La selección española confirmó su mejoría en el Campeonato del Mundo tras superar con claridad a Canadá (89-67) y evidenciar buenas vibraciones, sobre todo en un segunda parte donde borró de la pista a su rival.Con todo, España se marcha de Esmirna con sensaciones contrarias: después de las dos inesperadas derrotas ha conseguido encauzar dos triunfos con la claridad necesaria para tranquilizar al más preocupado, pero las sensaciones no han sido del todo las correctas. Frente a Canadá se le ha visto cómoda, sin forzar la maquina, pero el partido podía haber dado para mucho más y tuvo que esperar demasiado para solucionarlo.
Como el día anterior no fue hasta la segunda parte que se vio la mejor versión del equipo. Quizá entonces el encuentro careció de control y ortodoxia táctica pero el equipo necesitaba darse una alegría y desde la locura que es un correcalles destrozó a Canadá.
Dos hombres fueron claves en el triunfo definitivo: Rudy Fernández (19 puntos y cinco rebotes en menos de 23 minutos) fue el protagonista absoluto del encuentro, el mallorquín demostró la rabia y el orgullo de campeón que hay en el equipo y, con un portentoso despliegue físico tanto en defensa como en ataque, fue el estilete que impulso a que España acabara con las ilusiones de victoria canadiense. Pero si Rudy fue determinante, no menos importante fue la actuación de Fran Vázquez. El gallego del Regal F.C. Barcelona puso las gotas de calidad y espectacularidad bajo los tableros y firmó una gran actuación (19 puntos y cinco rebotes). Con dos estrellas y mucho sacrificio colectivo en defensa, España venció y continúa su ascensión en el campeonato.
España comienza lenta, pero segura
Triples y pérdidas ¿le suena esta historia? el comienzo de partido de España fue casi calcado al de otros encuentros. Los primeros ataques se basaron en la circulación de balón por el perímetro y el triple era el camino de la canasta. Cuando se quería cambiar la propuesta y buscar el pase interior, llegaba el error. La hora era propicia para el café y la siesta, pero había que despertar y ponerse las pilas… España lo hacía poquito a poco (12-2).
Canadá daba todas las facilidades para que la selección española pudiera sentirse cómoda en el encuentro, sus ataques carecían de velocidad y precisión en la circulación y se veían irremediablemente abocados la acción individual bien tirando triples o forzando penetraciones hacia canasta, el lugar donde reinaba Marc Gasol. Sólo dos triples de Jevohn Shepherd parecían ser alternativa al dominio español.
Pasito a pasito, España calentaba e iba mejorando las sensaciones, el triple dejaba de ser el discurso principal del juego para ser una acción puntual y efectiva por fin la conexión interior aportaba puntos y las pérdidas eran una cosa del pasado (concluyó el cuarto con las dos iniciales), Ricky Rubio (cuatro asistencias) recuperaba la magia de sus pases. Gasol, Jorge Garbajosa y Fran Vázquez (entre los tres sumaron 13 puntos) se alimentaban de sus pases y de la generosidad de Fernando San Emeterio para marcar la clara diferencia existente entre los pivots de uno y otro equipo (Joel Anthony terminó la primera parte sin anotar).
Canadá preocupa pero no asusta
Ante las dificultades que planteaba España, Canadá se mantenía agarrada al partido a partir de la efectividad de sus tiradores y mientras los triples de Shepherd, Brown y Olynynk entraron el resultado no se les iba de las manos (34-29). España controlaba el encuentro, parecía que nada le podría sorprender pero había perdido parte de su intensidad defensiva y el frío ambiente del pabellón Halkapinar se había contagiado a su juego.
La tensión llegó al encuentro cuando Jermaine Anderson decidió tirarse el equipo a las espaldas y empezar a castigar a los bases españoles con sus penetraciones .Ocho puntos del eléctrico base redujeron la ventaja a sólo dos puntos (34-32), pero dos triples de Garbajosa y Rudy devolvieron mínimamente la tranquilidad a una España que, si bien dominaba a Canadá por 42 a 37, parecía desconectada y sin la tensión necesaria para vivir la segunda parte con tranquilidad.
España comenzó el tercer con propósito de enmienda, quería romper el choque y buscaba a Canadá en su propio campo para desnudar sus defectos a través de la presión a todo el campo, eso le había conectado otros días y hoy lo volvería hacer. En ataque se buscaba más velocidad en la salida y aunque no siempre salían las cosas, al menos la actitud era mucho más agresiva. Suficiente para demostrar qué equipo mandaba en el partido.
Rudy lanza a España, Fran machaca a Canadá
Cinco puntos segundos de Rudy Fernández daban a España un nuevo respiro en el marcador a mitad de cuarto. Era un momento donde el balear se mostraba muy activo, a partir de su actividad defensiva y habitual capacidad reboteadora el equipo ponía una marcha más al partido y adquiría su máxima renta del encuentro hasta ese preciso instante (59- 44).
El encuentro estaba para que se rompiera y se rompió… pero en el ritmo. Los últimos minutos del tercer cuarto se convirtieron en un correcalles sin acierto donde ambos equipos compitieron en voluntad, velocidad e imprecisión. Con un poco de suerte la selección podría haber finiquitado el encuentro, pero a pesar de su mayor agresividad la efectividad llega a cuenta gotas, las justas y necesarias para que el marcador de 63 a 48 marcara un umbral demasiado exigente para Canadá.
Una canasta de Víctor Claver rompía la barrera de los 20 puntos, el parcial 8-0 con el que España comenzaba el último cuarto dejaba bien a las claras que el encuentro estaba visto para sentencia, era tiempo para disfrutar. Quien más lo hizo fue un Fran Vázquez otra vez espectacular y sin fallos en tiros de campo (9/9). Sus mates traían la alegría al partido y daban una máxima diferencia de 25 puntos (80-55). España camina firme hacia Estambul, parte de la moral se ha recuperado en los dos últimos encuentros y la sensación de que todo es posible sigue muy viva. Estambul dictará sentencia.
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COSTA DE MARFIL SORPRENDIO A PUERTO RICO Y LO DEJA AFUERA DE OCTAVOS
Costa de Marfil dio la campanada al derrotar por 79-88 a Puerto Rico, a la que deja fuera del Mundial clasificando a China. Los africanos tuvieron opciones incluso de pasar, pero necesitaban ganar por al menos 13 y no gestionaron bien los últimos segundos
Como en 2006, China ha dejado fuera a Puerto Rico en la última jornada del grupo, de rebote y de forma inverosímil.
El causante del terremoto que asoló Ankara fue Costa de Marfil, esa valiente selección africana que jugó su mejor partido en el momento ideal para ganar por 79-88 al favorito puertorriqueño.
Los africanos dominaron durante casi todo el partido, con un alto nivel de acierto en el tiro exterior (13/30 en triples) y ventajas de hasta 13 puntos. Abouo, un jugador secundario durante el torneo, lideró el ataque de los elefantes con 19 puntos, pero también destacaron en la zona el nuevo jugador del Lagun Aro GBC, Mohamed Kone (17 puntos y 10 rebotes) y el más versátil Lamizana, con 17 y 5.
Pero a Costa de Marfil no le valía con la victoria, necesitaba ganar por 13 puntos... aproximadamente. Al tenerse en cuenta coeficientes (división entre puntos anotados y recibidos) y no diferencia, las cábalas eran difíciles y quizá los africanos no terminaron de enterarse.
Si no, no se entiende el final. A falta de 15 segundos, contrataque culminado en mate de Kone para poner a Costa de Marfil 12 arriba (76-88), insuficiente para clasificarse. Entonces, los marfileños decidieron... ¡Defender! No les valía ese resultado pero decidieron defender y Huertas acertó un triple sobre la bocina, para acabar de enterrar cualquier sueño marfileño.
Puerto Rico se lleva un buen chasco pues se clasificaba con una victoria... y tenía opciones incluso si perdía por hasta seis puntos, ya que en tal caso hubiera aventajado a China y Costa de Marfil en un triple empate.
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Fuente: Acb.com
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