El conjunto “Milrayitas” tras un pronunciado bache en el rendimiento en los últimos tiempos; volvió a lucirse con un triunfo sobre 9 de Julio de Río Tercero, este miércoles en la noche, en el Polideportivo. El partido correspondiente a la 14 fecha de la segunda fase de la LNB, finalizó 80 a 73. Galería de imágenes
Todo tiempo por pasado fue mejor, dicen. Y en las últimas semanas, por el desgaste de tanta competencia y consecuente disminución en el rendimiento, Peñarol se había hecho eco de ello. Derrotas en casa, consecutivas y triunfos sufridos comenzaban a ser una constante. Hasta que anoche, frente a 9 de Julio, volvió a ser el de antes, ese que gana y brilla. Y aunque el rival no ofreció resistencia, fue una victoria que sirvió para volver a lucirse, y a retomar confianza. En fin, un triunfo para volver a ser el de antes.
El partido, correspondiente a la decimocuarta fecha de la segunda Fase de la Liga Nacional, finalizó con un mentiroso 80 a 73. Mentiroso porque el trámite fue muy tranquilo para un Peñarol contundente durante los primeros tres parciales. Una contundencia que no se cristalizó totalmente en el marcador porque en el cuarto final sacó el pie del acelerador.
Un tanto de Martín Leiva tras una asistencia brillante de Campazzo cortó los dos minutos iniciales en el que ambos equipos eligieron como única vía de anotación el tiro exterior (5-6). Ahí Peñarol comenzó a jugar profundo para Leiva y pudo revertir el tanteador rápidamente (11-8). Pero no alcanzó para despegar, porque cierta liviandad en la marca y la eficacia de Martina, mantuvo cerca a 9 de Julio. Tan cerca que a los 7´ igualó el juego (15-15).
Entonces, el “Milrayitas” volvió a ser el de antes. Leiva se adueñó de ambas pinturas; Lamonte fue indetenible con sus rompimientos y una dosis del oportuno Mata hicieron que los marplatenses manejaran el partido a voluntad en los 3 minutos restantes y un triple encaminó un parcial de 15 a 4 con el que se cerró el segmento inicial (30-19).
En el segundo cuarto, el que apareció en su máximo esplendor fue Campazzo, quien con dos corridas furiosas continuó estirando la brecha. Los cordobeses, en tanto, sólo lastimaron con el tiro exterior y dos bombazos consecutivos de Luchino achicaron la distancia (35-27). Pero hasta ahí llegó la visita. Sergio Hernández movió el banco de relevos y nada cambió. El elenco de Mar del Plata, con variantes, sin abusar del tiro externo y frente a un rival que no lo exigió demasiado, continuó con total dominio del trámite y el marcador para irse al descanso largo, tranquilo, sin despeinarse por 50 a 35.
En el inicio del tercer cuarto, Peñarol ofreció muchas libertades y atacó el aro rival a “media máquina”. Por eso el rival marcó un parcial de 7 a 2 y se acercó (52-42). Claro quedó que fue el local el que dejó venirse a la visita cuando ajustó los avances y con una gran labor de Mata y Leiva, acompañados por Diez y Campazzo en el manejo de las ofensivas, volvió a poner el marcador con una distancia considerable en 3 minutos (66-46). Los lujos, las combinaciones y un triple por bando adornaron el cierre del tercer segmento.
Y como venía el juego y no podía ser de otra manera, el elenco marplatense se relajó en el segmento final, regaló contragolpes, no cargó sobre el rebote ofensivo y le permitió a 9 de Julio meter un parcial de 10 a 3 en poco más de 5 minutos (72-59). Luego, alternando buenas y malas, el local se dedicó a disfrutar el juego hasta el final para decretar un mentiroso 80 a 73.
Síntesis
Peñarol (80): Facundo Campazzo 9, Kyle Lamonte 11, Marcos Mata 14, Leo Gutiérrez 5 y Martín Leiva 17 (FI), Sebastián Rodríguez 5, Nicolás Lauria 10, Alejandro Diez 4 y Alejandro Reinick 5. DT Sergio Hernández
9 de Julio (73): Gastón Torre 0, Martín Melo 4, Bruno Zanotti 0, Emiliano Martina 19 y Jerome Meyinsse 12 (FI), Gastón Luchino 21, Lucas Barlasina 11, Leonardo Segura 0 y Jermaine Bucknor
Progresión: 30-19, 50-35, 69-49
Árbitros: Daniel Rodrigo – Raúl Imosi.
Estadio Polideportivo Islas Malvinas.
Fuente: Diario El Atlántico
Todo tiempo por pasado fue mejor, dicen. Y en las últimas semanas, por el desgaste de tanta competencia y consecuente disminución en el rendimiento, Peñarol se había hecho eco de ello. Derrotas en casa, consecutivas y triunfos sufridos comenzaban a ser una constante. Hasta que anoche, frente a 9 de Julio, volvió a ser el de antes, ese que gana y brilla. Y aunque el rival no ofreció resistencia, fue una victoria que sirvió para volver a lucirse, y a retomar confianza. En fin, un triunfo para volver a ser el de antes.
El partido, correspondiente a la decimocuarta fecha de la segunda Fase de la Liga Nacional, finalizó con un mentiroso 80 a 73. Mentiroso porque el trámite fue muy tranquilo para un Peñarol contundente durante los primeros tres parciales. Una contundencia que no se cristalizó totalmente en el marcador porque en el cuarto final sacó el pie del acelerador.
Un tanto de Martín Leiva tras una asistencia brillante de Campazzo cortó los dos minutos iniciales en el que ambos equipos eligieron como única vía de anotación el tiro exterior (5-6). Ahí Peñarol comenzó a jugar profundo para Leiva y pudo revertir el tanteador rápidamente (11-8). Pero no alcanzó para despegar, porque cierta liviandad en la marca y la eficacia de Martina, mantuvo cerca a 9 de Julio. Tan cerca que a los 7´ igualó el juego (15-15).
Entonces, el “Milrayitas” volvió a ser el de antes. Leiva se adueñó de ambas pinturas; Lamonte fue indetenible con sus rompimientos y una dosis del oportuno Mata hicieron que los marplatenses manejaran el partido a voluntad en los 3 minutos restantes y un triple encaminó un parcial de 15 a 4 con el que se cerró el segmento inicial (30-19).
En el segundo cuarto, el que apareció en su máximo esplendor fue Campazzo, quien con dos corridas furiosas continuó estirando la brecha. Los cordobeses, en tanto, sólo lastimaron con el tiro exterior y dos bombazos consecutivos de Luchino achicaron la distancia (35-27). Pero hasta ahí llegó la visita. Sergio Hernández movió el banco de relevos y nada cambió. El elenco de Mar del Plata, con variantes, sin abusar del tiro externo y frente a un rival que no lo exigió demasiado, continuó con total dominio del trámite y el marcador para irse al descanso largo, tranquilo, sin despeinarse por 50 a 35.
En el inicio del tercer cuarto, Peñarol ofreció muchas libertades y atacó el aro rival a “media máquina”. Por eso el rival marcó un parcial de 7 a 2 y se acercó (52-42). Claro quedó que fue el local el que dejó venirse a la visita cuando ajustó los avances y con una gran labor de Mata y Leiva, acompañados por Diez y Campazzo en el manejo de las ofensivas, volvió a poner el marcador con una distancia considerable en 3 minutos (66-46). Los lujos, las combinaciones y un triple por bando adornaron el cierre del tercer segmento.
Y como venía el juego y no podía ser de otra manera, el elenco marplatense se relajó en el segmento final, regaló contragolpes, no cargó sobre el rebote ofensivo y le permitió a 9 de Julio meter un parcial de 10 a 3 en poco más de 5 minutos (72-59). Luego, alternando buenas y malas, el local se dedicó a disfrutar el juego hasta el final para decretar un mentiroso 80 a 73.
Síntesis
Peñarol (80): Facundo Campazzo 9, Kyle Lamonte 11, Marcos Mata 14, Leo Gutiérrez 5 y Martín Leiva 17 (FI), Sebastián Rodríguez 5, Nicolás Lauria 10, Alejandro Diez 4 y Alejandro Reinick 5. DT Sergio Hernández
9 de Julio (73): Gastón Torre 0, Martín Melo 4, Bruno Zanotti 0, Emiliano Martina 19 y Jerome Meyinsse 12 (FI), Gastón Luchino 21, Lucas Barlasina 11, Leonardo Segura 0 y Jermaine Bucknor
Progresión: 30-19, 50-35, 69-49
Árbitros: Daniel Rodrigo – Raúl Imosi.
Estadio Polideportivo Islas Malvinas.
Fuente: Diario El Atlántico
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