El entrenador de Boca Juniors, Pablo D’Angelo, habló en exclusiva con LNB.com.ar sobre los rumores que indicaban una salida de su cargo. El técnico transmitió serenidad y seguridad para continuar al frente del plantel, así como confía en la capacidad de sus dirigidos para revertir este momento.
Boca atraviesa campos espinosos, las rosas no florecen en su presente. Las derrotas se transformaron en moneda corriente y esas adversidades generan controversias. En ese contexto surgieron rumores y actores externos con ánimos de desestabilizar. Con el objetivo de encontrar claridad en este escenario, LNB.com.ar se comunicó con Pablo D’Angelo, quien se exhibió entero y desmintió rotundamente los versiones de alejamiento.
Ante una sensación que recorre el ambiente, que se refiere a una posible salida de su cargo, D’Angelo le expuso a LNB.com.ar su opinión con pulcritud y detallismo: “Considero que para que un entrenador deje su puesto se debe dar algunas circunstancias, como ser que el técnico entienda que ha perdido el control para conducir y ayudar a los jugadores, o percibir que ha perdido el respeto o la aceptación de ellos. Otra posibilidad sería no ver con claridad el camino o carecer de alternativas para producir los cambios necesarios. Y por último que los directivos se lo soliciten o determinen. Además existe otra razón más vulgar que es asustarse y sacarse el problema de encima. Pero ninguna de estas situaciones se ha dado, por lo tanto no hay ningún argumento para pensar en abandonar”.
La cosecha de Boca en esta temporada es magra, apenas ha ganado un juego en diez presentaciones. En relación a esta coyuntura compleja, el técnico esbozó su lectura del rendimiento de su equipo al contarle a LNB.com.ar que “nuestro presente es malo, pero no definitivo. Desde antes de comenzar tenemos claro con los directivos que seguramente necesitaríamos ir acomodando la carga durante el viaje. Quedan muchas alternativas para lograr revertir la situación. Valoro mucho el esfuerzo que están haciendo los jugadores, por momentos jugamos bien, hemos perdido 5 partidos en la última posesión. Es muy valioso que el grupo está unido y hay un buen clima para trabajar. Necesitamos poder entrenar, ensayar variantes, pero ahora es imposible ya que jugamos cada 48 horas”.
El rosarino se tomó el tiempo de llevar adelante un paneo global de su gestión al frente de Boca e hizo hincapié en las sensaciones que pueden abordar a los simpatizantes por la ausencias de alegrías. El entrenador sostuvo que “considero que los profesionales no podemos actuar como los aficionados, a los que respeto y tienen todo el derecho a estar tristes y disconformes. No puedo hacer balances tan parciales, ya que en mi opinión la gestión aún arroja saldo positivo. El equipo de la temporada pasada llevo al club al plano internacional, luego de 2 años sin participación. Asimismo, para este año aceptamos el desafío de reconstruir aquel elenco, apoyando el esfuerzo que los directivos del básquet hicieron para que Boca no deje de ser parte de la Liga y sabiendo que no sería fácil colmar las expectativas que se generan luego de haber llegado a la semifinal”.
El miércoles próximo comienza el Hexagonal final de la Liga Sudamericana en Río de Janeiro, el elenco de la Ribera compartirá grupo con Flamengo y Franca. En relación a este desafío, D’Angelo manifestó que “el equipo en etapa de formación ratificó en la Sudamericana y disputará la serie final y si bien será difícil, todavía cuenta con posibilidades de clasificar a la Liga de la Américas. A mí me gusta ver el lado positivo de las cosas”.
Tras la grave lesión de Eduardo Calvelli (rotura de tendón de Aquiles), Boca dispone de una ficha libre, además su actualidad invita a pensar en alguna restructuración de nombres. Sobre los posibles cambios el ex técnico de Ferro aseveró que “no es bueno en este momento andar anunciando cambios de jugadores, ya sea nacionales o extranjeros. Lo haremos oportunamente, hay alternativas y las ejecutaremos conjuntamente con los directivos”.
Para culminar el diálogo nutrido con LNB.com.ar, D’Angelo volvió a ratificar su postura y dejo en claro su semblante de lucha: “Ni me lo pidieron, ni lo pensé abandonar mi cargo. Sería lo más fácil, incluso hubiera sido más sencillo no asumir el compromiso este año. No obstante, Boca vale la pena, es una gran institución, un grande para la Liga Nacional y yo soy un entrenador de toda la vida que la respeta y actúa con la seriedad, seguridad y firmeza que corresponde”.
Fuente: lnb.com.ar
Boca atraviesa campos espinosos, las rosas no florecen en su presente. Las derrotas se transformaron en moneda corriente y esas adversidades generan controversias. En ese contexto surgieron rumores y actores externos con ánimos de desestabilizar. Con el objetivo de encontrar claridad en este escenario, LNB.com.ar se comunicó con Pablo D’Angelo, quien se exhibió entero y desmintió rotundamente los versiones de alejamiento.
Ante una sensación que recorre el ambiente, que se refiere a una posible salida de su cargo, D’Angelo le expuso a LNB.com.ar su opinión con pulcritud y detallismo: “Considero que para que un entrenador deje su puesto se debe dar algunas circunstancias, como ser que el técnico entienda que ha perdido el control para conducir y ayudar a los jugadores, o percibir que ha perdido el respeto o la aceptación de ellos. Otra posibilidad sería no ver con claridad el camino o carecer de alternativas para producir los cambios necesarios. Y por último que los directivos se lo soliciten o determinen. Además existe otra razón más vulgar que es asustarse y sacarse el problema de encima. Pero ninguna de estas situaciones se ha dado, por lo tanto no hay ningún argumento para pensar en abandonar”.
La cosecha de Boca en esta temporada es magra, apenas ha ganado un juego en diez presentaciones. En relación a esta coyuntura compleja, el técnico esbozó su lectura del rendimiento de su equipo al contarle a LNB.com.ar que “nuestro presente es malo, pero no definitivo. Desde antes de comenzar tenemos claro con los directivos que seguramente necesitaríamos ir acomodando la carga durante el viaje. Quedan muchas alternativas para lograr revertir la situación. Valoro mucho el esfuerzo que están haciendo los jugadores, por momentos jugamos bien, hemos perdido 5 partidos en la última posesión. Es muy valioso que el grupo está unido y hay un buen clima para trabajar. Necesitamos poder entrenar, ensayar variantes, pero ahora es imposible ya que jugamos cada 48 horas”.
El rosarino se tomó el tiempo de llevar adelante un paneo global de su gestión al frente de Boca e hizo hincapié en las sensaciones que pueden abordar a los simpatizantes por la ausencias de alegrías. El entrenador sostuvo que “considero que los profesionales no podemos actuar como los aficionados, a los que respeto y tienen todo el derecho a estar tristes y disconformes. No puedo hacer balances tan parciales, ya que en mi opinión la gestión aún arroja saldo positivo. El equipo de la temporada pasada llevo al club al plano internacional, luego de 2 años sin participación. Asimismo, para este año aceptamos el desafío de reconstruir aquel elenco, apoyando el esfuerzo que los directivos del básquet hicieron para que Boca no deje de ser parte de la Liga y sabiendo que no sería fácil colmar las expectativas que se generan luego de haber llegado a la semifinal”.
El miércoles próximo comienza el Hexagonal final de la Liga Sudamericana en Río de Janeiro, el elenco de la Ribera compartirá grupo con Flamengo y Franca. En relación a este desafío, D’Angelo manifestó que “el equipo en etapa de formación ratificó en la Sudamericana y disputará la serie final y si bien será difícil, todavía cuenta con posibilidades de clasificar a la Liga de la Américas. A mí me gusta ver el lado positivo de las cosas”.
Tras la grave lesión de Eduardo Calvelli (rotura de tendón de Aquiles), Boca dispone de una ficha libre, además su actualidad invita a pensar en alguna restructuración de nombres. Sobre los posibles cambios el ex técnico de Ferro aseveró que “no es bueno en este momento andar anunciando cambios de jugadores, ya sea nacionales o extranjeros. Lo haremos oportunamente, hay alternativas y las ejecutaremos conjuntamente con los directivos”.
Para culminar el diálogo nutrido con LNB.com.ar, D’Angelo volvió a ratificar su postura y dejo en claro su semblante de lucha: “Ni me lo pidieron, ni lo pensé abandonar mi cargo. Sería lo más fácil, incluso hubiera sido más sencillo no asumir el compromiso este año. No obstante, Boca vale la pena, es una gran institución, un grande para la Liga Nacional y yo soy un entrenador de toda la vida que la respeta y actúa con la seriedad, seguridad y firmeza que corresponde”.
Fuente: lnb.com.ar
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