos claves. El juego te lleva a actuar de esa manera.
-¿Richotti tiene algo que ver en este presente?
-Obviamente. Él le dio un toque importante de carácter al equipo y nos llevó a confiar en lo que hacemos. Nosotros veníamos muy golpeados, habíamos perdido siete partidos en fila y desde que llegó, nos pidió que confiáramos en lo que veníamos trabajando. Nos dijo que no éramos un mal plantel, que teníamos que salir de esa situación porque entrenábamos duro. Lo importante era la intensidad y la actitud para salir adelante. Trabajó mucho en la parte anímica.
-Lo del viernes fue conmovedor, por la envergadura del rival.
-Sí, un partido duro, muy físico. Nosotros estábamos con la ausencia de Diego Guaita, pero igual pudimos suplirlo con la actitud de todos. Se ganó un partido muy complicado.
-Y el domingo, ¿por qué costó tanto?
-Fue increíble. Sacábamos 10 puntos, se nos ponían a cuatro. Faltando 3 minutos, tras un par de buenas defensas, pudimos correr la cancha y abrimos el marcador a diez o doce puntos. Entonces, pudimos llegar a un cierre más tranquilo. Fue un partido duro, éramos rivales directos y era sabido que iba a ser así.
-¿Por qué no prosperó el ciclo Narvarte?
-Sinceramente no lo sé. Creo que no tuvimos fortuna. Perdimos partidos increíbles. En diciembre, ganamos los dos primeros partidos de local y estábamos sextos. Fuimos a Boca, teníamos el partido en el bolso y en el último minuto nos dieron vuelta el partido. Y ahí arrancó la seguidilla de derrotas que nadie se lo esperaba. Por ahí, no teníamos la maduración que tiene ahora el equipo. Ahora, cuando tenemos una ventaja, tratamos de administrarla y no dejar que nos achiquen tan fácil. Eso nos estaba pasando.
-¿Están salvados?
-Todavía falta. De cuatro partidos, tenemos tres afuera. Todos los partidos son duros, ninguno es accesible. Tenemos que mentalizarnos que hay que seguir duros e intensos como lo estábamos haciendo para ir a Corrientes. Sabemos que es duro, pero confiamos en que lo podemos hacer. Tenemos equipo para jugar de igual a igual en cualquier lado.
-¿Pesa enfrentar al campeón de América?
-A la hora de entrar a la cancha, te olvidás si salió campeón. Hay que tratar de pensar en lo que tenemos que hacer nosotros y no en lo que son ellos.
-¿Se siente la efervescencia en La Banda?
--La gente nos ha apoyado. Esperemos conseguir la victoria, que es lo único que sirve de cara al futuro.
-¿Se terminaron las hostilidades hacia algunos jugadores del equipo?
-Creo que son los menos. No creo que sea la manera de reaccionar. Si la cosa no sale no es porque uno no quiera. Uno tiene la intención de que la cosa vaya bien. En el deporte, unos ganan y otros pierden. Nos tocó perder y hubo gente que se puso agresiva, pero no creo que sea la manera de manifestarlo.
-En tus tiempos libres, ¿buscás a Atenas en la tabla?
-No. Cuando miro la tabla pienso solamente en nosotros. Ahora la veo mucho más relajado. Tengo amigos jugando ahí, hablo con ellos, pero ni miro a Atenas.
Fuente: Diario El Liberal
Foto: Gentileza ligateunafoto.com
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